Por Jorge Azar Gómez.-

Hace tiempo que vengo manifestando que quien podría frenar la demencial carrera criminal de Maduro era el Papa Francisco y la diplomacia del Vaticano.

En el día de hoy y sobre la hora, el Vaticano se manifestó y lo hizo en forma concreta y enérgica.

En un comunicado, la Secretaría de Estado del Vaticano lamentó la «radicalización y el agravamiento de la crisis» y señaló que el papa «sigue de cerca» esta situación y «sus implicaciones humanitarias, sociales, políticas, económicas e incluso espirituales».

«La Santa Sede pide a todos los actores políticos, y en particular al Gobierno, que se asegure el pleno respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, como también de la vigente Constitución»

El Vaticano, exigió enérgicamente en el comunicado que «se evite o se suspendan las iniciativas en curso como la nueva Constituyente» pues, subrayó, «más que favorecer a la reconciliación y la paz, fomentan un clima de tensión y enfrentamiento e hipotecan el futuro».

También se dirigió a la Fuerzas Armadas expresando: «en particular, a las fuerzas de seguridad a abstenerse del uso excesivo y desproporcionado de la fuerza».

En relación a la situación humanitaria, el Vaticano solicita que dado el «grave sufrimiento del pueblo a causa de las dificultades para obtener alimentos y medicamentos, y por la falta de seguridad», «se creen las condiciones para una solución negociada».

Teniendo en cuenta la firmeza del comunicado y el contenido del mismo, en el cual se dirige directamente a Maduro, a las Fuerzas Armadas, a la oposición, todo da la pauta que la diplomacia del Vaticano, comenzó nuevamente a actuar en Venezuela.

En concreto, el Vaticano exige, respeto a la Constitución, a los derechos humanos, a las libertades fundamentales, la anulación de la nueva Asamblea Constituyente, y reclamó solución al grave sufrimiento del pueblo por la falta de alimentos, seguridad y medicamentos.

Creo que ahora si, Maduro entrará en una etapa de reflexión y temor.

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