Por Jorge Azar Gómez.-

Un interesante informe alerta, sobre la falta de preparación de los jóvenes profesionales, a los que no se les ha preparado curricularmente para ocupar cargos con técnicas actualizadas.

Por esto, estamos frente a una generación que en su mayoría son «inempleables», ellos son los profesionales y empresarios que han sido rebasados por la competitividad de su entorno, no adaptándose al » cambio de actitudes » que deben de adoptar.

Según los expertos «hay muchas personas que están buscando empleo y no lo encuentran porque saben hacer cosas que no se necesitan».

Mientras la Unión Europea y varios países, que piensan en la juventud y en su progreso, están desarrollando y potenciando programas sobre las «carreras del futuro» y otros han creado los liceos sobresalientes para poder darle una formación especial a estudiantes de alto nivel intelectual, en Uruguay, el que sabe y estudia debe detener el avance de sus conocimientos a efectos de que el que no tiene capacidad o la vagancia lo anula llegue a su nivel, si es que logra llegar.

En una palabra, las autoridades no han encontrado el camino para incentivar la inteligencia ni para fomentar el esfuerzo de los que se han quedado atrás.

O sea que no han sabido ordenar sus ideas para poder orientar a la juventud en lo que significa estudiar para tener un puesto asegurado en este siglo.

Es que sólo aquellos que posean una preparación universitaria de alto nivel tendrán más posibilidades de afrontar los desafíos laborales del siglo XXI, muchos expertos, van más lejos aún, y aseguran que lo ideal es estudiar varias carreras complementarias.

Una buena elección de la carrera universitaria constituye un objetivo prioritario.

Sobre todo, si se tiene en cuenta que 5 de cada 6 de las categorías educacionales proyectadas para tener el más alto porcentaje de crecimiento requieren al menos un título de grado y constituirán un tercio de todos los puestos de trabajo.

En Uruguay observamos, no con sorpresa, que la improvisación ha llevado a que se reciban un contador cada 12 horas, un abogado cada 8 horas, un médico cada 18 horas, 1 enfermero cada 12 horas, 1 psicólogo cada 24 horas y así en cada carrera universitaria.

En Uruguay no se analiza nada, no se analiza la necesidad que tendrá el país en los futuros decenios, los ingresos y los años de duración de las carreras no dependen de ninguna norma. Nadie ha estudiado por qué casi un 40% de los universitarios abandonan sus estudios.

Mientras en Uruguay todo se improvisa, en la Unión Europea, se analiza desde hace años las ocupaciones que gozarán de mayor demanda y se ha llegado a la conclusión de que al menos la mitad de las 20 que más crecerán en los próximos años están relacionadas con la tecnología de la computación, los cuidados de la salud y la educación.

La informática y las comunicaciones son dos de los campos que gozan de la mayor demanda en el mercado laboral y la tendencia continuará.

«En la actualidad, las mejores oportunidades de empleo provienen de compañías dedicadas a las telecomunicaciones. Esto continuará debido a la intensa fiebre por lograr una globalización total», afirma Michelo Borgo, analista de sistemas con más de 10 años de experiencia en la Informática.

Incluso, según el informe se espera que los empleos vinculados con la computación crezcan más rápido que cualquier otro tipo de trabajo en las primeras décadas de este siglo.

De hecho, los ingenieros en computación, especialistas de asistencia en computación, analistas de sistemas de computación y administradores de bases de datos serán los puestos más requeridos: se estima que su demanda se incremente 108, 102, 94 y 77 por ciento, respectivamente.

Otras profesiones relacionadas con estas áreas son técnicos en computación, diseñadores de páginas en la Internet, programadores, animadores tridimensionales, coordinadores de efectos especiales y administradores de redes.

Biotecnología, mientras la computación impactó el siglo XX y marca nuestro paso hacia el futuro, algunos expertos aseguran que el sector que revolucionará el siglo XXI es la Biotecnología. Es decir, la ciencia que busca la utilización de organismos vivos o partes de los mismos para obtener o modificar productos, mejorar plantas o animales y desarrollar microorganismos para objetivos específicos.

Algunas de las carreras universitarias que se relacionan estrechamente con esta ciencia son: técnicos en bioquímica, bioquímicos, biofísicos, microbiólogos, biólogos e ingenieros químicos.

Atención de la salud, el área de los cuidados de la salud será otro de los más desarrollados. Los estudios de la U.E. muestran que el 20 por ciento de los empleos de los próximos años estarán vinculados con la salud.

Esto incluye desde el personal de asistencia y cuidado a los enfermos, los asistentes de médicos, los consejeros, los técnicos en información de la salud, los asistentes de terapeutas físicos, los terapeutas respiratorios, asistentes dentales y técnicos quirúrgicos -que serán más demandados, según el estudio- hasta los ya conocidos médicos, enfermeros, dietistas y especialistas en Rayos X, ultrasonido y MRI.

«La población que llega a la tercera edad está creciendo sorpresivamente (52 por ciento en los próximos 20 años). Por lo tanto, las profesiones que tienen que ver con los cuidados de la salud en esta área gozarán de muchas oportunidades de empleo en el mercado laboral», asegura la doctora Maritza Martínez, directora médica de las clínicas Panamerican/CAC en Miami, Florida.

Servicios sociales, la necesidad de maestros calificados para la enseñanza de generaciones por venir está también en crecimiento.

Los informes demuestran que en esta década un 20 por ciento de los empleos serán generados por los centros educativos.

«Durante los próximos diez años, más de la mitad de los maestros actuales se estarán retirando. Por lo tanto, el mercado laboral en el área de la docencia necesitará profesores experimentados», confirma Kate Kaibni, directora de Vault.com, un sitio en Internet que se especializa en recursos humanos.

Si el Gobierno piensa en asegurar el futuro de nuestra juventud, debe trabajar entre otros puntos en las profesiones que requieren altos niveles de educación, pues serán las carreras universitarias de este nuevo siglo.

Hasta el momento ha quedado demostrado que en Uruguay no hay expertos en planificar la educación para el futuro, teniendo en cuenta la experiencia que tiene la colectividad docente en Europa y Estados Unidos, creo que no es agraviante ni perder la soberanía, si se contratan técnicos en la materia para asesorar y formar a la cúpula de nuestra enseñanza en el tema.

Seguramente llegó el momento de mirar para adelante, de planificar el futuro de la «generación del milenio» , concretar una política seria al respecto , educar a la juventud, pero simultáneamente hay que educar a los que educan, pues sin formación actualizada es imposible que puedan educar para el futuro.

La enseñanza estuvo en manos de voluntariosos y curiosos, que en los 15 años pasados,, con su incapacidad,hipotrcron el futuro de nuestra juventud y lo que es peor la alejaron de los centros de enseñanza.

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