El Papa Francisco fue el tercer Papa en visitar la Casa Blanca y el primero en hablar ante el pleno del Congreso de Estados Unidos.

En un ambiente festivo, con gran interés de los medios y del público en general, Francisco pisaba por primera vez suelo americano cargando una importante agenda de cinco días.

Su primera parada fue la Casa Blanca, donde el Presidente Barack Obama le diera una cálida bienvenida. Seguido de esto, el Papa dio también un discurso agradeciendo la hospitalidad e introduciendo algunos temas que luego destacaría en su exposición en el Capitolio.

La inmigración, el cambio climático y la política actual de la Casa Blanca con respecto a Cuba fueron sus puntos destacados.

Fiel a su estilo, Francisco rompió el esquema, y realizó una visita que no tenía agendada a la congregación de las “Pequeñas hermanas de los pobres”, una orden de monjas católicas que ayudan a ancianos.

Vale recordar que esta orden religiosa tiene una demanda presentada contra la administración Obama por la regulación que obliga a los empleadores a cubrir métodos anticonceptivos y abortivos. Las Hermanas católicas llegaron a estas instancias ya que su religión y su libertad de conciencia se ven atropelladas por mandatos estatales.

El director de la oficina de prensa Lombardi explicó que esta visita fue un claro apoyo del Papa a la causa de las Pequeñas hermanas de los pobres.

Su discurso en el Capitolio tuvo las características del discurso que cada año el Presidente lleva a cabo para dejar constancia del estado de la Unión. Miembros de la Corte Suprema, Representantes y Senadores escucharon expectantes un discurso que conformó a ambas alas del Congreso.

«Queridos amigos, estoy muy agradecido por la invitación para dirigirme a esta sesión conjunta del Congreso en la tierra de los libres y el hogar de los valientes» fue la frase inicial de Francisco ante el público que se emocionaba al escuchar que el discurso comenzaba con una cita al Himno americano.

La decepción la sintieron los defensores acérrimos de la vida del niño por nacer, ya que el Papa no pronunció la palabra “aborto” en ningún momento, aunque en su defensa a la vida se puede leer que no se apartó del tema.

También tocó temas tales como el tráfico de armas, se refirió a los fundamentalismos, las ideologías y el cambio climático. Este último, el tema al que más trascendencia viene dando.

Luego de completar su agenda netamente eclesiástica, el Papa dará un discurso en las Naciones Unidas, visitará el Ground Zero, llevará a cabo una misa en Madison Square Garden y, finalmente, cerrará su paso por Estados Unidos, en Filadelfia donde participará del Encuentro Mundial de las Familias.

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