Por Guillermo Cherashny.-

Caras largas tenían el presidente, Marcos Peña, Quintana, Lopetegui y Durán Barba en la quinta de Olivos desde el mediodía cuando escucharon el discurso inaugural de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, donde ratificó el proteccionismo económico que anunció en su campaña y el militarismo, al decir que eliminaría de la faz de la tierra al fundamentalismo radical islámico. En efecto, el gobierno argentino estaba de acuerdo con Obama y Hillary Clinton en la apertura comercial y el antimilitarismo, ya que redujo el déficit fiscal bajando drásticamente el gasto en defensa. Y así fue como apostaron públicamente al triunfo demócrata, y la ratificación por parte de Trump de su proteccionismo impedirá que aumenten las exportaciones argentinas, subirá la tasa de interés para los préstamos e inestabilidad en los valores de las commodities. Malcorra, que no acertó ninguna, tiene un plan de acercarse a Europa y dejar de lado a Estados Unidos y Gran Bretaña. A tal efecto, el senador Federico Pinedo, en nombre del PRO, se afilió a la Unión Demócrata Internacional, que contiene al Partido Social Cristiano de Angela Merkel, el Partido Popular español, y está el conservadurismo británico, pero no el que lideraba Cameron, el de la actual premier Theresa May, justo los que están en la mira del nuevo presidente americano, que intimó a la OTAN a que se pague su propia defensa.

Durán Barba reconoció su error, ya que cuando ganó Trump dijo que era un outsider que derrotó al «círculo rojo» de Washington como los medios de comunicación y todo el establishment. Pero con la designación del gabinete está claro que Trump integró al establishment militar dejado de lado por Obama, el industrial y el petrolero, que no reconoce el cambio global y también a Wall Street, es decir, todo mal para lo que esperaba el gobierno de Macri.

Share