Por Guillermo Cherashny.-

Ayer, la canciller Susana Malcorra expuso en las Naciones Unidas en una especie de primer examen como candidata a Secretaria General. Pero los costos que está pagando la Argentina son muy importantes y quizás el más grave es su posición sobre Venezuela, porque lidera con la Unasur una propuesta inaceptable para la oposición de ese país, cual es proponer la suspensión sine die del revocatorio para desplazar o no al presidente Maduro a cambio de una amnistía para todos los presos políticos.

Esta ponencia está calcada de las pretensiones de Nicolás Maduro, que no quiere abandonar el poder, porque seguramente perdería el revocatorio y cede con la amnistía a los presos políticos, que de ningún modo aceptaría la mesa de unidad democrática de Venezuela. Pero la ventaja para Malcorra es clave: lograría el apoyo de Venezuela, Cuba y sus satélites para su candidatura pero el país seguiría enrolado en el tercermundismo, del cual el presidente Macri prometió salir.

Pero no sólo su candidatura trae problemas en nuestra política internacional sino también en el comercio exterior, ya que en su último viaje a China para pedir el voto no impuso ninguna condición para las importaciones chinas, que con este retraso cambiario están inundando el país y, como nosotros exportamos el 95% en commodities agrícolas, esta negociación es un mal negocio para la Argentina.

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