Por Israel Rabinowicz.-

Cuando el libretista del Auto Fantástico hizo su aparición con todo lo que en su momento parecía locuras de la mente, impracticables, los tiempos, muy cortos éstos, hicieron que todo quedara reducido a que la realidad superara a la ficción.

Los grandes éxitos televisivos mundiales de hoy están basados en hechos reales de la política con libretistas que dejan volar su imaginación con total libertad, mientras mayor ésta sea seguramente más próximo a la realidad estaremos, el espionaje siempre son parte del plato fuerte de las mismas. Por ello cobran fortunas, algunos millones de dólares, aquí el argumento marco de un nuevo y seguro boom editorial y televisivo.

El rubro de los espías posiblemente sea uno de los más explotados, bajo el fondo de la realidad o de la ficción se han escrito verdaderos best sellers y popularizado autores, en todos ellos los nombres e iniciales de los organismos y servicios secretos de los diferentes países se repiten, convirtieron en comunes y normales al alcance de todos, basta rastrear por internet para encontrar enseñanzas para convertirse en espía, es posible que alguna vez nos enteremos que alguno de los grandes nombres realizó sus primeros pasos en el mundo del espionaje siguiendo las lecturas en la web, si grupos terroristas declaran que armaron sus explosivos siguiendo las instrucciones que recogieron por la red, entre aprender una cosa o la otra ya resulta exactamente igual, las diferencias desaparecen, todo es posible.

El espionaje tiene algo de inquietante, y más en la sociedad actual, en que los avances tecnológicos permiten que las conversaciones sean escuchadas y nuestra imagen registrada hasta insospechados extremos, los límites no existen.

El cine ha retratado el mundo de los espías en infinidad de ocasiones. Servicios secretos de las grandes potencias, guerra fría, guerras mundiales, fuerzas de seguridad del estado en dictaduras totalitarias… todo ello hace que la emoción, la excitación y la aventura, la adrenalina sean parte importante de las captaciones, las recordadas series como Misión Imposible mucho deben haber ayudado en éste sentido.

Las historia de Marie Chilver, Fifi, la agente que seducía a espías en la segunda guerra mundial, Aldrich Hazen Ames el topo que la CNN calificó como el más dañino de la Agencia Central de Informaciones, Guy Francis De Moncy Burgess, uno de los espías del llamado Círculo de Cambridge, Oleg Penkovsky, Emil Julius Klaus Fuchs, Eli Cohen, son solamente algunos de los famosos nombres que ya son parte de la historia, al incursionar dentro de ellas se descubren razones ideológicas y políticas, aventurismo y la mayor de las veces dinero, en todas quedan al descubierto enormes fallas, muchas de ellas insólitas e infantiles, en lo rígidos sistemas de seguridad, investigación y detección dentro de los mismo organismos.

El paso de los años hizo que los servicios de seguridad y espionaje también debieran ajustarse a los tiempos, no solamente incorporando la mejor tecnología de punta, sino mucho material humano, de los mejores, son conscientes que la tecnología mucho ayuda pero no alcanza, las neuronas de la inteligencia humana deben siempre ir por delante, es irremplazable, de allí los burdos errores que se producen.

Los servicios de seguridad israelíes son considerados como uno de los mejores y efectivos del mundo, en su dedicación full time en anticiparse a los actos terroristas antes que estos se produzcan, siempre declaran que detectarlos en base a información y datos es algo casi imposible cuando se trata de individuos solitarios, no de células, que todo se diagrama, prepara y ejecuta en sus propias mentes, de allí nada sale, contra dicho sistema nada existe, solamente las casualidades. La terrible masacre en Orlando ejecutada por un “lobo solitario” es el ejemplo actualizado que no todo se puede anticipar, los mejores servicios del mundo en la mayor oscuridad buscando una aguja en un pajar.

Los grandes movimientos humanos que en la actualidad se realizan entre países, las persecuciones políticas y el último drama de los refugiados ha puesto en alerta a todos los sistemas de seguridad del mundo, los europeos, los de Estados Unidos e israelíes en primer lugar, los mortifica saber, conocer con absoluta certeza que dentro de ellos se han infiltrado los grandes espías del futuro, se han plantado futuros topos.

Los que hoy se siembran y plantan distribuidos en los más diversos sectores de la vida en cada país, pueden estar entre los brillantes estudiantes, los mejores de sus promociones, activistas políticos que crecen y avanzan dentro de los partidos, exitosos hombres de negocios que incluso pueden incursionar como proveedores en sofisticados elementos de seguridad, parlamentarios que pueden llegar a ser presidentes de comisiones por las que pasan los secretos militares mejor guardados, por ejemplo los de la OTAN, posibles futuros ministros de defensa o jefes de sus servicios de seguridad y por qué no, presidentes o primeros ministros, están plantados y dormidos durante muchísimos años, nadie los molestas, con nadie se contactan como para abrir una grieta de sospecha, todo claro, público y transparente, hasta que…

Mientras que con mi mano derecha estas líneas escribo, con la izquierda muevo el cochecito con mi nieta de menos de 2 meses en su interior, la miro, le leo la nota, le pregunto con qué mundo se encontrará de aquí a 30 años, si las potencias mundiales continuarán siendo las mismas o el mapa político se habrá alterado, cuantos nuevos topos de los ahora plantados estarán ya despiertos, ¿activos? Me mira, me responde con una sonrisa, el día ya lo tengo ganado, toqué el cielo con mis manos.

El libreto está lanzado, hay material para una exitosa serie televisiva mundial que se mantenga en el aire durante no menos de 3 años.

Hasta la próxima.

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