Por Israel Rabinowicz.-

Al momento de comenzar a escribir estas líneas en todo Israel acaban de finalizar los dos minutos en que las sirenas suenan en recuerdo a los 6.000.000 de judíos exterminados por los nazis, el país se detiene, una ceremonia que anualmente se repite a fin que las nuevas generaciones recuerden, no olviden.

David Ben Gurión, discutido y polemizado arquitecto casi absoluto del Estado de Israel para sus admiradores, instrumento de las circunstancias históricas y peligroso enemigo del régimen democrático para sus detractores, es, sin embargo, aceptado por todos ellos como personalidad consecuente en sus actos con su filosofía de vida y su aceptación de la historia. Ben Gurión sostenía, y llegó a anunciarlo desde el estrado de la Knesset, el Parlamento de Israel, contrariamente a lo que muchos historiadores suelen afirmar, que el Estado de Israel no fue resultado y consecuencia del holocausto judío en Europa durante la segunda guerra mundial. Por el contrario, afirmaba, de no haber mediado esa masacre el Estado Judío tendría hoy una reserva humana de 6 millones de judíos que eran los más consustanciados con el ideal sionista y hubieran sido los primeros en llegar a nuestro país después de la creación del Estado en 1948.

Según Ben Gurión consecuente con su idea juvenil, el Estado fue consecuencia de la acción sionista, de la redención, todo ello desde la fundación de la primera colonia agrícola, Mikvé Israel. El primer choque que produce ésta idea es un choque emocional, de acuerdo a ella el holocausto fue gratuito e innecesario ya no solo en su momento sino también a posteriori, en mirada retrospectiva.

Pareciera entonces que se alterara algún orden cósmico invisible, pero real y verdadero, que nos mantiene en un delicado equilibrio. En ese sentido, a pesar del dolor de lo irremediablemente perdido, nos resulta más tolerable asociar la tragedia con la redención, el holocausto con la formación del Estado independiente. La idea pendular mitiga el dolor de la caída porque lleva intrínseca la necesidad de sumar fuerzas para el nuevo y gran ascenso.

La carta principal fue jugada por los propios refugiados judíos cuando en su enorme mayoría declararon que solo estaban dispuestos a emigrar a Israel. Fue esa presión la que provocó finalmente la creación de la comisión anglo – americana que, a su vez, llegó a sus conclusiones casi inmediatamente después de visitar los campamentos de refugiados en Europa.

La historia depara, a veces, estas paradojas. El movimiento sionista pretendió desde sus albores construir un Estado Judío para salvar a éstos de la diáspora, no lo consiguió porque llegó tarde. Y fue precisamente esa diáspora la que le brindó la solución al sionismo en la más trágica y cruel confirmación.

Medio Oriente 2016 una verdadera bomba de tiempo por cualquier ángulo en que se lo analice en donde Israel, cualesquiera sean los contendientes, por acción u omisión estará siempre en el medio en forma directa, por ello el tema seguridad y la no dependencia de terceros es el punto central que absorbe cualquier discusión, sobre éste tema no se discute, consenso total.

Todo esto porque tememos los efectos del Holocausto y los alemanes de antes, de acuerdo a como cambien las circunstancias, pueden ser los iraníes de hoy o del mañana, todos los árabes, todos los hombres. El Holocausto es nuestra neurosis, nunca más.

Hasta la próxima.

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