Por Carlos Vilchez Navamuel.-

¿Cómo puede haber justicia social cuando esos mismos que la “pregonan” inventan privilegios para unos pocos? ¿Cómo puede haber justicia social cuando imponen impuestos a una mayoría para darle privilegios a unos pocos? ¿Cómo puede haber justicia social cuando las minorías se imponen ante las mayorías? ¿Cómo puede haber justicia social cuando inventan desastres para beneficiar a pequeños grupos de poder? ¿No les suena más bien todo esto a INJUSTICIA SOCIAL?

Wikipedia define este concepto así: “La justicia social solo puede definirse a partir del hecho concreto de la injusticia social.” Y sigue: “Los temas que en realidad interesan a la justicia social se encuentran la igualdad social, la igualdad de oportunidades, el Estado de bienestar, el tema de la pobreza, la distribución de la renta, los derechos laborales y sindicales, etc.” ¿Es eso cierto? ¿No será eso un invento de demagogos para utilizar a las masas? ¿Acaso no utilizan los políticos estas palabras constantemente para convencer a los electores que voten por uno u otro bando? ¿No es el comunismo el que más acude a estas palabras para buscar adeptos? ¿Utilizó la Iglesia Católica los mismos métodos que los políticos? Pareciera que sí, mientras las élites de la iglesia católica han vivido por siglos disfrutando las mieles del poder, la tal justicia social es solo el estribillo para sus mezquinos intereses.

Cuando se habla de Justicia Social se piensa en general que estas dos palabras tienen un sentido especial, pero como bien lo dice Miguel Ángel Sanz “Por mucho que se lea sobre justicia social, es prácticamente imposible encontrar una definición. Y aclara que “Ni la define el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia. Ni la define el Catecismo de la Iglesia Católica. A pesar de que el Catecismo dedica todo un capítulo a la justicia social”.

Tampoco los que dirigen las ideologías como el comunismo, la social democracia o el social cristianismo están exentos de esos intereses, además, se creen los señalados, son los estatistas que piensan que el Estado no solo debe de resolverle los problemas a las personas, si no que asumen la creencia de que ellos son los que deben de decirle a las personas qué hacer y cómo hacerlo con regulaciones coartando la libertad del individuo.

Alexis Kaiser, Director Ejecutivo de la Fundación Para el Progreso (Chile) escribió hace unos años que para “el filósofo marxista Louis Althusser, las palabras y los conceptos pueden servir como verdaderos «explosivos o venenos» y su captura constituye una parte esencial de la estrategia revolucionaria anticapitalista. Probablemente no exista un concepto más nocivo para la estabilidad y prosperidad de una sociedad en el sentido de Althusser que el de «justicia social».

Y añade “A pesar de haber sido una de las causas centrales en la ruinosa crisis actual de las sociedades occidentales, la idea de justicia social se presenta aun por sus partidarios -los más de ellos bien intencionados- como un principio de incuestionable validez ética y como la aspiración máxima de un orden económico y social. Convertido en dogma, basta su invocación para dividir el mundo entre buenos y malos, siendo sus partidarios los primeros y sus detractores los segundos. Una discusión de fondo, sin embargo, permite esclarecer el carácter profundamente inmoral de esta idea, así como su potencial destructivo y falaz fundamentación. En su formulación clásica, la idea de justicia social apunta a la redistribución de riqueza. Supone que es injusto que algunos tengan más riqueza y oportunidades que otros y apela a la corrección de la injusticia -o desigualdad- mediante la intervención estatal”. https://www.elcato.org/el-espejismo-de-la-justicia-social.

Recientemente nos encontramos un comentario muy interesante de Guillermo Rodríguez titulado La “justicia social” no es justicia, ni es social, ni es civilizada” Rodríguez explica entre otras cosas que “Justicia social es un tópico que abarca desde la filosofía política, economía y sociología a la conversación coloquial y la propaganda política. En realidad, se trata de una promesa vacía de campañas electorales; una excusa del poder para justificar cualquier intervención política en la vida y en las propiedades de los ciudadanos”.

El mismo autor dice “Debería alertarnos que esa esquiva justicia “social” sea administrada por políticos y burócratas más que por jueces o tribunales. Asimismo, debería también alarmarnos que los políticos y burócratas que la administran nunca expliquen qué entienden por “justicia social”, que se limiten a nociones triviales como «mejorar las condiciones de los desfavorecidos». Su terminología sin significado preciso, como el “bienestar social”, no define a qué se refieran realmente.

Justicia social es un rótulo grandilocuente para la injustificada e impracticable, pero generalizada e ingenua creencia según la cual “el gobierno debe poner remedio a todas las miserias, de cualquier especie que sean”. Y no porque falte un significado un tanto más estricto”. https://es.panampost.com/guillermo-rodriguez/2019/02/09/la-justicia-social-no-es-justicia-ni-es-social-ni-es-civilizada/?cn-reloaded=1

El sitio Más Libertad publicó el 24 de abril pasado un artículo muy interesante (que recomendamos leer) que refiere al pensamiento de Thomas Sowell un pensador y economista conservador libertario estadounidense de 88 años de edad. El título de la nota dice “Thomas Sowell habla sobre la sutil tiranía de la justicia social” Además afirma que “La libertad, la responsabilidad personal y las interacciones voluntarias son un medio mucho mejor que la justicia social para ayudar a las minorías”.

La nota destaca que tras el fallecimiento de Jean-François Revel, Sowell quedó como uno de los máximos representantes de la oposición al modelo de pensamiento de lo «políticamente correcto”. En su libro “La visión de los ungidos” (1995) Sowell observó que “un grupo élite de estadounidenses, sin haber sido nombrado por nadie, declaró su moralidad superior y su papel crítico en la corrección de los errores de la sociedad”

La misma fuente agrega que “la descripción de Sowell fue bastante profética y sigue siendo relevante hoy, más de dos décadas después de la publicación del libro. Los ungidos de hoy continúan teniendo la arrogancia de creer que es su papel, con su visión e ideas superiores, rescatar a las víctimas de la «opresión» de la sociedad al imponer su voluntad colectiva sobre los demás. Los ungidos -una clase informal formada por miembros de instituciones de medios de élite, académicos y políticos progresistas- creen que su función es rescatar a las clases victimizadas y desfavorecidas. Su mecanismo predeterminado para corregir las injusticias percibidas es invariablemente el Estado”. https://maslibertad.com.co/thomas-sowell-sobre-la-justicia-social/

Como ven, hablar de justicia social en la actualidad es pura demagogia, dos palabras que se unen para “encandilar” a los más ignorantes y a los que menos tienen, si lo que propusieran fuera cierto en Venezuela no estaría pasando las calamidades que sufren hoy día los venezolanos con su Socialismo del Siglo XXI que prometió la tan cacareada justicia social convertida hoy en una VERDADERA INJUSTICIA SOCIAL para la mayoría.

Bien lo dijo Platón hace muchos años “La peor forma de injusticia es la justicia simulada”.

Share