Por Carlos Vilchez Navamuel.-

Parece mentira que en pleno siglo XXI existan todavía regímenes que tengan presos políticos como los hay en Venezuela. La huelga de hambre encabezada por Leopoldo López, junto a otros detenidos y estudiantes, ha sido una muestra de su fortaleza física, mental y espiritual.

Como se sabe, Leopoldo López, el líder de Voluntad Popular y de la oposición venezolana tiene más de un año de permanecer en la cárcel, recordamos aquí ese triste día cuando lo apresaron, llevaba aquella camisa que decía “EL QUE SE CANSA PIERDE” la frase sin duda alguna contiene más que un simple mensaje a la ciudadanía, Leopoldo lo tenía claro, su lucha por la libertad y la dignidad de todos los venezolanos sería inclaudicable, así ha quedado demostrado a través del tiempo.

Desde la cárcel de Ramo Verde, ha tenido que soportar los vejámenes del sistema carcelario venezolano, aun así tuvo la valentía y la capacidad de convocar a una manifestación pacífica que se realizó hace solo unas semanas y como algunos lo saben fue todo un éxito.

Sus carceleros (Maduro y su pandilla) le han violado sus derechos fundamentales, han irrespetado sus derechos carcelarios en múltiples ocasiones para que sea visitado por sus familiares, abogados y le han coartado su derecho de ser visitado por algunos ex presidentes de varios países.

López se puso en huelga de hambre con el propósito de exigirle al gobierno entre otras cosas, libertad para los presos políticos, fecha para las elecciones parlamentarias, y el cese de la represión y la censura. Permaneció así treinta días mal atendido y perdió 17 kilos.

Su esposa, Lilian Tintori, al conocer la noticia de que Tibisay Lucena, la rectora del Consejo Nacional Electoral (CNE), anunció que las elecciones Parlamentarias se realizarán el próximo 6 de diciembre, le dirigió a su esposo una carta de puño y letra informándole que lo habían logrado, que dejara la huelga.

Una vez depuesta la huelga, el líder de Voluntad Popular fue claro y le pidió a los otros 103 huelguistas a que terminaran la huelga y siguieran su ejemplo. “Como nuestro pueblo nos ha dicho: los necesitamos sanos, llenos de vida para lograr la paz y la libertad para todos los venezolanos (…). Venezolanos: les juro que jamás me rendiré; no lo hagan ustedes. El que se cansa pierde y jamás nos cansaremos”.

Más adelante añadió: “Asumimos esta protesta no para morir, sino para que todos los venezolanos podamos vivir dignamente. La huelga de hambre es un método de lucha; la levantamos, pero la lucha continúa. Estoy convencido de que la Unidad y todas las fuerzas democráticas están más preparadas que nunca para dar esta batalla”.

Ojalá los venezolanos pasivos comprendan de una vez por todas el sacrificio de Leopoldo López y de tantas otras personas que han sido maltratadas, perseguidas, humilladas, torturadas, encarceladas y asesinadas por estos gobiernos chavistas siendo inocentes. POR TODO ESTO, HAY QUE RESCATAR LA DEMOCRACIA y RECUPERAR LA LIBERTAD Y LA DIGNIDAD DE LOS VENEZOLANOS.

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