Por Carlos Tórtora.-

La Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal resolvió la reapertura de la investigación iniciada por Alberto Nisman sobre la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner y otros funcionarios por supuesto encubrimiento a los iraníes imputados por el atentado a la AMIA.

Al mismo tiempo, el tribunal desplazó al juez federal Daniel Rafecas de la causa.

De esta manera, se reabrió una causa que estuvo sin movimiento durante casi dos años. La decisión fue tomada por la jueza Ana María Figueroa y los camaristas Gustavo Hornos y Mariano Borinsky.

La Cámara de Casación tomó la decisión basándose en dos elementos que fueron presentados por distintas organizaciones, como la DAIA. En primera instancia, la grabación de una llamada entre Héctor Timerman y el ex titular de la AMIA, Guillermo Borger, en la que se referían a la supuesta responsabilidad de Irán en el atentado. Además, se consideró que el Memorándum de Entendimiento fuera declarado inconstitucional. La decisión judicial, de impacto internacional, tiene un costado particularmente sensible: refuerza la postura personal del presidente electo de los EEUU Donald Trump, fuertemente critico de la estrategia de distensión puesta en marcha entre Barack Obama y el régimen iraní.

En torno al átomo

Concretamente, Donald Trump afirmó durante su campaña electoral que el pacto entre Irán y seis potencias mundiales sobre el programa nuclear iraní era “un desastre”, “el peor acuerdo que se ha negociado” y que llevaría a “un holocausto nuclear”.

Antes había anunciado que su “prioridad número uno” al llegar a la Casa Banca sería desmantelar el pacto, al que se opusieron duramente los republicanos en el Congreso.

Pero romperlo no es sencillo, ya que se firmó con otros países -el resto de miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Reino Unido, Francia, Rusia y China) y Alemania-, a los que tendría que enfrentarse. El propio Trump reconoció que sería complicado dar marcha atrás.

Algunos analistas opinan que Trump podría escoger una vía más sutil para destruir el acuerdo: emprender acciones que Irán pudiera interpretar como violaciones del pacto y le llevaran a romperlo. De un modo u otro, la justicia federal argentina acaba de aportar su granito de arena a la estrategia anti-iraní de Trump.

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