Hace un mes las encuestas le daban una amplia ventaja a Hillary Clinton sobre Donald Trump, hoy la situación es la contraria. (Wikimedia) Expertos que aseguran que Trump no tiene posibilidad de ganarle a su rival pueden estar equivocados, de nuevo.

Por Orlando Avendaño | PanAm Post

La brecha que existía antes en las encuestas entre Hillary Clinton y Donald Trump se está desvaneciendo. La ex Senadora y ex Secretaria de Estado, quien antes llevaba la delantera por un amplio margen en las encuestas generales, está siendo alcanzada por el empresario neoyorquino.

En una encuesta hecha por el Huffington Post, Hillary Clinton mantiene la delantera por solo un punto con respecto a Trump. En abril de este año, la candidata demócrata obtenía 47,4%, mientras que Trump 36,5%. Solo un mes después el magnate ascendería en la encuestas del Huffington Post a 39%. Hoy, el portal señala que la demócrata está en 43,6%, y el republicano en 42%.

De igual forma, Real Clear Politics señalaba a finales de marzo que Hillary Clinton estaba más de 10 puntos por encima de Trump, con 50,4%. Este 22 de mayo, el sitio de análisis y estadísticas daba a Trump la delantera en las encuestas con 43,4%; mientras Clinton descendía a 43,2%.

Así como Real Clear Politics, en una encuesta publicada el pasado miércoles 18 de mayo, Fox News, perfilaba a Donald Trump como el ganador de las elecciones con 42% de apoyo, mientras que Clinton 39%.

Es la primera vez en la contienda que las encuestas comienzan a pronosticar a Trump como ganador de las elecciones generales en Estados Unidos. De enero a abril, Clinton superaba a Donald Trump en 60 de 65 encuestas, incluso con más de 9 puntos. De haberse mantenido esta tendencia hasta las elecciones en noviembre, Clinton hubiese podido obtener la presidencia con una de las mayores ventajas en décadas. Pero el escenario parece estar cambiando.

¿Qué pudo haber ocurrido? En una nota publicada en el portal Vox, el reportero de política y escritor, Andrew Prokop, señala dos posibles teorías que podrían explicar el auge de Donald Trump en la mayoría de las encuestas.

La optimista para los Demócratas

La primera teoría que señala Prokop es que el auge de Trump solo se trata de un extraño período en la elección, en el que solo se evidencia el desconcierto tras el inesperado ascenso del magnate.

Para el periodista, este “extraño período” acabará cuando se consoliden los candidatos de cada partido. En este caso, a pesar llevarle la delantera por mucho a Bernie Sanders, el otro candidato Demócrata, Clinton puede verse afectada en las encuestas porque, a diferencia de Trump, aún no es la candidata única de su partido.

Prokop señala que existe una esperanza de que, una vez Clinton reafirme su candidatura (posiblemente en junio), las cosas volverán a la “normalidad” y la candidata volverá a liderar las encuestas.

Los cambios en las encuestas a estas alturas de la contienda no suelen ser definitivos según los analistas políticos Robert Erikson y Christopher Wlezien. Por otro lado, las encuestas que aparecen durante los primeros meses del año suelen marcar pautas importantes en las contiendas.

Durante la contienda presidencial del 2008, John McCain logró afianzar su candidatura en el Partido Republicano, primero que Barack Obama en el Demócrata. Durante este período de intriga en su partido, McCain obtuvo una importante ventaja que se veía demostrada en las encuestas. Esto solo duró hasta que Obama obtuvo la nominación.

Además, Prokop señala otro posible factor: los partidarios de Sanders están hiriendo a la campaña de Clinton. Esto, según el periodista, se ve en las encuestas, porque muchos electores de Sanders prefieren identificarse en las encuestas como independientes en vez de como Demócratas.

La teoría optimista termina afirmando que, una vez que Clinton obtenga la nominación, la tensión terminará. Bernie Sanders dará su apoyo a su antigua rival, y los partidarios de ambos candidatos le darán a Clinton el apoyo necesario para superar a Trump.

La pesimista para los Demócratas

El peor escenario para Hillary Clinton, podría ser el siguiente: la gran mayoría de los electores republicanos están apoyando a Donald Trump.

Uno de los elementos más notorios en esta contienda es la relación que existe entre el virtual candidato republicano y los líderes de ese partido. Desde que Trump inició su campaña, líderes de opinión como Mitt Romney, el senador Ben Sasse y el gobernador de Massachusetts, Charlie Baker, han expresado su contundente repudio hacia el candidato.

Ese factor, que se ha mantenido durante toda la campaña, ha sido hasta ahora uno de los puntos más débiles del neoyorquino. Sin embargo, parece que lo que ocurre en cierta parte del establecimiento del partido no está ocurriendo con los electores.

A pesar del sólido movimiento anti-Trump y los diferentes esfuerzos de impulsar a algún candidato como una tercera opción, las recientes encuestas del Washington Post y ABC podrían hacer realidad la pesadilla del Partido Demócrata: 85% de los electores republicanos tienen la intención de votar por Trump en las elecciones generales.

La explicación detrás de esto podría ser que la lealtad por el Partido Republicano, y la necesidad de impedir que otro candidato del Partido Demócrata obtenga la presidencia, podría imperar sobre el rechazo que existe hacia Trump.

Existe otro hecho que es imposible ignorar a estas alturas de la contienda: prácticamente todos los expertos y analistas que se han guiado por las encuestas para predecir el desvanecimiento de Donald Trump se han equivocado. Desde que comenzó su campaña, el magnate de Nueva York solo ha crecido, derrumbando todos los pronósticos y predicciones pesimistas sobre su candidatura.

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