Por Oscar Dufour.-

La Santa Sede reconoció por primera vez al Estado Palestino en un documento oficial. El Santo Padre en la Plaza de San Pedro proclamó santas a dos monjas Palestinas, la semana pasada había recibido al Presidente de Cuba Raúl Castro.

Ciudad del Vaticano.- Todos los días el Papa Francisco, no deja de sorprender ya no solo a sus fieles, sino también al mundo. Para quienes tuvimos el privilegio de conocerlo bien de cerca cuando residía en nuestro País, no dista de las acciones que cotidianamente emprendía el entonces Padre Jorge, cuando era el Arzobispo Primado de la República Argentina; en esencia es el mismo, pero a la vez distinto, ahora tiene otra dimensión y una luz maravillosa que alcanza los confines de la tierra.

“Es mejor una Iglesia herida, pero que hace camino, que una Iglesia enferma porque se cierra en sí misma”, fue el mensaje de Twitter vaticano que coincidió con la llegada a San Pedro, del Presidente del Estado Palestino Mahmud Abbas. Es que Francisco hace de la diplomacia un apostolado, y en la permanente y calificada prédica papal se resume la esencia de su Pontificado.

El encuentro con el Presidente Abbas, quien fuera otrora mano derecha de Yasser Arafat, se concreta tres días después que la Santa Sede notificó el reconocimiento oficial del Estado de Palestina, y luego de las intensas tratativas diplomáticas para encontrar una solución pacífica en medio Oriente, donde el Papa Francisco, propone para la resolución definitiva del histórico conflicto que el Estado árabe mantiene con Israel, la vigencia de “dos Estados”. “Eres un ángel de la paz”, así lo recibió Su Santidad al Presidente Abbas, centrando su atención en el mandatario, luego de haber realizado una profunda acción pastoral en Mayo de 2014, durante su visita de entonces a Tierra Santa, donde fijó posiciones respecto a Palestina.

El Papa Francisco logró ahora con el reconocimiento oficial a Palestina, concretar el entonces mensaje que resumía su intención política y diplomática, “ha llegado el momento de reconocer el derecho de los Estados a existir”; esta vez, lo volvió a resaltar para el tan ansiado acuerdo bilateral anunciado el miércoles pasado y que se firmará en un futuro, todavía con fecha abierta. Francisco es consciente de la desconfianza de Israel, e insistió en que los “puentes del diálogo para la Paz” tienen que mantenerse abiertos.

En junio de 2014, Francisco comprometió al entonces Presidente del Estado de Israel, Simón Peres por la paz en Oriente medio, y logró reunirlo con Mahmud Abbas para rezar juntos en el Vaticano, expresando que “para conseguir la Paz se necesita valor, mucho más que para hacer la guerra”. Esa misma premisa, lo animó en la reunión que mantuvo con el Presidente de Cuba, Raúl Castro, acercándose con la humildad y la sabiduría que lo caracteriza, con los heridos y olvidados por la Iglesia.

Así como tiene un especial y extraordinario significado que “la bandera de Palestina ha ondeado en el Vaticano”, la reunión de la semana pasada, con Raúl Castro fue también de singular alcance, fueron 55’’ donde además Francisco, no solo privilegió a su visitante que había llegado para expresarle su agradecimiento, sino también provocó la inesperada declaración del mandatario cubano; “salí impresionado por su sabiduría, por su modestia y todas las virtudes que sabemos que tiene. Yo, y el círculo dirigente de mi País, leo todos los días los discursos del Papa; y le dije que si sigue hablando así volveré a rezar y volveré a la Iglesia Católica y no es broma”.

Recordemos que semanas atrás, el Presidente de EEUU Barack Obama, luego de intercambiar opiniones con el Papa Francisco, levantó después de 55 años, el histórico bloqueo que mantenía con el régimen comunista cubano.

Este domingo, en la Plaza de San Pedro, Francisco volvió a sorprendernos, en una ceremonia que duró dos horas, ante la presencia de más de 2000 fieles y el Presidente del Estado de Palestina Mahmud Abbas, canonizó a dos monjas nacidas en territorio de Palestina; convirtió en Santas a Marie Alphonsine Ghattas, fundadora de las Hermanas del Más Sagrado Rosario de Jerusalén, y a Mariam Bawardy, creadora de un Convento Carmelita en la ciudad Cisjordana de Belén.

Su Santidad el Papa Francisco, es consciente que algunas de sus actuaciones “levantan ampollas” en los sectores más conservadores de la Iglesia Católica, y también más extremos de otras religiones, y no pocos compatriotas; al tiempo que brega por la Paz mundial, se preocupa por las libertades, por la situación de los cristianos que son martirizados, y por el flagelo del terrorismo islamita. Pero aunque algunos critiquen su apostolado, Francisco está convencido de que este tiene que seguir siendo su camino. Tal vez habrá llegado la hora de que muchos de nosotros, cambiemos; y hagamos un esfuerzo por interpretar con amplitud “sus señales”.

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