Frauke Petry es madre, científica y líder del más exitoso fenómeno nacionalista del país desde la Segunda Guerra Mundial.

Frauke Petry lidera un nuevo partido populista que se ha convertido en la fuerza del ala derecha más significativa de Alemania desde los Nazis.

Cuando Frauke Petry, la líder del partido Alternativa para Alemania está por ofrecer un discurso los miembros del partido AxA (Alternativa por Alemania) cuelgan grandes carteles por todas las principales calles de la ciudad, que rezan: “Frauke Petry está llegando”. Y para cuando se está acercando la hora señalada  del discurso,  la policía comienza a reunirse, y quienes no la aprueban también, para protestar contra una mujer conocida por sus enemigos como “Adolfina”  o  “La Fuhrer”. Cuando se anuncian eventos más importantes, cientos de asistentes se dan cita con carteles que dicen “Votar la AxA  es muy 1933” y comienzan a arrojar tortas de barro sobre los líderes del Partido. En  ocasiones, unos cuantos de estos logran interrumpir el discurso de Petry.

Frecuentemente, Petra, de 41 años, cabello corto y figura en línea, llega tarde a las reuniones programadas Viaja constantemente, y por lo general sin una meta electoral inmediata -tengamos en cuenta que las próximas elecciones federales recién tendrán lugar en el segundo semestre de 2017-  salvo para enunciar su partido y su candidatura. Al igual que la mayoría de los actuales políticos Alemanes, Petra da cumplimiento con la moratoria nacional del carisma, aunque sus presentaciones se parecen más a un tour de una celebrity. Su público parecería sorprenderse, y dudan si es apropiado que durante sus presentaciones se tomen tantas fotografías.  Pero, apenas una persona comienza a tomar fotos, el recinto se llena de los casi-inaudibles “clic” de los celulares tomando fotos.

Petra ve en la presencia del público que protesta una oportunidad para sacar más puntos a favor. “No somos esa clase de personas que quieran silenciar las voces de los opositores” es lo que les dice a su audiencia. Hubo una ocasión en una pequeña ciudad de Bavaria, Laundau-an-der-Isar,  en que sacando un panfleto que había sido distribuido fuera del recinto y leyéndolo en voz alta, usando un tono de maestra que ha interceptado una nota que se estaba circulando entre el alumnado, preguntó: “Les pregunto a Uds.: piensan que la mujer debe estar en la cocina? Están en contra de la protección del medioambiente? Tienen Uds. tendencia a ser homofóbicos, xenofóbicos, o de extrema-derecha? Si es así, entonces Uds. han concurrido al lugar adecuado. Les agradezco su voto!!  El recinto se llenó de un silencio sepulcral, y Petry lució una adecuada sonrisa.  “Seguramente todo eso debe haber sido escrito por alguien con coraje y muy bien informado, y es posible que quienes así piensen deberían hacerse presente y decirnos de dónde sacaron estas ideas.”  El auditorio estalló en aplausos y vítores!

Se vio que alguien, como de unos 16 años, de aspecto nervioso, muy rubio, se acercaba a la plataforma. La audiencia estalló en burlas, pero Petra pidió silencio y se dirigió al jovencito:

“Te cederé el micrófono por unos momentos para que puedas explicar de dónde tomaste la idea de que la mujer debería permanecer  en la cocina”.

“Por supuesto que NO creo  eso” contestó el joven con un acento profundamente bávaro. “Son sus partidarios aquí presentes los que así piensan”. La audiencia protestó, pero Petra les pidió silencio y se dirigió al muchachito “Te dejaré el micrófono por un ratito para que puedas explicarte.

“Por supuesto que YO no pienso así” aclaró el muchachito con su marcado acento bávaro. “Son sus propios seguidores aquí presentes los que así piensan”.

“Me estás repitiendo tu hipótesis”, le dijo Petry inclinándose hacia él desde el escenario, “pero yo preferiría que nos justifiques tu postura”. El muchacho medio que dudó, confundido, y varios de los presentes se unieron a él. Una adolescente entre el público, comenzó a hacer uso de la palabra empleando una notas escritas que tenía, diciendo por ejemplo que el  partido AxD “negaba” el cambio climático. A lo que Petry la interrumpió “debes acercar más el micrófono a tu boca” al tiempo que marcaba con sus pies el tiempo demasiado lento que empleaba la adolescente para hablar.  Y la jovencita le preguntó a Petry: “Tu partido sostiene que el CO2 no es peligroso, sin embargo cómo me explicas a mi -y a todos los presentes- ¿por qué la gente está muriendo por polución en el aire en China?”

Y Petry le contestó: “Soy química. “El problema no es el CO2 -es el nitrógeno y el óxido sulfúrico que producen el smog. Y muchísima gente comete este mismo error. Pero déjame hacerte una pregunta: ¿Si disuelves CO2 en agua y la temperatura sube, obtendrás más o menos CO2?”  Esta es una pregunta capciosa que le hace con frecuencia Petry a sus oyentes.

La jovencita contestó: “Más”. Significando que habría más CO2 en la atmósfera.

Y Petry le respondió: “Es exactamente erróneo”, refiriéndose al agua. Y dirigiéndose a la audiencia les dijo: “Existe una enorme cantidad de información equivocada en todos”.

“Cuando te fijas lo que se dice en los libros de texto escolares, nadie se sorprenderá que crean en este tipo de resultados”.

Durante la siguiente media hora, Petry siguió corrigiendo los argumentos que presentaron los oyentes, y señalándoles que ella estaba muy preocupada porque la juventud Alemana estaba siendo erróneamente guiada en sus estudios, lo cual exasperaba aun más a los asistentes que protestaban, más que nada por la pedantería que mostraba.  Pero la audiencia se calmó cuando Petry finalmente dio comienzo a su discurso.

Hace décadas que la extrema derecha alemana ha sido representada por una fuerza muy limitada, sobre todo por unos pocos defensores que fueron siempre muy fáciles de reconocer –en los sesenta y setenta fueron algunos exNazis con dedos teñidos por la nicotina; en los ochenta y noventa por los “skinheads” vestidos con pantalones y camperas de cuero… Pero Petry es otra cosa, es diferente: representa firmeza –es una ex mujer de negocios, que tiene un título en Química, madre de cuatro hijos de su matrimonio con un pastor Luterano. Durante el mes que la acompañé  este último verano en su recorrida por toda Alemania, logró atraer una audiencia formada por políticos y científicos de laboratorios, que le escucharon muchas frases vertidas en Latín, y abarcó discusiones sobre temas que fueron desde la cultura Germánica hasta las cantatas de Bach.

Petry no es precisamente una oradora brillante. Sus discursos tienden a ser casi aburridos, durante los cuales emplea frases y temas tecnocráticos, y se nota que se siente más cómoda cuando cita estudios económicos antes que discutir la vida de gente común. Claramente se le nota en su interpretación de  diferentes temas, su adhesión a los puntos de vista extremistas del AxD.  A principios del corriente año, Petry dijo que, a la luz del reciente flujo de refugiados, (que en su mayoría huían de Siria), muy probablemente la policía se vería obligada a abrir fuego contra los grupos numerosos que intentaban cruzar la fronteras ilegalmente.  En Abril, el Partido declaró que los pañuelos que cubren la cabeza deberían ser prohibidos en las escuelas y universidades, como también las “minaretes”. Los adherentes del Partido pidieron que se realice un referéndum sobre si no se debería abandonar el euro; para que se vayan las tropas aliadas estacionadas en Alemania desde 1945; para que la currícula escolar se focalice más sobre los temas que “identifiquen más positivamente” los episodios más edificantes en la historia de Alemania y no tanto sobre los crímenes del nazismo. Pero, lo que más hondo caló fue la declaración: “EL ISLAM NO TIENE  CABIDA EN ALEMANIA”.

Conforme a las pautas de los EEUU, especialmente teniendo en cuenta la era de Donald Trump, las actuales políticas de Alemania son decorosas, como mínimo. Pero aun cuando el estilo filoso de Petry  es en muchos aspectos  lo opuesto al de Trump, su crecimiento tiene en muchos aspectos varias similitudes con las de él. Por ejemplo, ella también llegó a la política más tarde que muchos otros y se alegra de ser, lo que se considera en política una “extrapartidaria”. Al igual que Trump, la mayoría de las veces actúa por insinuación, ventilando teorías conspirativas de derecha, no ya para causar algún revuelo de quejas, sino para producir que los miembros se junten bajo la idea de ‘creencias compartidas’. Igual que él, ha sido acusada de cometer faltas financieras. Igual que él, castiga a los medios acusándolos de tener preferencias liberales, pero al mismo tiempo se esfuerza por llamar su atención. Tanto Petry como sus colegas han logrado con gran maestría dominar el arte de los ciclos de noticias, al punto tal que cualquiera que visite Alemania, con solo escuchar la radio o leer los periódicos no serían señalados por pensar que el AxD es el partido que está en el poder.

Hace dos años, el AxD obtuvo las primeras bancas en parlamentos regionales. (Petry resultó electa al parlamento de Saxony, uno de los 16 estados federales de Alemania). A principios del corriente año, las encuestas nacionales mostraban que el AxD  contaba con el 15% de apoyo/aprobación nacional, o sea tres veces más que la aprobación que tuvieron otros partidos de derecha y que es mucho más que lo necesario para lograr entrar al Bundestag para las proximas elecciones a realizarse en 2017.  Vale mencionar, por ejemplo, que en la reciente elección efectuada en Mecklenburg, Pomerania, que es el Distrito Electoral de la Canciller Alemana Angela Merkel, el partido de Petry  (AxD) obtuvo más del 20% de los votos y estuvo muy cerca de Merkel, que pertenece a la Unión de la Democracia Cristiana, que la relegó (a Merkel) al tercer lugar. Hace una semana, el AxD logró obtener su primera banca en el Parlamento Nacional de Berlin, que ha sido tradicionalmente un fortaleza de la social-democracia pero que esta vez hizo su peor elección de la historia en esa ciudad.

Los partidos Populistas estuvieron creciendo fuertemente en toda Europa, y actualmente ejercen el poder en Hungría y Polonia, pero el resurgimiento de la extrema-derecha en Alemania resulta inequívocamente alarmante, por dos razones principales: una por su historia -hay que recordar que la constitución post-guerra se diseño precisamente para restringir en lo posible la influencia del populismo- y en segundo lugar por su posición dominante en el continente. “Confío en que el futuro nos traerá un Canciller apellidado Petry”,

Se le escuchó decir recientemente al lider del Partido de la Libertad de Austria. Si bien ese futuro anhelado todavía dista de hacerse realidad, igual se debe reconocer que el AxD ya es el fenómeno más exitoso de la extrema derecha de Alemania desde la Segunda Guerra Mundial.

Conocí por primera vez a Petry en Abril en la oficina que tiene en el Parlamento del Estado Sajón, un edificio modernista, gris, en pleno centro de Desden, que incorpora las ruinas de las oficinas de gobierno que fueron destruida por los bombardeos Aliados durante el ataque de 1945.  Estaba en ese momento en la oficina de prensa, preparando la convención anual del partido AxD y dictándoles a dos de sus asistentes una notas que se iban a colgar en su página de Facebook. Detrás de ella había unos estantes que contenían una serie de panfletos encuadernados y decorados con etiquetas en las que se podía leer: “Merkel debe irse”. Petry me invitó  a seguirla hasta su despacho, donde pude ver que tenía a la mano una biografía de Merkel que seguramente había estado leyendo.  Fue cuando me dijo: “Ella es como yo: del Este y también es una científica como yo, así que me puedo entender con ella en muchos sentidos”. Puedes notar que es una mujer que ahora ha entrado en la vida real, porque cuando Merkel era joven, no sabía vivir las pasiones”.

A medida que la conversación nos llevó al surgimiento del AxD, Petry me dijo: “Se podría decir que somos el resultado de Merkel”. Con esto me quiso significar que el AxD le debe su popularidad al anuncio que hizo Merkel en Agosto 2015 de que Alemania iba a aceptar la entrada de cualquier persona que buscase ser un refugiado. (El año pasado llegaron 1.1 millón de refugiados ).  Merkel sostenía que debido a la historia de Alemania, tenía la obligación moral de hacer frente a la crísis humanitaria. “Lo podemos hacer”, dijo –lanzando el llamado a la solidaridad que dio como resultado exactamente lo opuesto. Esa frase suya electrificó a la derecha alemana, que salió a acusar a la Canciller de querer poner en venta el país para poder así “pulir” su cosmopolita imagen en el exterior. Fue así que los votantes comenzaron a volcarse hacia el AxD, y muchos de ellos eran votantes del  partido de Merkel.

Hubo varios eventos este año que exacerbaron este vuelco hacia la derecha. En vísperas del Año Nuevo, grupos de hombres provenientes de Medio Oriente y Noráfrica comenzaron a vagabundear por Colonia, y comenzar a producirse ataques sexuales y asaltos contra cientos de mujeres que estaban celebrando en el centro de la ciudad. La Oficina de la Policía Federal Criminal de Alemania hizo una analogía con los casos de grupos de acoso sexual que aparecieron en el mundo Arabe -como por ejemplo los que aparecieron durante las protestas en la Plaza Tahrir que fueron los más famosos- y los crímenes que rápidamente la imaginación pública estableció como un fenómeno específicamente islámico. Posteriormente, en Julio se produjeron durante toda una semana una serie de ataques muy violentos, que no tenían nexos entre sí, pero que señalaba que los perpetradores eran de origen Musulmán: un adolescente Afgano, refugiado, que juraba su lealtad a ISIS hirió a cuatro personas con un hacha, en un tren que estaba llegando a Würzburg; un Germano-Iraní con una pistola atacó y mató a cuatro personas en un shopping de Munich; en Reutlingen, pequeña ciudad cerca de Stuttgart, un refugiado Sirio armado con un machete asesinó a una mujer embarazada de nacionalidad Polaca, dentro de un negocio donde ambos trabajaban y que se supo luego fue un crimen pasional; el caso de un Sirio que pedía ser aceptado como refugiado fue un caso psiquiátrico. Cuando hablé con Petry al poco tiempo, se refirió de manera despectiva a lo que ella calificaba como una tendencia liberal a suprimir las verdades políticamente inconvenientes. “Los grandes medios periodísticos de Alemania siempre son muy cuidadosos con lo que informan. Nuestros opositores políticos se niegan terminantemente a reconocer que estos ataques sean el resultado de la inmigración ilegal y del sistema de fronteras abiertas”.  Según ella, los ataques tienen una única y simple explicación: “Todas estas personas que están entrando en Alemania vienen ya acostumbradas a moverse dentro de circunstancias sociales absolutamente diferentes”.

Le pregunté a Petry si alguna vez había tenido contacto con alguno de estos refugiados, y me dijo que ella había estado en una visita oficial a un campo de refugiados. “Es verdad que la calidad de las habitaciones no eran lujosas. Pero así como noté que tenían alimentos en los estantes que estaban en las paredes, también había excremento en las paredes –o sea que vi como era el comportamiento, e inmediatamente pensé: Esto no va a dar buenos resultados”. Y me dijo que, la mayoría de los refugiados eran una amenaza para los valores contemporáneos de Alemania, como los que tenemos y se refieren a la separación de la iglesia del Estado y la libertad de expresión de los medios. Por momentos ella justificaba sus puntos de vista mediante largas frases sobre la historia del Islam y la modernización cultural de Europa. Y por momentos, citaba a clérigos Musulmanes que según ella, concordaban con ella, o bien hacia mención de estadísticas sobre los fracasos de la integración. Pero en general se inclinaba más hacia una especie de folclor populista. Adoptando una actitud más parecida a “una cuestión de hecho” me dijo que, por ejemplo: Los que buscan asilo deben presentarse cada tanto ante las autoridades para que les informen su status, tal día a tal hora, pero muchas veces llegan tarde, a veces una hora o dos”. Y como al pasar me dijo:”Si eres un alemán y te presentas quince minutos fuera de hora, ya está, se terminó!!”. Cuando le pregunté si Alemania no estará pronto precisando de trabajadores más jóvenes para reemplazar la población laboral que está envejeciendo y sin reemplazos a la vista -que es un argumento muy común de quienes proponen políticas liberales de inmigración- se rió y me contestó: “Para ser franca, no me imagino ni veo a ningún hombre musulmán limpiándole el trasero a un viejo jubilado alemán…”

La semana pasada, Merkel públicamente admitió que su determinación original de permitir la entrada de tantos inmigrantes había sido un error. Para luego agregar: “Si yo pudiese, haría retroceder el tiempo varios años para poder prepararme mucho más y el gobierno tambien”. Para luego agregar que aquel slogan que rezaba “Lo podemos hacer” fué una mera fórmula vacía, y que había subestimado el gran el desafío que esta decisión implicaba. Se llegó así al momento cúlmine de tantos meses de pedalear en reversa en respuesta al momento electoral del partido AxD y a las críticas dentro de su propio partido. Posterior a los ataques sexuales producidos en Colonia, procedió rápidamente a la expulsión de refugiados que hubieren cometido actos criminales y llegó a un acuerdo con el Presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, por el cualse reducia la cantidad de Sirios que crucen a Europa. Después de los ataques recientes, el Ministro del Interior de Merkel, Thomas de Maiziére hizo conocer su pedido para prohibir el uso del burka, según una gran variedad de lugares públicos –apropiándose de una línea partidaria del AxD.  Asimismo, el gobierno anunció una nueva Ley de Integración, que le otorga al estado el poder de determinar donde pueden vivir los refugiados y además los obliga a aprender el idioma Alemán, asi como tambien tomar clases sobre historia y cultura del país que les brinda asilo. Tanto en el partido de Petry (el AxD) como el de Merkel (Unión Democrática Alemana) subyace la presunción de que los inmigrantes no quieren aprender el idioma alemán, en ambos partidos piensan, pero no lo dicen, que estos programas de estudio no han sido “remosados” ni provistos de fondos suficientes desde hace muchos años.

Hasta aquí, este viraje a la derecha no ha logrado frenar el crecimiento del AxD, y son muchos los políticos de otros partidos que se muestran alarmados por el poder alcanzado por el AxD que le permitirá modificar las políticas del gobierno. La representante del partido de izquierda más importante, el Die Linke, Sra. Kerstin Köditz, quien frecuentemente ha cjhocado con Petry en el Parlamento de Sajonia, me reconocíó que esta Ley de Integración muy probablemente resulte contraproducente. Y dijo: “Actualmente, la gente está bajo sospecha hasta tanto prueben lo contrario. Los inmigrantes están privados de todos los derechos fundamentales, como ser el de elegir el lugar de residencia. La Ley les provee un trabajo pero solamente les pagan ochenta centavos por hora. Esa cantidad es apenas una décima parte del salario mínimo. Se está creando un clase de ciudadanos de Segunda Clase –un pre-requisito de pobreza para poder integrarse.”

Quizá parte de esta ley podría haber sido aprobada, incluso sin   el voto del AxD, pensó Köditz, pero la influencia del Partido lo habría hecho muy duro. El resultado demostró la precaria posición de Merkel, en un sistema en el que gobernan por medio de coaliciones es la norma. “¿Continuará el partido de Merkel siendo un partido moderado, que represente a amplios sectores de la población?” Y Köditz opinó:”De ser así, entonces se producirá un vacío para la derecha, que el AxD podrá fácilmente ocupar. O bien el AxD empujará al partido de Merkel hacia la derecha?? De ser así, posiblemente el partido de Merkel comience a perder votos pero en el mediode todo le podría estar restando votos al AxD. Y sin embargo cuanto más unidos se muevan los partidos, lo más posible será que el AxD llegue a formar parte del Gobierno. Todo será cuestión de tiempo.”

Una mañana del mes de Mayo, tuve un encuentro con Petry en un spa termal en las afueras de Munich donde ésta había concurrido para relajarse antes de asistir a una reunión en el microcentro, La atmósfera era relajada, con jubilados que flotaban en la piscina, haciendo ejercicios leves, pausados. Petry se había cambiado a un traje de baño enterizo azul oscuro.  Se sumergió en el agua, eligió un andarivel y comenzó a nadar, con buen estilo. Me quedé algo rezagado, chapoteando sin dirección alguna junto a un comerciante de nombre Wilfried Biedermann, perteneciente al AxD y encargado de organizar las presentaciones de Petry en Bavaria. Entre sus obligaciones, de algun modo incluyeron traer un traje de baño Speedo para que yo pudiese usar.  Después de nada cuarenta largos, Petry nos hizo señas de que había terminado.  Cuando salió de la piscina nos señaló un cartel que informaba a los nadadores que se entraba en la parte más honda -escrito en alemán, francés, inglés, turco y árabe. “Vaya, vaya… también en árabe ahora” dijo sonriendo.

Nos dirigimos hacia las piscinas de agua caliente y Petry se ubicó frente a un chorro de agua, mientras Biedermann operaba los controles. “Esto es una de las cosas que se hicieron bien en el Este”. Opinó. “Ellos te entrenaron para que sean verdaderos atletas”.

A lo que Petry contestó:”Yo no diría eso; ellos querían que yo fuese una gimnasta -tenía el físico para eso- pero en modo alguno yo me iba aceptaría unirme a ése circo…”

Petry había nacido en Dresden en 1975. Su madre era una química industrial y su padre fué un ingeniero que no fué nada felíz bajo el Comunismo y trató de escapar hacia Alemania Occidental tres veces, hasta que finalmente lo logró en 1989, poco antes de la caída del Muro de Berlin. El resto de la familia se le unió poco tiempo después, afincándose en un pequeño pueblo cerca de Dortmund. Petry me comentó que: “los berlinense orientales que vienen al Oeste cargan con un cruel estereotipo y le sacan provecho a todo. Yo soy de esa clase…” En su adolescencia, tomó clases de idiomas después del horario de clases, y también clases de canto, y asi lograba juntarse con algún dinero extra tocando el órgano de la iglesia los domingos.

Fué cuando cursaba la escuela secundaria que conoció a quien después sería su esposo, Sven Petry y ejecutaba el órgano en la iglesia del padre de éste. “Sven viene de unas cuatro o cinco generaciones de pastores; y yo me enamoré de él por su cerebro. Êl quería estudiar química, como yo, pero yo pensé que con un químico en la familia ya era suficiente. De modo que acordamos en que él estudiaría teología”. Convencida en que debía perfeccionar su Inglés, Petry obtuvo su título de química en el Reino Unido, para luego regresar a Alemania en 1998.

Ambos, Petry y Sven  cursaron y obtuvieron sus respectivos Doctorados en química y filosofía en Göttingen, ciudad donde nacieron sus dos primeros hijos. Posteriormente, Sven se convirtió en el pastor de una pequeña localidad cercana a Leipzig, donde nacieron otros dos hijos.

En el 2009, Petry gano un premio a los emprendedores e invirtió el dinero del premio en formar una compañía de quimicos que ya había iniciado con su madre. La empresa no creció lo suficientemente rápido como para cancelar sus deudas, y tras cinco años Petry no tuvo más remedio que solicitar su propia quiebra –algo poco común en Alemania, pero si muy común en los EEUU.  Sus acreedores le iniciaron juicio; eventualmente el caso se cerró cuando llegaron a un acuerdo, pero los periodistas especializados no dejan nunca de regodearse/especular con el estado de sus finanzas.

En medio de toda la lucha por la compañía química, la madre de Petry se topó con un artículo publicado en la Internet que mencionaba un partido político que se llamado “Alternativa Electoral 2013”.” Dicho artículo se refería al euro, las políticas para la familia, y la energía, y hacía un llamado para que se establezcan políticas con más democracia directa”, según recuerda Petry. Dicho Partido, que no tardó en cambiar su nombre por el de

“Alternativa para Alemania” (o AxD por sus siglas en alemán), había sido formado originalmente por un grupo de economistas y periodistas que sintieron que los habían traicionado cuando Merkel quebrantó su promesa  de no ayudar a Grecia a salir del quebranto. Petry se puso en contacto con los fundadores y colaboró en abrir una oficina en Leipzig. El lider del Partido, Bernd Lucke, economista pro-libre mercado, de suaves modales, que estaba convencido que el Euro no era una moneda insostenible en el tiempo. Pero además, otros miembros fundadores del Partido, pedían que se impongan medidas más rígidas respecto de la inmigración, medidas que fueron pronto apoyadas por más y más personas, sobre todo en lo referido al endurecimiento de las reglas para inmigrantes. Petry tuvo la sensación de que Lucke no se estaba adaptando a las exigencias de los asociados, y fué así que durante la Asamblea Anual del Partido del año pasado Petry logró el control.

Su “cómplice” resultó ser el Lider del partido  de la zona Norte Rin-Wesfalia, de nombre Marcus Pretzell, con quien sostiene actualmente una relación. Esta pareja, ambos divorciados de sus anteriores esposos, son actualmente inseparables, compartiendo publicidades por lo cual su relación se ha convertido en “pasto que alimenta los pasquines” de manera permanente y que resulta toda una novedad para el sistema político Alemán. El fenómeno Petry-Pretzell complica la imagen que siempre tuvo Petry, como de una figura de integridad maternal; que  siempre la mostraba sentando a sus niñas sobre su regazo durante las reuniones partidarias, pero en cambio, ahora todo eso ha cambiado y se la suele fotografiar navegando en lanchas, bares de hoteles, y reuniones Cumbre en los Alpes. El que ahora se haya transformado en una representante glamorosa le ha valido una cierta sospecha y no poco oprobio entre muchos miembros del Partido, pero muchos más la perdonan. Y cuando he hablado con varios de ellos, me han expresado su orgullo porque ahora cuentan con una dirigente del Partido que ha alcanzado el nombramiento estelar por meritocracia y derrotado las “elites” de los partidos que venían “reinando” desde décadas.

Durante la conferencia, Petry y Pretzell lograron llenar el salón con sus propios seguidores, que espantaron a los gritos a Lucke cuando éste exhortaba al Partido a suavizar la imagen de extremistas. La facción de Petry, en cambio, aplaudió su mensaje, en el cual afirmaba con vehemencia que el AxD existiría más alllá de las categorías políticas convencionales y que se tenía que ignorar todo lo que de ellos pensaban los extra-partidarios. Pocas horas después, mediante votación, Petry reemplazó a Lucke.

Cuando conocí a Lucke, calificó a Petry no como una ideóloga sino como una oportunista. En sus palabras me dijo que “Un partido nuevo siempre atrae toda clase de gente que ven un nuevo futuro profesional para una carrera que de otro modo no tendría éxito”. Tambien me dijo que al principio sospechaba que los motivos por los cuales ella se negó ayudarlo para sofocar las salvajes teorías conspirativas que circulaban entre grupúsculos del Partido –como por ejemplo que Alemania actualmente no era un estado sino más bien una empresa que cotizaba en el Mercado de Valores de Frankfurt. Petry en realidad no quería arriesgar la perdida de votos si negaba estos rumores. “Asi comencé a percibir que ella haría lo que fuere con tal de sostener su posición dentro del Partido, aun cuando ella misma no creyese en él” fué lo que me confesó Lucke mismo.

De acuerdo con la teoría de Hajo Funke, experto en la extrema derecha de Alemania y que la ha volcado en su reciente libro “SOBRE CIUDADANOS E INCENDIARIOS ENCOLERIZADOS” de reciente publicación, la tendencia de Petry a contemporizar podría ser un activo crucial del partido AxD.  Según su explicación, el Partido que ella preside está fundamentalmente dividido. De un lado están los adherentes más moderados, que básicamente emitiran un voto de protesta que resulta básico para el AxD; y del otro lado están los que él llama “el núcleo más rancio” de los seguidos fanatizados –como por ejemplo Björn Höcke,  un ex profesor de historia quien ha opinado que las “estrategias reproductivas” de los africanos están dirigidas a hacer desaparecer la etnia Germana de la población de Alemania. Al comienzo Petry habia representado el enganche que unía a ambas alas según Funke, pero ahora ella se notaba vulnerable porque el núcleo más duro había triunfado y logrado mudar al partido AxD aun más a la derecha. Y concluyó comentándome que “Ahora el Partido está en manos de los más radicalizados miembros”.

Cada Lunes en la ciudad de Dresden, se reunen unos cuantos miles de ultranacionalistas que protestan por las calles de la ciudad, en lo que ellos llaman “el paseo de las tardes”.  Durante una semana de abril me uní a ellos. Los “skinheads”  o “cabeza rapadas” marchaban junto a personas ya mayores y padres de aspecto muy gentíl que trataban de mantener a los niños en fila. Algunos portaban baners en los que se veia la cabeza envuelta en un chal y el nombre era

“FATIMA MERKEL,  o  “ADOLF MERKEL” luciendo el conocido brazalete Nazi pero que en lugar de tener la típica swástica se podía distinguir el signo del Euro. Por momentos la gente rompía en cánticos al grito de: “TIERRA, LIBERTAD, TRADICION!!”  y  “VETE A TU PAIS ALI!!”. La organización de estas protestas se debe al trabajo que realiza un movimiento conocido por el nombre de PEGIDA -que es un acrónimo que representa en alemán: Patriotas Europeos Contra la Islamización del Oeste- que también organiza estas marchas por toda Alemania. Oficialmente, este grupo NO está aliado al partido AxD, pero los grupos comparten muchos adherentes.

Me desconcertaba ver entre los carteles que portaban muchos de los participantes un gallardete amarillo en el que se veía un zapato de cuero marrón. No faltó una voz que me iluminó mi desconcierto al decirme que ese zapato “representa el Zapato o Bota de la Unión”

Cuando giré para ver quien era que me sacaba de mi deconcierto me encontré con un hombre rubio, bajo, joven de unos cuarenta años, que además me aclaró “Fué el símbolo de la Guerra de los Campesinos de 1524”. Dicho esto se identificó con su nombre -Andreas Kucharicky- para luego llevarme hacia los hombres que portaban esos carteles -que eran sus colegas en una empresa constructora en la cual él era un Ingeniero. Les pregunté si todos ellos participaban cada semana de estas marcha que organizaba PEGIDA, pero me dijeron que  Kucharicky sí lo hacía. Alcancé a detectar a corta distancia un cartel con el rostro de Petry, fulgurantemente angelical. Y fue entonces que Kucharicky dijo: “Ese es el rostro de nuestra próxima Canciller!!”

Nos retiramos de la Plaza del “Viejo Mercado” hacia la principal avenida de la Ciudad de Dresden. Sin ocultar su satisfacción Kucharicky me comentó: “Aquí es donde los comunistas realizaban sus grandes desfiles”.  Le pregunté acerca de cuándo fué que él comenzó a considerarse un nacionalista? A lo que me contestó: “Más o menos cuando se realizó la protesta de 1999 para conmemorar las victimas del bombardeo aliado de Dresden de medio siglo antes. La policía disolvió la marcha, argumentando que fué infiltrada por los neo-nazis, sorprendiendo mal a Kucharicky. “Esta actitud no tenía sentido. Eran Alemanes  que pretendían homenajear a Alemanes que fueron arrestados por Alemanes” comentó con tristeza.

A medida que continuamos marchando Kucharicky me señalo unos adolescentes sentados a las mesas de un McDonald’s y me comentó: “Ahí están, sentados mientras la nación se les está alejando de ellos”. Se lo notaba disgustado porque pensaba que eran tantos sus connacionales que eran inmunes al patrioterismo, y se refirió a Merkel como “la abolicionista de Alemania” que es el nuevo termino poplar que se está empleando que proviene de una publicación hecha por Thilo Sarrazin, miembro del directorio del Bundesbank Aleman titulada “ALEMANIA SE AUTO-ABOLICIONA.  El libro salió a la venta en 2010 y se vendieron más de 1.5 millones de ejemplares, y en él se trata todo, desde las altas tasas de crímenes cometidos por inmigrantes hasta las muy bajas tasas que podrían ser en parte atribuidas a factores genéticos entre los Musulmanes.

El éxito alcanzado por este libro de Sarrazin reveló un importante cambio en la opinión pública. Durante décadas Alemania estuvo orgullosa de NO ser orgullosa –de confrontar abiertamente su pasado y de aceptar el principio de culpabilidad colectiva. Había desarrollado una identidad polítical basada en el respeto y cumplimento de las leyes y normas del estado, antes que cualquier sentimiento cultural y étnico de Germanismo (o germanófilía?). A resultas de esto,  cualquier exteriorización de patriotismo que resultase incontrovertible en otros países, eran tabú en Alemania. Pero, cuando la memoria del Tercer Reich regresa al presente y la última generación de perpetradores y víctimas desaparecen, la nación ha vuelto a verse a sí misma de manera diferente. El partido AxD está captando votantes, como lo es Kucharicky, que quieren que Alemania vuelva a ser un país normal nuevamente, sin sentirse avergonzados por su nacionalismo.

En las semanas siguientes, entable correspondencia con Kucharicky. En los que me envió volcaba sus perspectivas nacionalista sobre los hechos actuales: empleaba la palabra Vaterland con ironía. En ciertos modos, se mostraba como el típico partidario/adherente del AxD. Pero por otro lado, descubrí que realmente NO existe ningun partidario/adherente típico del AxD, porque en definitiva el Partido atrae votantes que tienen una muy diversa variedad de intereses y motivos de quejas. Cuando asistí a reuniones, conferencias, desayunos típicos con salchichas blancas, cenas, parrandas bien tarde a la noche, me topé con diferentes clases de ellos. Por ejemplo, conocí un médico que venía de Kiel a Sajonia para reclamar por sus tierras ancestrales que habian sido confiscadas por los Comunistas; tambien conocí a un Gerente de sección de la Mercedes  que tuvo que recibir atención médica cardiológica cuando se enteró que Merkel había aceptado rescatar a Grecia de su quiebra; conocí un hombre que era Germano-Vietnamita que se había afiliado al AxD porque era el único Partido que hablaba sobre la influencia global de la C.I.A.; tambien conocí a un aspirante a piloto para la línea aerea United Airlines que admiraba a Trump quien lo hizo decidirse porque el AxD era el partido que más se acercaba  a su equivalente Alemán; conocí un arquitecto, muy callado, quien pensaba que mayoritariamente el partido estaba algo desgoznado pero que aun así seguía unido, sobre todo porque estaba en lo cierto con respecto a la economía. Me encontré con muy pocas mujeres. (Los afiliados son en un 85% hombres).-

En Abril, poco después de que el AxD publicó su declaración de que “El Islam no tiene cabida en Alemania”, Aiman Mazyek, que lidera el Concejo Central Musulman, públicamente comparó al Partido con los Nazis. Invitó a Petry para intercambiar puntos de vista en un cónclave a realizarse en Berlin. Otros dirigentes del Partido olfatearon la posibilidad de peligro, pero Petry aceptó la invitación.

Rodeados de un importante cuerpo de miembros de la prensa Alemana, Petry y Mazyek –un corpulento exconsultor de medios, de 47 años, se reunieron  en un salón de directorio del segundo piso del Hotel Regent.  La discusión escaló a un tono más alto cuando Petry acusó a Mazyek de pretender imponer la ley de la Sharia en Alemania, que era un reclamo popular infundado. En respuesta a esto, Mazyek mostró lo que él dijo ser un regalo –un copia gigantesca de la Ley Fundamental Alemana, que fuera escrita y aprobada en 1949, bajo la supervisión de los Aliados. Mazyek había estampado su firma junto al Artículo 4, que garantiza la libertad religiosa.

Petry aquí se vió en un brete. Si rechazaba este regalo, estaría faltándole el respeto a la Constitución Alemana; y si lo aceptaba, sus afiliados dirían que estaba capitulando frente al califato. Se levantó, salió rapidamente del salón y les dijo a losreporteros que ofrecería una breve conferencia de prensa en el lobby del Hotel. Mazek ofreció su proia conferncia de prensa, y los reporteros debieron elegir a cual se presentarían. La mayoría prefirió a Petry. “Le he preguntado al Sr. Mazyek si él estaría dispuesto a aprobar el casamiento entre una persona Cristiana o incluso un ateo, con un Musulmán. Y no me pudo garantizar que el Islam no domina este tipo de relaciones. Hemos asistido a esta reunión para que nos den garantías y no nos han dado ninguna”.

A modo de neutralizar el daño, las palabras ofrecidas por Petry fueron más o menos efectivas, pero claramente se notaba que reconocía que la reunión había sido un error. “En Facebook dije que le hemos dado una lección” fué capaz de admitirme posteriormente. “Pero nadie pudo darle una lección a nadie”.  Cuando más tarde le pregunté a Mazyek al respecto, éste admitió que se produjo una muestra de dominio de escena. “A decir verdad, no fuimos a la reunión con expectativas sino que nos acercamos al AxD con la esperanza de dejar en claro que ellos tenían una agenda inconstitucional”. La construcción de la frase había logrado mostrar que el partido “AxD es incapaz de mantener discusiones democráticas”.

Para luego continar diciendo, “El AxD utiliza la crisis de los refugiados para fomentar la propaganda del miedo en la mente de sus seguidores. Los insultos y la islamofobia que a diario recibimos ha conducido a la desacralización de los sitios de rezo, y el bullying en las calles.” De acuerdo con estimaciones publicadas por el Ministerio del Interior de Alemania, la violencia contra extranjeros aumentó en más del 40% durante el año pasado. Se han producido 665 asaltos a refugios para refugiados -un promedio de casi 2 por día- que incluye 55 actos incendiarios, y hubo más de cien ataques contra individuos.

Los ataques más conspicuos  resultaron ser los producidos en Sajonia, que es el estado de Petry. A comienzos del corriente año en Chemnitz, un grupo de Neo-Nazis atacaron y golpearon severamente a una adolescente tunesina de 13 años.  En Bautzen, pequeño pueblo cercano a la frontera Checa, una gran muchedumbre vitoreó y aplaudió cuando un refugio de asilados estalló en llamas. En Clausnitz, otra multitud atacó un bus que transportaba refugiados hacia un refugio.

Los ataques se llevan a cabo rodeados de una atmósfera siniestra de complicidad municipal. La policía intentan mantener su intervención al mínimo posible, y la intervención de la justicia rara vez llega a un proceso judicial, en parte porque son poquísimos los testigos que ofrecen su testimonio. En un pueblo donde se produjo el ataque con una bomba incendiaria sobre un hogar de una familia de inmigrantes, un bombero voluntario que ayudó a apagar las llamas, se descubrió después que había sido quien lanzó la bomba Molotov que provocó el incendió.

En los pueblos que padecen la recesión económica, en su mayoría en el Este, que es donde la anti-inmigración es más fuerte, el odio a los nuevos arribos no ha impedido que la gente se aproveche de su presencia.  El gobierno ha invertido millones de euros en la construcción de casas para albergar refugiados, que los interéses locales han aceptado como una forma muy extraña de estímulo económico. El ataque perpetrado en Clausnitz fué dirigido por un adherente al AxD llamado Frank Hetze, cuyo hermano, otro afiliado al AxD, resultó ser el director del refugio. Posteriormente se supo que la familia Hetze estaba relacionada con una empresa fabricante de metales, que le vendía contenedores a los centros de refugiados de Leipzig, que eran usados para acomodarlos temporalmente.

Al día siguiente del ataque en Clausnitz, Petry organizó una conferencia de prensa durante la cual acusó a los refugiados del ómnibus por haber incitado a la violencia. “Los refugiados que llegaban en el ómnibus estaban haciendo gestos innombrables –posiblemente gestos obscenos”, declaró. Cuando se le repreguntó si entre la gente hubo miembros del partido AxD, ella respondió que “el tema necesita ser investigados más a fondo”. Cuando más tarde yo le dije que la afiliación al AxD de los atacantes había quedado claramente establecido, visiblemente molesta, lanzó primero: “Eso no es cierto!” Para continuar aseverando que “No se pudo comprobar la participación de ningun afiliado del AxD en NINGUNO de los ataques, o como sea que Ud los llame”.

Volví a insistir,preguntándole si no consideraba que la retórica del AxD no habría contribuido a la violencia, a lo que contestó visiblemente molesta:”Esa es una de las típicas preguntas del periodismo Alemán”.”Lo primero que Uds. debería preguntar es QUé ES LO QUE ESTá PROVOCANDO QUE HAYA TANTOS CASOS DE ACTOS ILEGALES EN ALEMANIA??” Por supuesto que grandes masas suelen descontrolarse. Muchos de los Sajones que protestan conservan la paz, y sin embargo nadie habla de ellos”.  Y continuó hablando cada vez más rápido, diciendo: “Debemos diferenciar entre CAUSAS y SINTOMAS. Y para eliminar los síntomas, primero hay que eliminar el problema”. Después de todo, si no existiesen los inmigrantes, no se habrían producido las protestas.

Durante el invierno pasado, realice el primero de varios viajes al principal centro de Berlín donde se procesan los refugiados, no muy lejos de donde vivo. Dicho centro está en Moabit, un barrio donde antes vivían familias de la clase obrera pero que hoy se ha convertido en un barrio de clase media-alta. Este centro donde se procesan datos de refugiados es conocido por el acrónimo LAGESO, que en Alemán representa Oficina Estatal para la Salud y Bienestar –que así reza en una placa adherida al frente del edificio que ocupa toda una manzana, frente a un pequeño parque. Pegado al edificio principal, hay un lote vacío donde se ha instalado grandes carpas para que la gente pueda esperar ser atendidos. Se ve que hay guardia al frente, pero ninguno de ellos intento impedir que yo entre al sitio.

Cada una de las carpas tenían piso de madera y bancos alrededor del perímetro. Los inviernos berlineses son sumamente fríos y húmedos, y las familias se apiñaban lo más cerca posible de unos ductos blancos por donde se filtraba un aire caliente. Los hombres se paceaban ida y vuelta, sosteniendo entre sus manos gigantescos vasos de plástico que contenían té o botellas de agua mineral que se les repartía a quienes lo deseaban. Estas carpas se llenaban todo el día, con la llegada de los buses de donde descendían refugiados que se notaban exhaustos, provenientes de los campos de Berlin que venían a solicitar oficialmente el asilo. Sentí que mis ojos se atrajeron a los zapatos de la gente. Noté que en muchos de ellos, el calzado estaba prácticamente cayéndose a pedazos, seguramente por las largas jornadas de caminatas que les llevó llegar hasta este sitio. Unos pocos lucían calzado nuevo y lustroso –seguramente producto de alguna compra hecha a través de conexiones en Berlin o el acceso a alguna cuenta bancaria.

Allí conocí a un joven –con cierto aspecto de pandillero—de unos 18 años, procedente de Aleppo, de nombre Muhammed Fateh. Estaba apoyado contra uno de los ductos por donde salía aire caliente, bebiendo te. Noté que sus dientes le habían colocado el típico corrector de ortodoncia para enderezar su dentadura, vestía pantalón de gimnasia y una remera sin mangas. Me dijo que él y su padre habían abandonado Aleppo durante el bombardeo ruso de Enero. Que al principio se habían refugiado en un pueblito vecino. Pero que cuando regresaron a su hogar se encontraron con que había solamente ruinas. “No se podía creer. Se había ido todo, todo, todo” fueron sus palabras. Pero en su tono se notaba algo de indiferencia, como si estuviese relatando un hecho algo menor, como si estuviese hablando de algún accidente de automovilístico sufrido en otro lugar y por otra gente. Quizá él no quería hacerme sentir mal al relatarme los detalles.

Fateh hablaba un inglés bastante correcto, y cuando no se sentía seguro de alguna pronunciación o frase, se expresaba en un tono inquisitivo o dubitativo. Claramente demostró que estaba ansioso por comenzar a aprender el idioma alemán, y confiaba que podría conseguir una vacante en alguna escuela Alemana. Debe la sensación de que para él, lograr asimilarse no le presentaba un gran desafío. Pero el padre no ofrecía esa misma esperanza, sino más bien se lo notaba muy destruido. Estaba tirado sobre el piso, con la mirada puesta fijamente en los soportes metálicos de la carpa. Un familiar que estaba cerca de ellos, vigilaba alrededor, con desconfianza y examinaba las botellas de agua para constatar que las tapas de seguridad no habían sido violadas. A cortos intervalos, Fateh los miraba con un cierto grado de preocupación. Cuando le pregunté qué pensaba sobre el futuro que Alemania les deparaba, solamente se encogió de hombros.

Conversé con una política  -Cemile Giousouf- en ascenso del partido de la Unión Democrática Cristiana que está en posición que le permite  comprender a gente como Fateh. A sus 38 años, y siendo descendiente Turca y la primera Musulmana afiliada a la UDC que ha logrado un escaño en el Bundestag. Recorriendo con la vista la oficina que ocupa, descubrí un altar multicultural, adornado con iconografía Islámica, Cristiana y Judía –y le pregunté a  cómo haría para defender la prohibición a su partido para el uso del burka, que se había aprobado pocos días antes-. Su respuesta mostró cuán valiosa es su representación en el partido, que tradicionalmente nunca ha demostrado tener buena fé para con el multiculturalismo. “Cuando mis padres decidieron venirse a Alemania, en los 70, mi padre trabajó en una fábrica. Pero nunca aprendió el idioma Alemán. Aun hoy tengo que traducirle las cartas que recibe en su hogar. Claro que por entonces el idioma alemán no era necesario para el tipo de trabajo que él hacia, como lo es ahora cuando trabajar con inmigrantes se hace muy necesario. Me refiero a trabajos como los de Enfermeras, programadores técnicos, y muchos otros tipos de tareas. Para realizar todas las tareas, se hace ahora necesario hablar alemán, de manera que resulta absolutamente necesario que la gente se integre lo antes posible. No podemos darnos el lujo de esperar toda una generación para que esto suceda”.

La última vez que hablé con Petry, en Agosto, fue en el Parlamento del Estado de Sajonia. Al llegar, la encontré parada en el atrio de vidrio, hablándole a un grupo de asesores –todos hombres, y todos mucho más altos que ella, y hasta se los veía bastante mayores en años que ella. Mirándola bien, tenía el aspecto de un joven príncipe del Renacimiento que estaba consultando a los miembros de su Corte. Se les quejaba por la más recientes maquinaciones de uno de sus rivales dentro de su propio partido, el AxD, un tema que era uno de sus favoritos. Nos trasladamos al salón de Prensa, donde Petry se dirigió a un grupo de periodistas,  hablando del tema relacionado con la política presupuestaria del partido AxD. Su discurso fue, como de costumbre, aburrido, si bien su monotonía silenciaba la radicalización de su propuesta –restarle fondos a los refugios para asilados y, en cambio, asignar más fondos para aumentarles el salario a los maestros.

Finalizada esta conferencia de prensa, fuimos hacia su despacho donde conversamos acerca de su relación con otros movimientos populistas. Ha logrado establecer un estrecho contacto con Heinz-Christian Strache, líder de Partido de la Libertad de Austria, y también se ha reunido con Geert Wilders,  dirigente-estrella de la extrema derecha de Holanda. También me comentó que se había reunido recientemente con Marine Le Pen, del Frente Nacional de Francia, y que durante el último verano había conversado con varios Republicanos de USA, incluyendo al congresista por Iowa,Steve King, que comparó a los inmigrantes con perros y sugirió construir un cerco electrificado a lo largo de toda la frontera de USA con México. Cuando le pregunté qué opinaba acerca de Donald Trump, me dijo:”Tengo la impresión de que Trump podría convertirse en el próximo Presidente de los EEUU, sobre todo porque la alternativa a Trump, que es Hillary Clinton, no convence a nadie. Es casi una copia de Merkel –alguien que simplemente se limita a continuar con las políticas de siempre que han conducido a países a los mismos problemas de siempre.”  Pero al reconocer que los norteamericanos están dispuestos a correr riesgos, me dijo: “Quizá las cosas no cambien mucho con Trump, pero por lo menos existe una chance de que las cosas comiencen a cambiar.”

A su modo de pensar, ella cree que las políticas Alemanas se han ido convirtiendo en un sobrepeso, debido a la mojigatería de los liberales. “Porque es tan ‘moral’ permitir que ocurran estos ataques. Es tan ‘moral’ prometerle a la pueblo de todo el mundo que pueden venirse a Alemania y vivir en el ‘paraíso’, todo dicho en tono sarcástico.  Y también agregó que esta perspectiva le resulta anti-democrática, despectiva para con los propios ciudadanos alemanes comunes. “Yo misma no soy moralmente buena. Soy nada más que un ser humano. Que trata de apegarme a las leyes. Y pienso que la mayoría de los Alemanes están de acuerdo conmigo. De modo que, borrar todo el Esclarecimiento y todos los éxitos de la Historia Europea y reducirla a la mera necesidad de ser ‘moralmente buenos’: lo encuentro extremadamente peligroso”. Cuando dijo esto, sacó su celular para mostrarme al instante una frase de Nietzsche: “Aquí está en ‘Zarathustra’: Lo bueno siempre ha sido el comienzo del fin”.

Thomas Meany | The New Yorker

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Thomas Meaney, escritor e historiador. Actualmente está preparando un libro sobre los pensadores Americanos y la descolonización. A partir de 2017 será miembro de la Asociación Einstein de Potsdam, Alemania.

Traducción de Irene Stancanelli para el Informador Público

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