Por Carlos Vilchez Navamuel.-

Con el tiempo nos hemos dado cuenta de que la democracia, tal y como la entendemos hoy día, está llena de debilidades que atentan -en la mayoría de los casos- contra la Libertad y los Derechos Humanos.

Para nosotros la principal debilidad de nuestra democracia es su propia definición porque es ambigua y vaga, el DRAE por ejemplo define democracia como sigue: 1. f. Doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno. 2. f. Predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado. Como ven, esta definición permite interpretar la palabra democracia de diferentes formas, y se convierte en la razón por la cual existen tantas diferencias entre quienes la interpretan y quienes asumen el poder, no es lo mismo la democracia que se vive por ejemplo en Venezuela en estos momentos a la que se vive en Suiza. La primera es populista, autoritaria, centralizada y sus instituciones están al servicio de quienes gobiernan y no al de los ciudadanos, la segunda en cambio es una democracia abierta, totalmente descentralizada donde sus ciudadanos están protegidos por las instituciones.

La definición que nos da el DRAE sobre democracia suena bien de primera entrada, pero si la analizamos más detenidamente resulta confusa, turbia, sin duda le falta algo más que la lleve a otro nivel, en el 2001 mi hermano Ricardo envió una propuesta a la Real Academia Española para que valoraran cambiar esta definición como lo han hecho con otras palabras, su sugerencia fue así: “Democracia: Doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno en condiciones ideológicas y políticas de libertad”. Esto es importante porque se incluye la palabra LIBERTAD, hoy la mayoría de los que nos consideramos demócratas no comprendemos la palabra democracia sin libertad y sin derechos humanos, si se corrigiera el término en este sentido, evitaríamos que los populistas, autoritarios, estatistas y por supuesto los socialistas y comunistas se aprovechen de la democracia y la agredan como lo han hecho tantas veces.

http://wvw.nacion.com/ln_ee/2003/diciembre/02/opinion4.html

Ya lo comentó el escritor nicaragüense Sergio Ramírez en uno de sus artículos titulado: La democracia como mentira, donde dice entre otras cosas que “La ‘democracia populista’ no es más que un seudónimo del autoritarismo. Si hay concentración absoluta de poder, cercenamiento de la libertad de expresión; si hay miedo de los ciudadanos, si la corrupción descompone a la autoridad, estamos en los umbrales de la dictadura. De allí a la represión sangrienta hay un paso. Y el populismo es el celofán que envuelve ese regalo envenenado”.

http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/la-democracia-como-mentira-sergio-ramirez-columnista-el-tiempo/15505715

Hugo Celso Felipe Mansilla Ferre, más conocido como H.C.F. Mansilla, es un escritor y profesor argentino-boliviano que escribió un ensayo titulado “Las debilidades de la democracia contemporánea” Entre otras cosas nos dice que “Desde la Antigüedad clásica se sabe que, bajo ciertas circunstancias, los regímenes democráticos pueden degenerar y convertirse en sistemas autoritarios”.

Mansilla nos recuerda que “Pensadores cercanos a la Escuela de Frankfurt como Franz Neumann y Otto Kirchheimer, llegaron a la conclusión de que un juego democrático auténtico y pluralista es socavado paulatinamente por las formas específicas que han adoptado en la actualidad los partidos de masas, la propaganda política electoral y la cultura popular, es decir, por fenómenos propios e inherentes a la democracia moderna”.

Y añade “De modo muy sumario se puede aseverar lo siguiente. El proceso de democratización denota algunas desventajas en una sociedad altamente compleja y diferenciada. La toma de decisiones se vuelve lenta y trabajosa; la autoridad derivada del conocimiento, la experiencia, la ciencia y la ética queda reducida a la calidad de una opinión entre otras. La mediocridad emerge como el compromiso constructivo y funcional en medio de un debate moroso e interminable. Los criterios de la estética pública adoptan rasgos plebeyos y se sirven de motivos contingentes y efímeros, pero inmensamente populares y, por ello, hoy en día legítimos y casi obligatorios. Los tribunales están recargados de trabajo y tienen que juzgar cosas tan complejas que los jueces habitualmente no las entienden (del todo, por lo menos). A los partidos les falta un verdadero liderazgo, como en su época fueron De Gasperi, el General de Gaulle, Adenauer, Rooseveltl”. Y más adelante agrega “El deterioro ético y moral que se produce en la democracia actual así como en nombre del “pragmatismo”, de “los consensos” o de la “amplitud de coincidencias” justificamos los acuerdos más espurios para beneficio personal y de la continuidad en el poder. La política se ha convertido en una mercancía, esto explica, en parte, la apatía y el desinterés de la gente por la política”.

http://biblioteca.itam.mx/estudios/60-89/80/HCFMansillaLasdebilidadesdela.pdf

Como resultado de todo esto, la mayoría de las democracias de nuestra región han generado grandes males, fallas en la justicia, corrupción, enriquecimiento de los funcionarios públicos, gollerías, clientelismo político, libertad de expresión controlada, son solo algunos de esos males que en lugar de mejorar el estado democrático con más libertades y hacerlo un Estado más eficiente lo que han hecho es debilitarlo.

Por otra parte hay que reconocer que lamentablemente los demócratas en general no se han preocupado por enseñar qué es y cuáles son los alcances de la democracia, al pueblo se le enseña a votar pero no se le educa para que entienda cuáles son las diferencias ideológicas entre las propuestas sean estas democráticas populistas, progresistas, estatistas, representativas, parlamentarias o democracias que respetan los derechos humanos y la libertad,, solo pregunten a las personas a su alrededor si entienden verdaderamente los diferentes conceptos ideológicos de una u otra doctrina política sea esta social demócrata, social cristiana o progresista o como la quieran llamar.

El problema de nuestra actual democracia es que está expuesta, no tiene blindaje, cualquiera tiene acceso a ella, es una “franquicia” apetecible, fácil de vender, una herramienta política que muchos como los chavistas la han usado para sus propios fines e intereses particulares, en esta corriente nos encontramos a esos líderes de partidos políticos populistas como Podemos de España, Syriza de Grecia y al FA en Costa Rica por citar unos pocos.

Share