El país recibirá a los líderes mundiales dentro de dos semanas con un mega operativo de seguridad. Sputnik consultó con un experto en antiterrorismo sobre los riesgos potenciales sobre funcionarios y la población.

Tres anillos de seguridad, 13.400 efectivos de la Policía Federal, Seguridad Aeroportuaria, Gendarmería y Prefectura Naval y 5.000 custodios personales para resguardar el predio donde se reunirán los mandatarios. Además, apoyará la Brigada Antiexplosivos y 5.000 efectivos de la Policía de la Ciudad en los hospedajes y de la Bonaerense para los traslados al aeropuerto internacional de Ezeiza.

«En el evento en sí, que es la reunión de las autoridades globales, se van a llevar bajo protocolos de custodia muy estrictos e inexpugnables, donde no veo riesgos eventualmente de atentados terroristas, porque son impenetrables los anillos», dijo a Sputnik Nicolás Dapena Fernández, ex consultor para el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas.

El experto en armas y terrorismo aseguró que el ministerio de Seguridad argentino, que coordina el operativo, recibe colaboración en inteligencia internacional, como lo establecen los propios protocolos del G20. Pero aclaró que es un problema el nivel de penetración de éstos en algo que «debiera ser dominado y comandado por nuestra Inteligencia».

«Creo que es muy débil el sistema de inteligencia antiterrorista argentino por falta de profesionalismo, formación. Eso hace que la injerencia extranjera, en algunos casos hasta de países que no integran el G20, como Israel, sea tan alta que los lleve casi te diría que a un monitoreo y dirección del sistema, lo cual no es correcto, no está previsto por la ley argentina», dijo Dapena Fernández.

Respecto a cuán en condiciones está Argentina para la organización en materia de seguridad sobre la ciudadanía, el experto insistió en diferenciar. Dijo que es muy previsible que ocurran manifestaciones callejeras, donde pueden llegar a arrojarse piedras, palos y bombas molotov, y donde puede haber lesiones leves. «No es algo que no puedan manejar los comisarios a cargo del operativo, no es algo excesivamente complejo».

«Una cuestión totalmente diferente y mucho más grave es la potencialidad de un acto terrorista», alertó. «Hay que tener en cuenta que el atentado tiene otros componentes, donde su resultado usual suelen ser muertos. El terrorismo no va a ser contra funcionarios extranjeros porque están totalmente protegidos, los atentados son contra civiles, no contra autoridades».

En este sentido, la Cancillería británica alertó a sus ciudadanos que tengan planeado viajar a Argentina en estas fechas sobre la alta probabilidad de que grupos terroristas puedan intentar perpetrar «ataques, que podrían ser indiscriminados, incluyendo lugares frecuentados por migrantes o viajeros», leía el comunicado.

Dapena Fernández criticó que el Gobierno argentino esté concentrando toda su capacidad logística en proteger a las autoridades foráneas, «dejando claro que su prioridad es resguardar a los extranjeros y no a los locales; no está quedando claro cómo van a proteger a la sociedad civil local».

«En este caso confluyen todas las amenazas y situaciones de riesgo hipotéticas de todos los países que integran el G20 porque eventualmente, si se comete un atentado terrorista en Argentina, es para aprovechar la publicidad mundial de todos los medios de comunicación que van a estar en nuestro país. Todo eso debe ser contemplado por la autoridad argentina», dijo el experto. (Sputnik)

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