Por Israel Rabinowicz.-

Es conocido que la titulación de las notas y artículos periodísticos es el imán que hace que las mismas llamen la atención, se lean o no, el contenido puede ser brillante, excepcional, pero si la titulación es mala, errada, el fracaso es casi total, se pierden más del 90% de los lectores.

Soy adepto a una titulación corta y directa, incluso provocadora, pero debo reconocer que la propiedad intelectual, que el copyright del que encabeza ésta nota no es mío, es de un amigo que se encuentra dentro de los círculos más cercanos al Presidente Macri de Argentina, me la repitió tantas veces en algunas de nuestras conversaciones telefónicas que terminé por adaptarla.

Conozco que mis notas en Argentina llegan, son leídas en lo más alto del poder, son varios de los nombres que diariamente aparecen en los periódicos que las reciben en sus correos privados, tengo casi la seguridad que alguna le fue comentada o leída al mismo Presidente.

El equipo económico del Presidente Macri deposita muchas esperanzas en un plan de blanqueo de capitales, manifiestan que con él vendrán las inversiones, la reactivación económica y la recuperación del empleo.

Repetir, aunque sean con pequeñas modificaciones, los blanqueos anteriores será repetir iguales errores y fracasos, al haberse convertidos éstos en algo de rutina hace que las empresas evadan convencidos que en pocos años ya tendrán nuevas oportunidades para normalizar la situación fiscal a costos insignificantes, mis queridos colegas Asesores Tributarios y Contadores Públicos están ya preparados para repetir historias conocidas, para ellos un regalo del cielo en lo que a honorarios respecta, para sus clientes también, además éstos conocidos blanqueos les ayudan a anticipar futuros beneficios, se cubren las espaldas hacia adelante a costos proporcionalmente insignificantes.

Los más de 500 mil millones de dólares de Argentinos depositados en el exterior están compuestos en diferentes categorías, un muy importante porcentaje de los mismos son depositantes de un nivel medio, medio alto de la población argentina que nada tiene que ver con entramados societarios offshore, con cuentas opacas o similares, esto son instrumentos de grandes corporaciones y otras cuyos dineros provienen de la corrupción política, la gran mayoría son depositantes en muchos bancos del exterior con rentabilidad casi nula que no tienen experiencia en movimientos internacionales de fondos, en negocios especiales, son buscadores de una tranquilidad mental.

Solamente hace falta consultar a alguno de los muchos ejecutivos bancarios en Miami y New York, Panamá, Uruguay, Suiza y Andorra y otros países quienes operan con clientes latino americanos, sin ingresar en detalles puntuales y romper el secreto bancario les dirán que son centenares de miles las cuentas con saldos de promedios de entre uno a cinco millones de dólares que permanecen muertas, inactivas, que una, máximo dos veces al año se incrementan con nuevas transferencias, sus titulares que solo buscan tranquilidad mental, si sus países se las hubieran otorgados es casi seguro que gran parte de esos dineros estarían produciendo en fábricas, creando empleos.

La lista Falciani, los Panamá Papers y otros similares que se comentan están a punto de estallar, por salir a la luz, hace que estén dadas las condiciones para modificar 180 grados las características de ése nuevo blanqueo que se está planificando. Y en ése cambio de opiniones viene la utilización de las palabras que hacen al título ésta nota. El conocer que estoy dispuestos a insistir, en martillar en lo que considero se debe implementar, no repetir con los del pasado, el escuchar varias veces, petiso, no jodas, es clara señal que en algún lado muy cercano al poder mis ideas son asumidas con seriedad, son tenidas en cuenta. Al discutir las formas del futuro blanqueo es donde surgen las grandes discrepancias, no existen nuevas oportunidades, es ahora o nunca, las condiciones mundiales juegan a favor de Argentina.

Al Presidente Macri no le alcanza con la publicación de cartas abiertas en periódicos solicitando confianza, no le alcanza con reuniones con cámaras empresariales en donde les solicita inversiones y que no aumenten los precios, ni uno ni lo otro harán aunque se lo prometan, de ellos solamente espere decir que la devaluación ya fue absorbida por la inflación, que el dólar a 14,50 ya no es competitivo, que el achicamiento del mercado interno y la creciente recesión los obliga a realizar despidos, de ellos nunca espere que introduzcan sus manos en sus propios bolsillos, las inversiones y riesgos deben ser del estado, así fue siempre, modificar esa mentalidad no se hace con palabras. Tampoco nada puede esperar de los formadores de opinión, cambian de color según la ocasión, según sopla el viento.

Es conocido que los Argentinos junto a los Venezolanos tienen el privilegio de encabezar las listas de los mayores depositantes latino americanos de fondos en el exterior, no menos de 500 mil millones de dólares esperan para que los tienten a regresar por la puerta grande, no todos son evasores consuetudinarios, hay que extender una alfombra roja para invitar u obligar al retorno y/o regularización de los capitales en el exterior, la creación de la figura del colaborador de la justicia o delator fiscal es fundamental, lo que en ámbito penal por el caso Lázaro Báez se popularizó, el moderno arrepentido.

En todo el mundo está de moda la utilización de » colaboradores de la justicia «, aquellos que responden a invitaciones públicas para cobrar un determinado dinero por determinada información.

La incorporación de esa simple figura en la ley de blanqueo en estudio en donde los » colaboradores » potencialmente cobren un porcentaje por lo que conocen y denuncian garantiza un espectacular éxito, ningún evasor actúa solo, siempre hay personas cercanas que conocen los máximos secretos, la espada de Damocles actúa como el mayor generador de blanqueadores. Esa pequeña incorporación de la figura del » colaborador de la justicia» hace la gran diferencia

Sí, el miedo es el mejor inspector y recaudador fiscal.

Pero antes que comiencen a actuar esos colaboradores de la justicia, los evasores, para ser menos agresivos podemos llamarlos aquellos que protegen sus capitales fuera de Argentina, deben tener la oportunidad de presentarse por «voluntad propia», incluso hay que ayudarlos con tentadoras ventajas impositivas para la reinversión de esos nuevos y genuinos capitales incorporados al circuito económico, hay que ponerles una mullida alfombra roja de beneficios válidos durante esos primeros meses en que actúan por decisión propia.

En Israel está demostrado que solo gobiernos de derechas están en condiciones de realizar concesiones hacia la paz, Sharon y Begin son los mejores ejemplos, idénticas concesiones propuestas por la izquierda no podrían avanzar por oposición de la derecha. Sirva éste ejemplo para decirle que sólo el Presidente Macri, por provenir de la derecha puede asumir medidas extremas que desagraden y salpiquen a sus amigos y posiblemente a uno mismo, no olvidar que siempre detrás de un economista y pensador de derecha siempre en sus comienzos existió un estudiante socialista, es como volver a las fuentes…

Garantizo que bajo el sistema sugerido la recaudación del nuevo blanqueo triplicará las estimaciones de máxima. No será éste el único beneficio, para no quedar expuestos públicamente por las esquirlas muchos funcionarios, por renuncia, se alejarán de la vida pública, entre ellos en especial se producirán muchísimas vacantes judiciales, no están en condiciones de justificar un patrimonio en el exterior, la Diputada Elisa Carrió intenta lograr lo mismo cuando solicita que se hagan pública las declaraciones patrimoniales de Jueces, iguales resultados pero muchísimo más rápido y masivo.

Y para finalizar perdón por la extensión de éste comentario, los 45 grados de calor a la sombra que hay en éste momento fuera de mi oficina, cancelé todos los encuentros que me obligaban a salir, son los responsables de ello.

Hasta la próxima.

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