Billetes de dólares estadounidenses se cuentan junto a las pilas de billetes de 100 yuanes chinos (RMB) en un banco en Huaibei, en la provincia oriental china de Anhui, el 23 de septiembre de 2014. (STR / AFP / Getty Images)

(Por Valentin Schmid – La Gran Época).- La gente ha dicho durante mucho tiempo que China podría meter a Estados Unidos en problemas por la venta de grandes cantidades de sus tenencias del Tesoro. Ahora China está vendiendo bonos del Tesoro porque ella misma está en problemas, con grandes implicaciones para Estados Unidos.

Todo comenzó con la ingeniosa idea de China de manipular su moneda y usar las exportaciones para generar crecimiento después de su adhesión a la Organización Mundial del Comercio en 2001. Esta política funcionó muy bien y generó un crecimiento de dos dígitos para China hasta la crisis financiera de 2008, pero ha tenido varios efectos secundarios.

Manejando un enorme superávit comercial con Estados Unidos normalmente condujo a una apreciación del yuan, ya que los importadores aumentaron la oferta con el fin de ser capaces de pagar por la inundación de los productos que salían de China.

Sin embargo, esto ha hecho las exportaciones menos competitivas, por lo que el Banco Popular de China (BPC) estuvo imprimiendo yuanes y vendiéndolos al mismo tiempo para mantener el tipo de cambio más o menos estable. Esta es la forma en que el banco central chino en última instancia terminó, con unas reservas de divisas, alcanzando un máximo de 4 billones de dólares en 2014.

Este dinero fue invertido principalmente en bonos del Tesoro estadounidense (actualmente 1,45 billones, entre ellos a Bélgica como un representante de la cuenta) para que Estados Unidos no se quejara por esta parte del acuerdo.

La compra constante mantuvo las tasas bajas en momentos en que la deuda nacional de Estados Unidos se incrementó de 5 billones en 2002 a 18 billones de dólares en 2015. Así que durante el programa de QE (flexibilización cuantitativa) de la reserva federal, tenías a dos grandes bancos centrales monetizando la deuda del gobierno de Estados Unidos. Ahora todo está a punto de revertirse.

China se enfrenta a enormes vientos económicos en contra y a una crisis financiera que es esencialmente hecha en casa, pero su posición con el dólar hace que la situación empeore.

Desenrollando el carry trade

Debido a la severa mala gestión de sus inversiones internas (exceso de capacidad, burbuja inmobiliaria, burbuja en el mercado de valores) y algunos cambios en la política, los flujos de capital en China en forma de inversiones de bonos y de acciones, así como el infame carry trade (tomar dinero prestado en una moneda a tasas bajas para colocarlo en otra moneda a tasas más altas) comenzó a revertirse en el 2014.

Esto, junto con la Reserva Federal apretando la liquidez en dólares de Estados Unidos llevó a los dramáticos acontecimientos de este verano, que incluyó una caída de la bolsa en un 30 por ciento y a una sorpresiva devaluación del yuan en un 3 por ciento.

Con el fin de restaurar la estabilidad y respaldar la moneda, China ha estado acelerando las ventas de divisas, reduciendo su número de 3,6 billones de dólares, a 200 mil millones de dólares en 2015.

La mayor parte de estas ventas han sido los valores del Tesoro (130 mil millones de dólares a través de Bélgica hasta junio de 2015) y, probablemente, otros 100 mil millones de dólares más en las dos últimas semanas de agosto, de acuerdo con estimaciones de la Société Générale.

El impacto en EE.UU.

El revertir en el comercio de exportación de China tendrá graves consecuencias para los mercados financieros de Estados Unidos, sobre todo si se pone peor, según las estimaciones de Deutsche Bank.

“China tiene alrededor de 2 billones de dólares de pasivos ‘no pegajosos’ incluyendo los especulativos carry trades, la afluencia de deuda y las acciones, y los depósitos y préstamos de los extranjeros que podrían ser una fuente de salidas”, se dice en un comentario.

En primer lugar, si se venden más bonos del Tesoro de los que compran, el precio se reducirá y los intereses van a subir. De hecho, como las acciones cayeron un 6 por ciento desde finales de julio y los intereses del Tesoro deberían haber bajado en tanto los inversores mueven su dinero a la seguridad, estos se mantuvieron más o menos estables alrededor de 2,2 por ciento para los bonos a 10 años.

Citibank estima que los intereses subirán alrededor del uno por ciento por cada 500 mil millones de bonos del Tesoro vendidos. Si China continúa al ritmo actual, eso va a pasar en seis semanas. Esto es suponiendo que China se mantenga defendiendo el yuan, lo que sería su principal interés.

Las tasas más altas tienen un efecto multiplicador a través de los mercados económicos y financieros porque sirven como una tasa de referencia para otros instrumentos financieros, como la deuda corporativa y también pueden influir en la valoración de acciones. A largo plazo también influirá en el gasto de intereses por el gobierno federal de Estados Unidos y por lo tanto en el presupuesto.

Además, la inversión en bonos del Tesoro a pesar de los bajos intereses ha sido una apuesta en una sola dirección en la última década. Teniendo en cuenta las bajas significativas de precios en este mercado (prácticamente todos los demás mercados ya han sido golpeados, a excepción de las acciones) lo cual podría llevar a un completo pánico financiero.

Así que la afirmación inicial de que China podría meter a Estados Unidos en problemas es esencialmente correcto, ya que China tiene muchos problemas actualmente.

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