Por Armando Ribas.-

“Ver cometer un crimen en calma, es cometerlo”, José Martí.

El pasado sábado 13 de agosto Fidel Castro cumplió 90 años. Así, un artículo de Carlos Batista comienza con el título de “A los 90 Años de Fidel. Antes evitado, el culto a su imagen es ahora omnipresente”. Es decir el mundo parece celebrar esta fecha en tanto que como de costumbre se ignora el cumplimiento de los 57 años de crímenes cometidos por Castro en Cuba y en América Latina vía las guerrillas, financiadas por Rusia y entrenadas en Cuba. Ante esa realidad me pregunto por qué no se conmemoran las fechas de nacimiento de Hitler, Mussolini, Mao y Lenin que compiten con Fidel en sus asesinatos a mansalva.

A la llegada de Fidel a la Habana estaba presente la figura todavía también omnipresente del Che Guevara. En esa oportunidad fue nombrado por Fidel jefe de la prisión de La Cabaña y seguidamente del Castillo del Príncipe, donde se encargaba de matar impunemente a los presos por haber cometido el delito de no estar de acuerdo con la política de la Revolución y así haberse manifestado. Pero asimismo se ignora que fue Fidel quien por encargo logró que se matara al Che en Bolivia, desde donde intentaba traer la revolución a la Argentina. En aquella época el Che era partidario de la China enfrentada con Rusia, en tanto que Fidel estaba atado a Rusia económica y políticamente.

Pero no se olviden de la otra personalidad que competía en Cuba con la personalidad de Fidel, que era Camilo Cienfuegos. Paso a reconocer otro crimen de la historia. Debo recordar que Huber Matos, que se encontraba en Cmagüey , se comunicó con Fidel para informarle que se estaba violando la ley de Reforma Agraria. O sea se estaban violando los derechos de propiedad. Fidel entonces envió a Cienfuegos para que tratara de convencer a Matos de que ese era el proyecto implícito de la ley. Pero aparentemente fue Matos quien convenció a Cienfuegos y así se lo dejó saber a Fidel. Entonces, en su vuelo de regreso a la Habana se cayó el avión en que volaba. ¡Oh milagro de la historia! y si mal lo recuerdo, nunca se encontró el cadáver de Cienfuegos. Y recordemos que esa posición le costó a Huber Matos 20 años de prisión, precio de querer Fidel asesinarlo.

Y siguiendo con la historia no puedo olvidar el discurso de Fidel Castro a su llegada a la Habana el 7 de enero de 1959. Allí dijo: “Nosotros no estamos aquí por el Pentágono sino en contra del Pentágono”. Es decir en contra de Estados Unidos, no obstante que como bien lo relata en su libro ‘El Cuarto Piso’ el entonces embajador americano en Cuba Earl E. T. Smith, fue el presidente Eisenhower quien forzó a Batista a abandonar Cuba y permitió así el triunfo de Manuel Urrutia, candidato de Fidel en las elecciones presidenciales de 1958. Igualmente lo había financiado cuando estaba en Estados Unidos planeando la revolución en Cuba. Esa realidad me convenció de la conveniencia o necesidad de abandonar la Perla del Caribe, cuya privilegiada situación se debía precisamente a la relación con Estados Unidos. Así lo previeron miles o millones de cubanos que en su paso por Miami la convirtieron en la capital de América Latina.

No obstante esa realidad incontrovertible de los crímenes de los Castro y la ausencia de libertad en Cuba, el presidente Obama acordó con Raúl Castro, hoy presidente de Cuba, el restaurar las relaciones internacionales entre Cuba y Estados Unidos. Ese acuerdo no obstante que Raúl expresó que el régimen no se cambiaría, hasta ahora solo ha beneficiado económicamente a los Castro, cuya situación se encontraba en dificultades como consecuencia de la caída del Imperio Soviético y así como la caída del precio del petróleo que Venezuela le facilita a Cuba. O sea, el acuerdo ha facilitado por una parte la entrada de capitales y por la otra el incremento del turismo. Pero sepamos que los inversores no pagan los sueldos a los empleados sino al gobierno, y éste sólo les entrega aproximadamente un 20% del monto total a los empleados.

Está visto que en una prueba más de la ignorancia en el mundo de los crímenes de los Castro, tenemos la visita de Juan Pablo II a Cuba. En su visita no habló mal de Fidel Castro ni de la falta de libertad en Cuba. Tampoco reconoció que a la llegada de Fidel a la Habana nacionalizó todos los colegios católicos y los curas se tuvieron que ir de la isla. Por el contrario, criticó al neo liberalismo y la política del FMI que oprime a los pueblos y hace a los ricos más ricos y a los pobres más pobres. E igualmente tal como lo había hecho el Papa Benedicto XVI refiriéndose a la desigualdad, el Papa Francisco en su visita a Fidel Castro se refirió en contra del sistema capitalista, al cual le debemos el nivel de riqueza de hoy en el mundo. Permítanme decir que creo que en estos hechos la Iglesia está violando el principio cristiano de “Dar al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios. Mi reino no es de este mundo”.

Está visto así una vez más que la izquierda se ha apropiado de la ética en nombre de la falacia de la igualdad. Así, cuando se mata por la izquierda se es idealista y cuando se lucha en contra de ella, se es genocida. Por ello Pinochet que salvó a Chile de ser la segunda Cuba en el continente es considerado un genocida. Y en cambio Fidel un prócer. Asimismo los militares, que con excesos o errores lucharon contra la guerrilla en Argentina están presos, en tanto que se ignoran los crímenes de los guerrilleros en la década del treinta. Consecuentemente, la Sra. Hebe de Bonafini directora de Las Madres de Plaza de Mayo y amiga de Fidel Castro es un personaje internacional, supuestamente entrañando la virtud. Por el contrario, igualmente se ignora que las Damas de Blanco que luchan en Cuba por los presos políticos son apedreadas y golpeadas por los partidarios de Fidel. En otras palabras, el régimen totalitario instaurado por Fidel Castro impera hoy en manos de su hermano Raúl, quien en el acuerdo con Obama expresó que el mismo no se cambiaría.

Pero siguiendo con la izquierda ahora tenemos el intento de acuerdo de Santos, Presidente de Colombia, con las FARC. En el mismo todo parece indicar que se ignoran los crímenes de las FARC por más de 50 años. Las FARC siguen siendo los socios del gobierno de Cuba y por ello las negociaciones se hacen en La Habana bajo la inspección de Maduro de Venezuela. Igualmente siguen siendo socios del narcotráfico. Por ello el ex-presidente Uribe está en contra de ese acuerdo así como aparentemente la mitad del pueblo colombiano. Y como bien señalara Carlos Alberto Montaner en su reciente entrevista, el proyecto de la FARC en el acuerdo es lograr el poder por la vía de Chávez en Venezuela. Es decir convertir a Colombia en otra Venezuela. El acuerdo pues es ignorar también los crímenes de las FARC. Y para terminar volvamos a Fidel Castro y el artículo citado al principio donde se dice: “Fidel se ha ido transformando más como un ícono, un símbolo. Ya no es más una persona sino que representa algo más”. Algo así como el Che Guevara y sus camisetas.

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