Por Germán Gorraiz López.-

El conflicto ucraniano habría significado el retorno a la Guerra Fría entre Rusia y EEUU y el retorno a la Doctrina de la Contención, cuyas bases fueron expuestas por George F. Kennan en su ensayo «Las fuentes del comportamiento soviético», publicado en la revista Foreign Affairs en 1947 y cuyas ideas principales se resumen en la cita “el poder soviético es impermeable a la lógica de la razón pero muy sensible a la lógica de la fuerza”.

En este contexto se incluiría la entrada de Finlandia en las estructuras militares de la OTAN y el incremento de fuerzas militares con 4 nuevos batallones desplegados en la frontera europea con Rusia que tendría como réplica por parte rusa la instalación en Bielorrusia de misiles Iskander-M dotados de ojivas polivalentes así como misiles antiaéreos S-400.

¿Está cerca la firma de la Paz en el contencioso ucraniano?

Putin busca un Acuerdo de Paz que establezca que Ucrania no entrará en la OTAN y que el contencioso ucraniano quede perfilado con la división de Ucrania en dos mitades, quedando el Este del país (incluida Crimea y el Mar de Azov) bajo la órbita rusa mientras el Centro y Oeste de la actual Ucrania navegarán tras la estela de la UE, con lo que Putin logrará el control total del Mar de Azov mientras Ucrania aseguraría su salida al Mar Negro.

Respecto a EEUU, la pérdida del control del Congreso por los demócratas tras las elecciones intermedias de noviembre supondrá que los republicanos fiscalicen las futuras ayudas en armamento a Ucrania estimadas hasta la fecha en 45.000 millones dólares vigente hasta el mes de junio así como incrementar el rastreo minucioso de dicho armamento para evitar su paso al mercado negro armamentista.

Así, el ex presidente de EEUU Donald Trump (2017-2021) aseguró en sus redes que «nunca hemos estado tan cerca de la III Guerra Mundial» y que debe haber un «compromiso total para desmantelar el grupo de poder neoconservador globalista responsable de arrastrar al mundo a guerras interminables». Por su parte, el posible candidato republicano Ron DeSantis, afirmó que «Washington tiene «muchos intereses nacionales vitales, pero enredarse aún más en la disputa territorial entre Ucrania y Rusia no es una de ellas».

Biden estaría ya pensando en presentarse como candidato demócrata a las Elecciones Presidenciales del 2024 por lo que centrará su interés en la política doméstica, en reducir la desbocada inflación y evitar la entrada en recesión de la economía estadounidense en el 2023.Ello podría facilitar un próximo encuentro personal entre Biden y Putin que desembocaría en otoño del 2023 en un acuerdo de Paz entre Ucrania y Rusia, proyecto que intentará ser torpedeado por la trama ideada por la inteligencia británica y liderada por Polonia para implicar a la OTAN en el conflicto ucraniano.

¿Intenta Polonia torpedear el Acuerdo de Paz en Ucrania?

Polonia busca convertirse en un actor local en el avispero de Europa Oriental y extender su influencia hasta la zona ucraniana al reclamar su derecho a incorporar al mapa polaco la región ucraniana de Lviv que ya fue ocupada por Polonia de 1918 a 1939.

Así, según el director del Servicio de Inteligencia Exterior (SVR) de Rusia, Sergey Naryshkin en declaraciones a RIA Novosti » los líderes de Polonia tienen la intención de celebrar referéndums en el oeste de Ucrania para lograr la anexión de los territorios de Lviv, Ivano-Frankivsk y la mayoría de los oblasts de Ternopil en Ucrania».

Dado el actual estancamiento de la campaña militar en Ucrania y en el paroxismo de la paranoia bélica, los globalistas estarían preparando la extensión del conflicto al país vecino de Georgia. Así, según el director del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR), Serguéi Naríshkin, » Occidente intenta convencer a Georgia de que ahora sería un buen momento para recuperar las regiones separatistas de Abjasia y Osetia del Sur a fin de abrir un segundo frente contra Rusia».

En 2008, Georgia entró en guerra con Rusia por el control de las regiones georgianas de Osetia del Sur y Abjasia que cuentan con mayoría de población ruso-parlante y culminó con la derrota del ejército georgiano y su retirada de las dos regiones que mantienen desde entonces una independencia de facto.

Dichas operaciones contarían con las bendiciones de los Globalistas encabezados por Soros y tendrían como objetivo hacer cristalizar el sueño obsesivo de los globalistas encabezados por Soros y la Open Society Foundation (OSF) de conseguir la balcanización de Rusia, “la ballena blanca que Soros lleva décadas intentando cazar”.

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