Por Israel Rabinowicz.-

Mientras está en los sanitarios de su casa un joven de 15 años, no importa en qué país del mundo, existen millones como él, sobre sus rodillas juega con su computadora, en una mano un celular de última generación, prueba, experimenta, hace volar su inteligencia, de repente se asombra, encontró una falla en los sistemas de protección de datos del Pentágono, pudo ingresar a los lugares más sensibles que hacen a la seguridad del mundo.

En paralelo otro joven, menor o mayor que el anterior, no importa desde dónde, todo ahora es a distancia, después de romper las claves de seguridad del Banco Central de la República Argentina y descubrir que sus arcas estaban vacías, que nada de allí podía llevarse, desilusionado, decepcionado por el fracaso sigue jugando y probando hasta lograr ingresar a la matriz de la computadora de los controles automáticos de un avión en pleno vuelo, los bloquea, la noticia se expande por el mundo, se estrelló un avión con 289 pasajeros a bordo.

Inmediatamente toda la prensa del mundo reacciona, Obama y Hollande en simultáneas apariciones televisivas en sus respectivos países prometen ser duros e inflexibles frente al terrorismos islámico, escriben sobre el peligro de fuego cibernético del Estado Islámico que vulneró las defensas más encriptadas de los Estados Unidas y dejó tambaleante la seguridad en los vuelos internacionales, todos los expertos israelíes en seguridad informática son consultados desde todas partes del mundo, aquí todos son expertos, de para bienes, se cotizan por cada palabra que dicen, en paralelo las empresas del sector multiplican por 10 los costos de sus servicios, en la bolsa sus acciones saltan.

Los que atentaron en Francia compraron sus armas por internet, cerca de 7.000 euros, menos que un bolso con la marca de alguna famosa modelo publicitaria, es lo que les costó a los terroristas del Estado Islámico organizar y perpetrar los ataques de París según un estudio realizado por diferentes agencias. Nada frente a lo que gastan Francia y Bélgica, a ésta lista se van incorporando otros países, presupuestadas ya en más de 6.000 millones de euros, cifras que no incluyen las pérdidas económicas indirectas que seguramente por largo superan dichas cifras.

Solamente necesitaron un puñado de Kalashnikov y municiones, chalecos suicidas fabricados por los propios insurgentes (con una batería y un botón), así como coches y apartamentos alquilados, lo que muestra la poca financiación necesaria para poner en jaque a un país entero, desatar una oleada de ataques aéreos en Siria y elevar las alertas de seguridad alrededor del planeta.

Según diferentes informes de los servicios de seguridad de los países, los ingredientes químicos para los explosivos se pueden conseguir en farmacias por entre 5 y 10 euros para cada dispositivo, mientras que los tornillos usados en los cinturones de los tres atacantes que se inmolaron en las cercanías del Stade de France habrían costado unos 150 euros por cada dispositivo.

El operativo fue realizado por unos ocho atacantes. Los dos apartamentos de la capital francesa desde los que organizaron todo (uno alquilado por una semana y el otro por tres días) habrían costado unos 680 euros.

El alquiler de los automóviles Volkswagen Polo, Seat Leon y Renault Clio que los investigadores dicen que fueron usados para llevar a los yihadistas desde Bruselas a París costaron menos de 600 euros, asumiendo que fueran rentados por una semana, incluyendo la gasolina y los peajes.

Finalmente, se puede comprar un Kalashnikov en la Unión Europea por entre 300 y 700 euros, mientras que 2.000 balas de calibre 7,62 (el más común en los ataques del viernes) se consiguen por 500 euros en Internet. Con los tres Kalashnikov usados en el ataque al Bataclan y otros tres encontrados en uno de los autos, la cifra asciende a los 5.400 euros.

Rusia envía y pone sus pies en Siria con una poderosa flota aérea, naval y terrestre, no llegó de paseo, lo hace para quedarse por largo tiempo, mientras sus fuerzas bombardean y ataca a un sector los Estados Unidos lo hacen contra otros, unos para que Assad se quede, los otros para que se vaya, nada previamente compaginado y acordado, Siria ya es un país dividido, cada uno esperando para quedarse con su porción.

Un avión ruso es derribado por haberse introducido un poco más de 1 segundo, léase bien, sí un poco más de un segundo, dentro del espacio aéreo turco, lo mismo ya había sucedido en reiteradas oportunidades, en ésta deciden tirarlo abajo, las amenazas cruzadas de represalias ya comenzaron, el tema de la independencia del Pueblo Kurdo tan sensible para Turquía puede ser una de ellas. Putin no es de aquellos que amenaza para luego rápidamente retroceder, tiene serias intenciones de convertirse en el principal jugador en Oriente Medio, la zigzagueante y difusa política de Obama lo permite.

Israel, en alerta máxima mira y espera, por el lado interno la intifada de los cuchillos y las mujeres en pleno auge, por el externo la experiencia enseña que siempre será actor principal en cualquier conflicto, bajo el amplio paraguas protector del Estado Islámico hay para todos los gustos, todos caben allí, hasta los beduinos del Sinaí que atacan a la fuerzas egipcias también hoy dicen que lo son, total mañana pueden decir otra cosa.

En la zona se percibe que algo está por cambiar cuando por primera vez los principales periódicos de Abu Dhabi salen al unísono declarando que Israel no es su enemigo, tampoco de sus vecinos, al contrario, es clara señal que presumen que el núcleo duro del Estado Islámico tiene los ojos depositados sobre ellos, esas sí serán acciones coordinadas, recién Obama se dará cuenta que con discursos no alcanza, atacar los Emiratos es como atacar el corazón de los intereses económicos de los Estados Unidos, el tiempo dirá. Es válido aquí repetir el conocido refrán: “cuando veas las barbas de tú vecino rasurar pon las tuyas en remojo”.

Los problemas para Europa aún está por llegar, son los millones de refugiados sirios que esperan para partir y que serán utilizados políticamente, Turquía amenazando con abrir los grifos, Grecia como país de paso que de repente encuentra la manera de devolver atenciones a Europa, especialmente a la Señora Merkel cuando los obligaron a arrodillarse para aprobarles un plan de salvataje económico.

Por hoy alcanza, hasta la próxima.

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