Por Pascual Albanese.-
La conmemoración del primer aniversario del asalto al Capitolio del 6 de enero disparó en el debate público una pregunta inimaginable hasta hace poco tiempo: ¿puede estallar una segunda guerra civil en Estados Unidos? Barbara Walter, una consultora integrante de un equipo de la CIA dedicado a adelantar las tendencias que llevan a los países hacia una guerra civil, autora de un libro de flamante aparición titulado “Cómo se inician las guerras civiles y cómo detenerlas”, afirma que “estamos más cerca de la guerra civil de lo que cualquiera de nosotros pudiera creer.
Para Walter, “si usted fuera analista en un país foráneo mirando los sucesos en Estados Unidos -en la misma forma en que vio los elementos de Ucrania o en Costa de Marfil o en Venezuela- recurriría a una lista de verificación, valorando cada una de las condiciones que hacen probable una guerra civil. Y lo que usted encontraría es que Estados Unidos, una democracia fundada hace más de dos siglos, ha entrado en un territorio muy peligroso”.
La difusión de esa evaluación, realizada en vísperas de aquel asalto protagonizado por militantes republicanos que desconocían la legitimidad de la victoria electoral del actual presidente Joe Biden, coincidió con la aparición en The Washington Post de un artículo firmado por los generales retirados Paul Eaton, Antonio Taguba y Steven Anderson que manifestaron su “preocupación sobre las postrimerías de la elección presidencial de 2024 y su potencial caos letal en el Ejército”.
Los tres generales plantearon la hipótesis que pueda ocurrir un “golpe de Estado” y revelaron que durante el episodio del 6 de enero pasado, que el general Mark Milley calificó de un “9/11 doméstico”, hubo un “número perturbador de veteranos y miembros activos del Ejército que formaron parte del ataque”. Recordaron que un grupo de 124 oficiales retirados del Ejército, bautizados como Flag Officers 4 America (oficiales de la Bandera por América) publicó una carta que respaldaba las denuncias de Donald Trump sobre el fraude en la elección.
Como otro síntoma del peligro, la tríada de generales citó la declaración del general Thomas Mancino, a cargo de la Guardia Nacional de Oklahoma, un bastión sureño del “trumpismo”, quien dijo obedecer al gobernador republicano Kevin Stitt, en lugar de las directivas de Biden, en la controversia sobre la obligatoriedad de las vacunas contra el Covid 19. Alertaron también sobre la “potencialidad de una ruptura total de la cadena de comando en base a líneas partidistas, en un escenario de otra insurrección”. Sostuvieron que con Estados Unidos “más divididos que nunca” es necesario tomar medidas para “prepararse para lo peor”.
En otro artículo en The Washington Post, Dana Milbank, un politólogo de la Universidad de Yale, señaló que “no es una exageración decir que la supervivencia de Estados Unidos está en riesgo”. Coincidentemente, la pareja de analistas formada por Karen y Gregory Treverton, publicó en The Article, un portal británico de Internet, una nota titulada “Viene la guerra civil”, en la que consignaron que “sólo falta saber si será librada con pleitos legales y secesiones o con ametralladoras AK15-S”.
Esperando el 2024
Mientras estos pronósticos conmocionaban el ambiente periodístico, la jueza federal Tanya Chutkan condenaba a cinco años y tres meses de prisión a Robert Palmer, uno de los 700 procesados por el asalto al Capitolio. La magistrada subrayó que “tiene que quedar en claro que intentar impedir la transferencia pacífica del poder y agredir a las fuerzas del orden va a recibir un castigo”. En tanto, la policía de Iowa detenía a Kuacha Brillion Xiong, un californiano de 25 años equipado de un sofisticado arsenal quien admitió sin ruborizarse que se dirigía a Washington para asesinar a Biden. En su automóvil fue encontrada también una “lista de objetivos” que incluía, entre otros, a los ex presidentes Bill Clinton y Barack Obama.
La idea de que personajes como Palmer o Xiong son simples “locos sueltos” no es plausible en un país donde pululan centenares de grupos ultraconservadores que reivindican su derecho a la portación de armas y no desdeñan el uso de la violencia, con una activa presencia en las redes sociales. Para las agencias de inteligencia, estas células constituyen la mayor amenaza a la seguridad interior, por encima incluso del terrorismo islámico. Estados Unidos tiene en su historial el asesinato de tres presidentes, un método erigido en la versión norteamericana del golpe de estado, y es escenario de frecuentes matanzas colectivas perpetradas por “lobos solitarios”.
Existe un desequilibrio entre los dos bandos del conflicto, que no sólo expresan visiones antagónicas sino sectores enfrentados de la sociedad. Los conservadores, mayoritarios en la población WASP (blanca, anglosajona, protestante), cuentan con milicias armadas, entre las que sobresalen las pertenecientes a los “supremacistas” blancos, para quienes los hispanoamericanos no integran esa categoría. Los progresistas, cuya base de sustentación reside en las múltiples minorías de una sociedad crecientemente diversificada, tienen una importante capacidad de movilización, reflejada en la masividad de las demostraciones de protesta de los afroamericanos, los hispanos, el movimiento feminista y el colectivo LGTB, pero carecen de fuerzas de choque de envergadura. Esa característica quedó exhibida en las elecciones de noviembre de 2016, cuando apenas finalizado el escrutinio decenas de miles de manifestantes inundaron las calles para repudiar la victoria de Trump, en lo que fue la primera movilización de repudio contra un presidente estadounidense antes aún de su asunción.
A la inversa de lo que sucedía en la década del 70, las tendencias insurreccionales están situadas más a la derecha que a la izquierda del espectro ideológico. Esa asimetría explica que la amenaza de guerra civil sea un fantasma agitado por los demócratas. Una encuesta del Public Religion Research consigna que el 68% de los votantes republicanos cree que el triunfo de Biden fue producto del fraude. Los republicanos encaran las elecciones legislativas de noviembre con la convicción de que una victoria les allanaría el camino para las presidenciales de 2024.
Los demócratas denuncian que Trump presiona a los mandatarios republicamos de Georgia, Arizona, Pensilvania y Wisconsin, cuatro estados oscilantes que por una escasa diferencia de votos pueden volcar la balanza en el Colegio Electoral, para designar funcionarios adictos en cargos que tienen la responsabilidad de la organización y fiscalización de los comicios a fin de limitar el voto por correo y aumentar las trabas burocráticas para la inscripción en los registros de las minorías hispana y afroamericana. Pero la mayor preocupación entre los demócratas es el temor de que, de volver a postularse y ser otra vez derrotado, Trump impugne el resultado y convoque a la resistencia civil y que esa impugnación sea legitimada por los funcionarios electorales de esos estados y genere una fractura similar a la protagonizada en 1861 por los estados del Sur que dio comienzo a la Guerra de Secesión.
Una encuesta de The Washington Post y la Universidad de Maryland consignó que el 62% de los consultados estimaba que el bando perdedor no reconocerá al triunfador de la próxima elección presidencial. Habría entonces dos presidentes proclamados y la decisión final recaería en una Corte Suprema de Justicia de mayoría conservadora. Thomas Friedman, un ícono del periodismo político, afirmó que “nunca pensé que terminaría mi carrera cubriendo la segunda guerra civil de los Estados Unidos” y predijo que “ello ocurrirá en 2024”.
* Publicado en El Tribuno de Salta
11/01/2022 a las 2:02 PM
El partido democrata y la ultraizquierda americana ha acelerado el proceso de destruccion de los valores y deconstruccion cultural en los Estados Unidos.
Ha vuelto a quitar o debilitar los controles en las fronteras permitiendo que cientos de miles de inmigrantes ilegales entren al pais y Biden les garantiza rapida distribucion en todo el pais, subsidios y les permite votar.
Asi entran miles de criminales traficantes de personas, drogas y armas.
El gobierno de Biden utiliza la Critical Race Theory con el fin de dividir a la sociedad y fomentar el odio lavando el cerebro de millones de niños en las escuelas.
El fraude en la eleccion en los Swibg States fue planificado con mucha antelacion y fundamentalmente consistio en la aparicion en horas de la madrugada de cientos de miles de «mail in ballots» votando por Biden. Todos juntos. Sin «signature certification» y din «identity certification» ya que se tiraban a la basura los sobres donde llegan los mail in ballots y donde esta la firma del votante haciendo imposible comprobar la legalidad del voto. En los lugares donde ocurrio eso gobiernan autoridades del Partido Democrata y se impidio a los autoridades de mesa del partido republicano acercarse a menos de diez metros de las mesas. Todo esto esta documentado y el fraude le dio los electores a Biden en esos Swing States clave. Trump gano en la mayoria de los estados.
Biden jamas podria ganar sin un aparato corrupto que le consiguiera los votos. Trump hizo una campaña tremenda con cerca de cien rallies y Boden ninguno ya que es incapaz de hablar o leer, esta senil y es absolutamente corrupto con 50 años como nulidad absoluta en la politica. La izquierda norteamericana odia los valores tradicionales, la religion y el folklore americano y desea instituir un colectivismo internacionalista. Destruira a Estados Unidos y este proceso esta muy avanzado.
No es descabellado pensar en una guerra civil. Biden desvaria y no coordina nada.
Que Dios ayude al mundo!
11/01/2022 a las 7:08 PM
Estados unidos como nación, deja de ser progresivamente la plataforma de implementación del nuevo orden mundial, dejando paso a China y parte de la Unión Europea. En realidad, la nación como unidad territorial, económica, y política, generadora de un proyecto estratégico, hace tiempo que ha dejado de existir, siendo reemplazada por estructuras autónomas (rogue) de poder, tales como corporaciones privadas transnacionales, fundaciones, instituciones fuera del control del aparato estatal (CIA, NSA, Homeland Security, FDA, NIAID, NIH, y sectores de las fuerzas armadas, que se comportan como reales grupos mercenarios. La mayoría de estos grupos no tienen como objetivo la grandeza y libertad en USA, sino que han sido comprados por intereses que administran la cosa pública desde las sombras (¿recuerdan a Donald Rumsfeld, reconociendo en rueda de prensa que se habían «perdido» 2.3 billones de dólares, sin dejar rastro…), y muchas de ellas llevan adelante iniciativas crudamente criminales, como tráfico de drogas, y de personas. Las guerras son llevadas adelante para inflar los contratos de las empresas productoras de material bélico, por mercenarios infradotados e subeducados (ven el tema del IQ cada vez menor de las tropas de linea…). ¿Alguien se pregunta la razón por la que la guerra de Vietnam de terminó, justo después de la destrucción del helicóptero número 5000, o abandonaron Afganistán, con miles de millones en equipamiento en manos del enemigo? Tal como sucedió con otros imperios a lo largo de la historia, ahora le toca el turno de la decadencia a USA. Va a ser un proceso progresivo, de pérdida de su moneda, de formación de grupos de estados con grado creciente de autonomía, y una política cada vez más franca de debilitamiento del tejido social (teoría crítica racial, políticas de género, abortismo, lavado de cerebro para inoculación forzada de agentes que derivarán en generaciones de individuos débiles y enfermizos, destrucción de la iniciativa privada, etc, etc, etc.) Ya no saben con qué darle a esta país para destrozarlo, y han llegado al extremo farsesco de poner en el sillón de presidente a un degradado y ridículo individuo, que pasó de ser corrupto a geronte con demencia senil. Por supuesto que Trump sabía lo que venía, y accedió (a pesar de toda la apariencia de resistencia al fraude), ya que su ciclo estaba terminado, y no podría haber implementado esta catástrofe de tiranía de big pharma. En fin, mucha pena para quienes tenemos una historia vivida en este país, sobre todo, porque su derrumbe, y la dictadura de las corporaciones, no presagia nada bueno para la gran mayoría…
11/01/2022 a las 7:20 PM
Para entender lo que sucede en EE. UU. hay que entender ciertas pautas culturales.
El Sudeste rural de EE. UU., independientemente de los partidos demócratas y republicanos tiene gente con creencias antiguas del Noroeste de Europa.
Cosa que no entiende el argentino común, ni el
emigrante Latino Americano.
Entre los republicanos hay que separar a los conservadores, a los cubanos y otros inmigrantes Latinos Americanos y a los supremacistas. Son tres grupos totalmente diferencias y con intereses diferentes.
GRUPOS CONSERVADORES REPUBLICANOS.
No forman parte de ninguna milicia. Son conservadores en lo político. Algunos de estos apoyan a Donald Trump y otros prefieren otros candidatos republicanos.
INMIGRANTES LATINO AMERICANOS.
El centro es Florida, especialmente Miami, Están formados por personas que escaparon de Cuba, Nicaragua, Venezuela, etc., Estos grupos no están armados y apoyan a Donald Trump por razones políticas. Por las experiencias que pasaron en sus países de origen, tienen terror al comunismo y tienden a confundir democracia social con comunismo.
En realidad, la mayoria de ellos no sabe nada respecto del Supremacismo Blanco o Nacionalismo Cristiano o cualquiera de los nombres que adopta este grupo separatista.
SUPREMACISMO BLANCO
Son pocos, pero hacen mucho ruido porque estan armados y organizados en milicias.
Cuando se habla de «nacionalismo cristiano», «nacionalismo blanco», «supremacismo blanco», «british israelism», “identidad cristiana” etc. Nada tiene que ver con cristianismo como lo practica el resto del mundo, o con judaísmo. Es un sincretismo religioso antiguo.
Lo primero que hay que entender es que el “nacionalismo cristiano”, nada tiene que ver con el cristianismo de católicos, luteranos, anglicanos, ortodoxos, etc.
Lo segundo que hay que entender es que el “Israelismo Británico”, nada tiene que ver con la religión judía.
Lo tercero que hay que entender es que son grupos que se auto-denominan de derecha; pero no es la derecha como la entiende el lector. Es una derecha basada en la creencia que los pueblos sajones son superiores por derecho divino.
Lo cuarto que hay que entender es que el supremacismo blanco no quiere paz, busca una guerra civil para tomar el poder.
Lo quinto que hay que entender es que al supremacismo blanco, bajo cualquiera de sus nombres no le interesa realmente el partido republicano (ni el democrata), pero si los utiliza para ganar poder.
Son todos nombres que se dan para la misma leyenda original.
La leyenda está basada en que el mundo le pertenece a los sajones, porque son los verdaderos israelitas bíblicos y Dios le entrego el mundo.
La moderna genética, lingüística, antropología biológica y etnología refuta todas las creencias supremacistas de estos grupos. Es esta la razón por la cual son anti-ciencia y especialmente anti evolución.
El supremacismo blanco no es simple racismo, está
basado en creencias antiguas originadas en Europa. Habrán observado que los integrantes del Ku
Klux Klan llevan banderas blancas con cruces.
Eso representa las creencias que algunos llaman “nacionalismo cristiano”,
“nacionalismo blanco”, “British Israelism”, etc.
Es un sincretismo religioso, así que pueden practicar una religión por ejemplo ser evangélicos, pero al mismo tiempo en casa practican y creen en esa creencia antigua.
Todos estos grupos están formados por personas que cuyos ancestros llegaron a EE. UU. a finales de los 1600s, y que están armados y forman milicias.
Estas personas creen en un sincretismo religioso,
mezcla de cristianismo con una leyenda que aparece por primera vez en Europa
durante el reinado de los reyes Merovingios. especie
de religión antigua. En este sincronismo religioso, creía Cromwell que invadió
Irlanda. Esta creencia también existía en Holanda y Alemania.
Luego, de ser depuesto Cromwell en Inglaterra, esto se olvida, pero renace en los Siglos 18 y 19 con el fortalecimiento del Imperio Británico y vuelve a decaer de manera notoria; pero perdura en el “viejo y profundo sur de EE. UU.”.
Esta religión en Europa luego fue combatida por su carácter excluyente, y muchos de sus creyentes llegaron a EEUU en las primeras oleadas inmigratorias. Luego a finales de los 1800s toma en Inglaterra el nombre de British Israelism.
Se dice que Louis Mountbatten, asesinado primo de la reina Isabel creia en esta leyenda.
Estos grupos están en el llamado «sur
profundo» principalmente; pero también se encuentran en otros estados,
Los que se encuentran en otros estados, son personas cuyos padres o abuelos proceden del sur profundo. Estas personas apoyan a Donald Trump, pero no lo hacen por ideología política, sino porque el expresidente dijo cosas que les llego a ellos respecto a sus creencias.
El «sur profundo» es la fracción que perdió
la guerra civil Norte vs Sur.
El resto del país, tiene población sajona pero no son participes de esta creencia, sus ancestros no inmigraron a EEUU buscando crear la Nueva Israel, sino emigraron por razones económicas o políticas.
Es bueno que aquellas personas que son conservadoras, o de derecha entiendan que sus intereses son muy diferentes a los de los supremacistas blancos.
ANGLO-ISRAELISM – JewishEncyclopedia.com
The Legend Of British-Israel
C.T. Dimont, D.D.
Principal of Salisbury Theological College Chancellor and Canon of Salisbury Cathedral
The Legend Of British-Israel by C.T. Dimont (theologicalstudies.org.uk)
El nacionalismo cristiano se ha convertido en asunto de cuidado | United Methodist News Service (umnews.org)
Potentes símbolos de supremacismo blanco en la toma del Capitolio – Los Angeles Times (latimes.com)
12/01/2022 a las 11:53 AM
Mmmm……
Guerra civil en EEUU?
Y solo por una banda que entró al capitolio?
No será demasiado?
12/01/2022 a las 5:30 PM
No es una banda. Nunca escuchaste hablar de las milicias supremacistas ? Estan fuertemente armadas.
La gente habla de EEUU sin conocer su historia, sin entender que en el pais conviven tres diferentes culturas (en la mismisima WASP).
Viven o van de visita a Miami y se creen que conocen EEUU. Lo que conocen es la cultura de los caribenos que viven en EEUU, no conocen EEUU.
556 milicias supremacistas en EEUU. No son una bandita
New SPLC Analysis: 566 antigovernment extremist groups pose threat to national security | Southern Poverty Law Center (splcenter.org)
13/01/2022 a las 3:41 PM
Concuerdo con Improvisado. Se notan en EEUU situaciones que se presentaron en grandes naciones cuando iniciaron su decadencia. Imperios poderosos tuvieron larga vida porque eran, además, civilizaciones, casualmente de lo que carece el mundo anglosajón. Hace muchos años ello fue advertido por el historiador Carlos Ibarguren al señalar que EEUU había perdido el liderazgo en occidente. En su caída arrastrarán al león inglés que ya porta dentadura postiza. Obviamente no ocurrirá de un día para otro. Estos ocasos suelen ser largos, recordemos Roma y España, pero el final es inevitable, todo lo que tiene un principio tiene un fin.
Pido al Sr, Graziano que se refiera correctamente a los estadounidenses porque americanos son todos los que habitamos América, desde Canadá hasta Cabo de Hornos. Los argentinos y demás pueblos no somos americanos de segunda sino tan americanos como los conocidos como yanquis. Recuerdo que mejicanos y canadienses además de ser americanos también son norteamericanos.
Y los ancestros de muchos habitantes de América llegaron al continente con anterioridad a los emigrantes ingleses por lo que quizás sean más «americanos» que los estadounidenses.
14/01/2022 a las 12:25 AM
Concuerdo totalmente con lo que Ud. dice sobre el termino Americano. No obstante, fueron los europeos quienes comenzaron a llamar «Americanos» a las personas nacidas en Estados Unidos.
Algunas personas usan el término «USAmerican» o sea Americano de Estados Unidos.
No hubo fraude en las elecciones. La gente voto a Biden y se respetaron las denuncias. Se contaron nuevamente los votos en todos los estados donde hubo denuncias de parte de Donald Trump y lo comico es que encontraron algunas diferencias pero favorecian a Biden.
Entre las personas que invadieron el Capitolio habia libertarios extremistas y supremacistas blancos.
Lo que yo explique en mi comentario, es el problema del
supremacismo blanco, que es serio porque tienen mas de 500 milicias armadas. Creen en una cierta fabula o leyenda ya milenaria sobre la
superioridad sajona. Piensan que esa supuesta supremacia les da derecho a dominar a EEUU y no son democraticos.
Algo, así paso en Alemania, antes del periodo nazista mucha gente creia en una supuesta raza superior de la cual descendian los alemanes y otros pueblos del Noroeste de Europa.
No obstante, numericamente no son importantes, pero estan fuertemente armados y en algunos estados se los considera terroristas domesticos.
Este país, es extremadamente complejo, porque cada estado tiene su propia cultura y leyes.
Yo creo que la educacion hace que la gente deje de creer fabulas o leyendas como reales, pero estos grupos reniegan de la ciencia.
——————————————————
Muchos inmigrantes que viven en Miami, Los Ángeles, New York ignoran la existencia de
estos grupos supremacistas, porque solo están en zonas rurales de determinados estados.
Ignoran su presencia y tampoco lo entiende porque la «derecha» vs «izquierda» en Latinoamérica,
es más que nada relacionada con diferencias en sistemas económicos; no racial.
Si una persona visita Miami, Florida y luego visita Burlington, Vermont piensa que visito dos países diferentes. Lo mismo sucede si se visita Wichita, Kansas y luego visita New
York.
En Argentina también hay diferencias en costumbres entre la región central del país, por ejemplo, y el Noroeste; pero las diferencias en la cultura entre cada estado, en EEUU
son mucho más marcadas que las diferencias que existen entre Buenos Aires y Salta.