Las perspectivas de Grecia de llegar a un acuerdo de financiamiento con sus acreedores se derrumbaron el fin de semana, dejando al país al borde de una cesación de pagos por una deuda con el FMI que vence el martes. Los socios europeos de Grecia se negaron el sábado a extender la línea de crédito del país más allá del martes por la noche, una medida solicitada por Tsipras para esperar al resultado del referendo del 5 de julio.

Londres, (REUTERS).- Los mercados europeos se preparaban para una ola de contagio el lunes por la situación en Grecia y anticipaban fuertes pérdidas en los sectores de bonos y acciones del sur de la región, dado que los inversores empezarían a considerar una eventual salida de Atenas de la zona euro como un hecho cada vez más probable.

Las perspectivas de Grecia de llegar a un acuerdo de financiamiento con sus acreedores se derrumbaron el fin de semana, dejando al país al borde de una cesación de pagos por una deuda con el FMI que vence el martes.

El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, sorprendió el viernes a sus acreedores al convocar a un referendo para que los griegos determinen si aprueban o no los términos «inaceptables» de un acuerdo para evitar que la nación caiga en bancarrota.

Los socios europeos de Grecia se negaron el sábado a extender la línea de crédito del país más allá del martes por la noche, una medida solicitada por Tsipras para esperar al resultado del referendo del 5 de julio.

Poco después, el Banco Central Europeo limitó el monto del financiamiento de emergencia que entrega a los bancos griegos a los niveles de esta semana, pese a los reportes de una nueva corriente de retiros de depósitos durante.

Sin nuevos fondos de rescate, Atenas se arriesga a incumplir el pago de 1.600 millones de euros al FMI. Y sin nuevos incrementos en la liquidez de emergencia a los bancos griegos, que depende de si los prestamistas son considerados solventes y de que el Gobierno esté bajo un programa de rescate, Atenas se ha visto forzada a imponer controles de capital y mantener a sus bancos cerrados el lunes.

«Esto (el control de capitales) tendrá un enorme impacto real en los mercados, y generará una enorme volatilidad», dijo Ian Stannard, jefe en Europa de estrategias de divisas en Morgan Stanley en Londres.

Hasta ahora la tragedia griega de este año no ha provocado un contagio en los mercados de bonos de naciones «periféricas» de la zona euro, tal como fue el caso durante la crisis de la región en el 2012. Los rendimientos de la deuda griega se han disparado, pero los de Italia, Portugal y España no.

Pero este escenario podría cambiar el lunes, según analistas, a menos que el BCE tome medidas para contener riesgos.

«Existe un peligro de que los diferenciales de bonos soberanos de naciones periféricas se eleven hasta niveles de alerta», escribieron analistas de ABN Amro en una nota. «El BCE debe estar listo para activar su programa OMT (transacciones monetarias de corto plazo) a fin de restaurar la calma, de ser necesario», añadió.

Goldman Sachs dijo previamente este año que una salida de Grecia de la zona euro podría disparar la prima de los bonos soberanos españoles e italianos a 10 años sobre la deuda alemana hasta en 400 puntos básicos, un evento que podría impactar todos los costos de endeudamiento de la región.

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