Por Hernán Andrés Kruse.-

Evo Morales fue presidente de Bolivia durante los últimos 14 años. Como todo gobernante, tuvo sus aciertos y cometió errores. Entre sus logros más destacados merece destacarse la posibilidad que le brindó a la población indígena de abandonar la invisibilidad a la que la había condenado el régimen que ejerció el poder en Bolivia durante muchísimo tiempo. Lamentablemente, el presidente indígena cometió un pecado común a los presidentes latinoamericanos: intentó permanecer en el poder más allá del plazo estipulado por la constitución. Esa ambición de poder no hizo más que legitimar el sangriento golpe de estado cívico-militar que lo eyectó del poder hace pocos días. Luego de su forzada renuncia viajó a México donde fue recibido con amabilidad por el gobierno de AMLO. Pero su estadía en tierra azteca duró muy poco. Días más tarde partió rumbo a la Argentina donde el gobierno encabezado por Alberto Fernández sigue sin reconocer al gobierno de facto encabezado por la senadora Añez. Una vez instalado en nuestro país en condición de refugiado político accedió a dialogar con Página/12. He aquí sus reflexiones.

–¿Cómo están sus hijos? –Estuvimos en contacto permanente desde que llegué a México. Ellos tenían la posibilidad de salir hacia otro continente por ofrecimiento de varios embajadores de otros países. Sin embargo, tanto Evaliz como Alvaro decidieron venirse a la Argentina y garantizamos su presencia. Ahora estamos superando el miedo de esos días. Lastimaron a todos pero especialmente a Evaliz. A Alvaro no porque no se mete mucho en temas políticos. Solo recibía un poco de amenazas en donde vivía en la ciudad de Cochabamba. Alvaro tenía la posibilidad de continuar estudiando en Europa, tenía posibilidad de ir a Italia o Alemania pero me dijo que se quiere quedar acá y agradezco al pueblo argentino y al Gobierno por garantizar su presencia y seguridad.

–¿Tuvo miedo por ellos? –Evaliz estuvo en peligro. A ella le interesaba la política pero ahora quedó un poco asustada. La amenazaron a ella y a través de las redes. La que más sufrió fue mi hermana porque le quemaron la casa pero ahora está todo bien. Mantenemos contacto por teléfono.

–¿Es por este contexto que decidió irse de Bolivia? –(Piensa) Soporté tantas cosas en el pasado como cocalero, dirigente sindical, diputado. ¡Estuve muchas veces detenido! ¡En algún momento comenté que en mi carrera política solo faltaba el asilo y el refugio y ahora los completé! Y todo por ser anti-imperialista. Todo por nuestra patria grande, por luchar por los más humildes y por la dignidad y soberanía. Y como soporté tantos procesos, desde mi época de dirigente sindical donde los presidentes del neoliberalismo me procesaron por terrorismo. Sufrí expulsión del congreso nacional en 2002 por instrucción de la embajada de los Estados Unidos. El plan era impedir que me presente a las elecciones presidenciales. La historia se repite y se repite para los presidentes de izquierda, para los presidentes del pueblo. En estos tiempos hubo todo tipo de golpes. Me hicieron de todo pero yo les digo que no tengo miedo. En los días previos (al golpe) tuvimos reuniones y varios ministros recomendaban salvar la vida. Lo decían llorosos pero entendí que era necesario salvar la vida. Lo cierto es que todos esos días de noviembre estuve bajo la lupa de Estados Unidos.

–¿La presidenta de facto Jeanine Áñez puede dificultar su regreso a Bolivia? –No sé si soy expresidente, tal vez sigo siendo el presidente porque mi texto de renuncia no ha sido aprobado ni rechazado.

–Bueno, formalmente usted todavía es presidente porque su mandato culmina el próximo 22 de enero. –Es verdad, por eso a mí y por Constitución tienen que hacerme un juicio de responsabilidades. Por eso cuando la presidenta de facto autonombrada habla como si fuera una fiscal no se entiende y amenaza con detenerme. Ellos siempre dijeron que respetaban la independencia de los poderes, de los órganos. Pero ahora piden detenciones.

–Esto fue un golpe instigado por EE.UU. donde llamó la atención la participación de las fuerzas armadas al estilo tradicional. –Creo que los Estados Unidos no nos perdona que sea un indio sea presidente que garantiza estabilidad política, crecimiento económico, reducción de la pobreza, las nacionalizaciones. En tiempos de neoliberalismo la renta petrolera era de 3000 millones de dólares. A partir de nuestro gobierno, entre 2006 y 2013 llegamos a 38 mil millones de dólares. Recuerdo que a poco de asumir recibimos el mensaje de que no iban a invertir en nuestro país y el me llamó el presidente (Néstor) Kirchner: Evo, si no invierten voy a invertir en Bolivia. Eso fue muy importante para un país que tiene 10 millones de habitantes.

–Y ahora está el litio. –Ese es un tema central. Hemos demostrado lo que siempre dijimos en foros internacionales como el Foro de San Pablo que otro mundo es posible. Y lo hemos demostrado nosotros, en Bolivia que es posible otro mundo sin el Fondo Monetario Internacional. Sin el sistema capitalista. Nuestro delito fue comenzar a industrializar el litio. La mentalidad de los países centrales es llevarse la materia prima por eso nosotros trabajamos en la producción de las baterías de litio. Estaba programado para el próximo año la producción de 400 toneladas de carbono carbono litio. El año pasado inauguramos una planta grande para producir cloruro de potasio de donde exportamos 15 mil toneladas a Brasil y una pequeña parte a Chile. Está el hidróxido de litio. La planta estaba prevista un plan que incluía 41 plantas de las cuales 14 solamente de litio litio. Luego, por una cuestión de mercado convocamos a socios. Se adjudica a China y Alemania. Entonces que Estados Unidos se quede afuera de esta gran industria del litio, que es el futuro energético, no nos perdonan no estaba Estados Unidos. Por eso digo que esto fue un golpe del litio.

–¿Esos contratos quedaron seguros con Alemania y China? –Este gobierno podría intentarlo. Incluso alguna vez hablé con técnicos argentinos y les decía que debíamos hacer una alianza con la Argentina para industrializar nuestro litio. Hace cuatro años cinco años, Alvaro García Linera dijo que en el momento que tengamos la gran industria del litio como Estado vamos a poner el precio del litio para el mundo.

–En ese momento se convirtieron en enemigos de los Estados Unidos. –Sí, en ese momento.

–Allí comenzó a pergeñarse el golpe de Estado. –Claro, comenzaron a usar eso del fraude. ¿De qué fraude me hablan? Ustedes saben que yo vengo de la cultura indígena originaria que nos enseña que lo más importante es no robar, no mentir y no ser flojos. Y esto lo hemos incorporado en nuestra Constitución. Entonces, ¿robar, mentir, que hagan fraude? No, no lo entiendo, no es posible. En mis reuniones con los organismos constitucionales les dije siempre que cumplan con su deber. Ahora de acuerdo un informe de la OEA. Realizaron una observación de 225 mesas y dijeron que había fraude porque en esas mesas el MAS obtenía el 70, 80 y el 90 por ciento. En el campo obteníamos más pero ellos dijeron que era fraude. Les digo que sin esas mesas igual ganábamos en la primera vuelta. Y lo mismo iba a ocurrir con el informe de la OEA y con las observaciones que hizo. El verdadero fraude es el informe de la OEA.

–La oposición dijo también que si había una segunda vuelta usted iba a ser derrotado. A partir de lo sucedido está claro que no buscaron esa alternativa. –No para nada, pero igual hubieran perdido. Porque aquí estamos con el pueblo o estamos con el imperio. Aquí estamos con las privatizaciones o con las nacionalizaciones. Que digan que hay una tercera opción no la entiendo porque está la derecha y la izquierda. Para mí eso no es hacer política. Finalmente acaban siendo la derecha con ese discurso.

–¿Le dolió la actitud de las Fuerzas Armadas? –Me dolió la traición de las Fuerzas Armadas. Yo no pude entender. Fue una conspiración abierta. No entiendo cómo los militares podían decir «somos soldados antiimperialistas y apoyamos el proceso». Me ha dolido porque nosotros los hemos equipado. Cuando llegamos al gobierno recuerdo que no teníamos aviones ni helicópteros en medio de una crisis de inundaciones y que Argentina nos ayudó. Brasil, Venezuela de Chávez, hasta Chile nos ha ayudado para combatir las inundaciones. Había un solo helicóptero, caído hace tiempo. Ahora hay 25 helicópteros y veo en la televisión a helicópteros disparando a mis hermanos, matando a mis hermanos. Eso duele.

–Como jefe de campaña del Movimiento Al Socialismo, ¿cómo y desde dónde hará campaña para las futuras elecciones –Bueno, ya estamos en campaña. Estamos sosteniendo algunas reuniones. Gracias de verdad, estoy muy agradecido con el presidente Alberto Fernández. Ayer (por el lunes) nos hemos reunido con la vicepresidenta Cristina Fernández. Escucho sus recomendaciones, sus sugerencias. Entiendo perfectamente mi responsabilidad como refugiado, sobre cuál debe ser mi comportamiento político. Aportar mi experiencia para los nuevos políticos no solamente de Bolivia, sino también latinoamericanos. Cuando uno hace campaña sin ser candidato gana más autoridad. No siempre uno tiene que ser candidato para hacer campaña. No soy presidente, o tal vez legalmente lo sea, pero ese es un debate jurídico. No soy candidato. Hay nuevos líderes hombres y mujeres, profesionales también. Antes solamente éramos campesinos, pero ahora hay otros sectores sociales. Vamos a organizarnos. Dos mil, tres mil compañeros me llaman telefónicamente.

–¿Qué perfil debería tener el candidato del MAS? –Un candidato de unidad, que es difícil de encontrar. ¿Por qué Alvaro (García Linera) y yo dijimos que no seremos candidatos? Para unir a Bolivia, para que no haya confrontación. A veces me pregunto por qué siempre hay tanto miedo a Evo. Yo estaba habilitado constitucionalmente para ser candidato. Ahora es difícil que algún compañero pueda unir regiones o sectores sociales, que incluya el derecho del campesino indígena originario pero también el de la clase media profesional, que es otro movimiento importante. Alguien primero con compromiso político, con mucha conciencia social. Inclusive con mucho conocimiento y capacidad profesional. Nuestro fuerte fue el tema económico. Quién puede garantizar el crecimiento económico. Por ejemplo, nosotros desde el momento que llegamos al gobierno nunca hemos prestado ni un dólar del Banco Central de Bolivia para pagar los sueldos aguinaldos. El 10 de noviembre de este año la dictadura de Añez, Camacho y Mesa pidió prestados 2800 millones de bolivianos para pagar los salarios. Me duelen dos cosas: los muertos y que estén destrozando la economía. Con un paro en la ciudad de Santa Cruz solamente se pierde cada día 3.5 millones de dólares de acuerdo a los datos que tenemos. Entonces hay que buscar un perfil de candidato que pueda garantizar la unidad pero también el tema de crecimiento económico, porque es nuestro fuerte. La gente ya está pidiendo que sería bueno que busquen y debatan candidatos indígenas o no indígenas, sectores del altiplano o del Valle o del oriente.

–¿El candidato tiene que ser indígena? –Que sea indígena es importante, pero también que sea un compañero profesional. El voto indígena no está en debate, es un voto sólido. Pero quién puede captar también el voto de clase media clase profesional, inclusive de inversionistas. Si alguna empresa dice que va a seguir apoyando porque les garantiza el crecimiento económico, porque garantiza la estabilidad económica. Ese es el debate que tenemos.

–Usted dijo que estuvo reunido con Cristina Kirchner. ¿De qué hablaron? –Es una buena compañera con mucha experiencia. Yo me acuerdo, por ejemplo, en su gestión de presidenta que EE.UU y Canadá nos habían bloqueado la venta de trigo y harina para el pan. Antes no podíamos producir en nuestro país nuestro pan. Si faltaba pan, Evo era el culpable del sabotaje del imperio norteamericano. Entonces llamé a la hermana Cristina para que me venda trigo y harina. Me mandó trigo y lo resolvimos. Tengo mucho respeto, conversamos muchos temas importantes.

–¿Hubo diferencia en el trato para con usted entre el gobierno de Mauricio Macri y el de Alberto Fernández? –Yo quiero pedirle disculpas como refugiado. No tengo nada que decir sobre temas políticos económicos del país. Disculpe. Es por respeto al acuerdo del estatuto que tenemos.

–¿En el marco de esta campaña electoral piensa residir en una provincia del norte argentino para estar más cerca de Bolivia? –Eso vamos a ver oportunamente. Aquí me siento más seguro gracias al gobierno argentino y al pueblo argentino que me sorprende y me da mucha energía. Para hacer política se necesita fuerza y energía y eso me lo da gente que me alienta. Mi centro de operación va a ser Buenos Aires.

–En la Argentina hay una comunidad boliviana muy grande. ¿Eso le da más valor, esperanza de poder revertir la situación en su país? –Hemos realizado muchas reuniones, incluso hay gente que quiere hacer huelga de hambre. La autoproclamada sabe que en la Argentina y en el trópico ganamos por un gran porcentaje y por eso dicen que en esa zona y en la Argentina no va haber votación. Después dicen que Evo es antidemocrático.

–¿El golpe lo sorprendió, no lo vieron venir? ¿Reconoce algún error al respecto? –Nos tomó por sorpresa porque ni la inteligencia de la Policía ni la de las Fuerzas Armadas advirtieron sobre lo que ocurría. En una reunión de gabinete, faltando dos tres semanas para el golpe, yo dije que se estaba preparando pero no me creyeron. Una mujer, una trabajadora del hogar consiguió mi teléfono y me llamó. Me contó que había escuchado en la casa de sus patrones que se preparaba el golpe de Estado. Comenté eso pero nadie me ha creído. Tampoco lo he creído, soy sincero. Pero porque derrotamos a otros golpes. Pero para este hubo mucho dinero. Por ejemplo, hubo obreros de la construcción que ganan 120 bolivianos pero para bloquear carreteras le pagaban 300 bolivianos y por eso han dejado de ser obreros. Había mucha plata, mucha plata. Nos han sorprendido y nos hemos confiado.

–Ante ese escenario, con tanto dinero dando vuelta, ¿cree posible dar vuelta el resultado? –Me imagino que se va a ser bastante complicado dar vuelta pero no imposible. Debemos tener veedores internacionales y yo estaba pensando en Naciones Unidas y el Centro Carter, también algunos países amigos de Europa pero no debe ser la OEA. Mi recomendación a los políticos de izquierda, a los presidentes progresistas, al gobernante que están con su pueblo: no confíen en la OEA. La OEA es el mejor instrumento de los Estados Unidos. La hemos visto de cerca. Vimos cómo la OEA se plegó al voto al golpe de Estado.

–¿Qué es lo que extraña de la Presidencia? — El trabajo. Bolivia tiene nueve departamentos y cada día visitaba hasta cinco de esos departamentos. Comenzábamos a las cinco de la mañana hasta las 11 o las 12 de la noche. Alguna vez algún ministro me dijo de no trabajar desde las cinco de la mañana. Es inhumano vivir así, decían (y lanza una carcajada que es acompañada por Gabriela Montaño, su ex ministra de Salud).

Mercedes López San Miguel y Felipe Yapur

“¿De qué fraude me hablan?”, se preguntó Evo Morales durante la entrevista. La existencia de fraude electoral en la elección presidencial fue la bandera lanzada por los golpistas para justificar su derrocamiento. Sin embargo, todo parece indicar que no hubo fraude. Al menos así lo afirma Alejandra Dandan en un artículo publicado en El cohete a la luna el 15/12/019.

MISIÓN CUMPLIDA

La Organización de Estados Americanos insiste con su posición sobre Bolivia. El miércoles, Luis Almagro celebró con un twitt al cívico Luis Fernando Camacho, a quien festejó por su «defensa de la democracia». El jueves reunió al pleno de la OEA para recibir a las autoridades golpistas y puso a hablar a dos peritos sobre una Auditoría cada vez más criticada. Este Cohete ya reveló problemas del Informe. Aquí detalla los hallazgos que la OEA omitió y un secreto: el organismo modificó sus propias proyecciones el día de las elecciones del 20 de octubre que daban como ganador a Evo Morales en primera vuelta.

Para ese día la OEA llevaba adelante su Misión de Observación Electoral. Y al cierre de las votaciones, realizó un cómputo rápido con observadores desplegados en distintas mesas de los 9 Departamentos de Bolivia. Es un procedimiento habitual. En esa ocasión, los observadores recogen los resultados de las mesas asignadas para reenviarlos al Centro de Cómputos de la Misión. Con esos datos hicieron una primera proyección.

La OEA suele jactarse de la eficiencia del sistema que utiliza porque obtiene resultados muy parecidos a los oficiales, pero esos números siempre se mantienen en secreto.

En este caso, la muestra seleccionada integró mesas urbanas y rurales sabiendo que se trataba de un territorio complejo en un país en el que existen dos países, con diferencias al interior del voto rural, entre oriente y occidente.

El primer resultado del ejercicio dio una diferencia superior a 10 puntos a favor de Evo Morales. Esto nunca ha sido reconocido por la OEA. El organismo tampoco contó que cuando conoció la proyección no estuvo conforme con los datos hallados. Y realizó una serie de ejercicios forzando la muestra, hasta obtener un resultado similar al que a esa hora difundía una consultora con datos que señalaban una diferencia de apenas 4 por ciento a favor de Morales.

Cuando la OEA obtuvo esos resultados todavía no habían comenzado las críticas por la interrupción del escrutinio rápido electrónico (TREP). El sistema se frenó a las 19.40 con 83,76 de las mesas escrutadas y una diferencia a favor de Morales de 7, 29 puntos. Pero la consultora que a esa hora difundía datos distintos se llamaba Viaciencia. Efectivamente señalaba que la diferencia de Evo Morales era sólo de 4 puntos lo que lo obligaba a una segunda vuelta.

Viaciencia difundió los datos en la entrada principal de uno de los medios opositores más grandes de Bolivia, el diario Página Siete, de la dimensión del diario Clarín de Buenos Aires. Organizaciones como la CELAG sostuvieron desde entonces una posición muy crítica a la difusión de esos datos, porque la instrumentalización de números no oficiales en la entrada principal del diario permitió instalar la idea del fraude.

Un día más tarde, el 21 de octubre, la OEA difundió el primer comunicado sobre el proceso. Y por primera vez habló de irregularidades. Ya se había reiniciado el recuento. Pero la OEA cuestionaba el avance del escrutinio con sus resultados en base a un supuesto informe propio que en realidad había sido alterado.

«La Misión de la OEA manifiesta su profunda preocupación y sorpresa por el cambio drástico y difícil de justificar en la tendencia de los resultados preliminares conocidos tras el cierre de las urnas», señaló el comunicado. Y dijo:

Esta gravísima manipulación será parte del trabajo que deberá ser investigado.

Caras desesperadas

La gente de carrera de la OEA no la está pasando bien después de Bolivia. El jueves pasado, el Consejo Permanente convocó a una sesión del pleno para presentar resultados de la Auditoría Final. Como responsable del trabajo estuvo Gerardo Icaza, que monitoreó todo desde Washington. Icaza es mexicano, de perfil técnico, liberal y respetado. Quienes lo conocen aseguran que en la audiencia estaba desesperado y tan enojado que en su intervención se fue más allá de los hallazgos que estaban en el Informe, añadió datos que no estaban como si dialogara con los papeles que no estaban en la mesa sino con los técnicos de las organizaciones más críticas.

Tiene razones. Durante la última semana, el Centro de Investigación en Economía Política (CEPR) difundió dos informes muy duros contra la Auditoría. El segundo difundido en viernes recogió datos brindados por este Cohete la semana pasada, relegados a las últimas páginas del Informe que inclinan la balanza en contra de la idea del fraude.

Las principales críticas de la OEA a Bolivia son dos. Y la audiencia del jueves abundó sobre eso.

  • Vulnerabilidad informática. Casi la mitad del informe de 95 páginas se dedica a eso. Y dice que hubo un servidor oculto que apareció en escena tras la interrupción del conteo rápido. Y que pudo haberse usado para manipular datos en la etapa final, cuando ingresaron 5% de los últimos votos. Ingreso que generó una ventaja que definen como estadísticamente improbable. Sin embargo, el sistema informático estuvo controlado por dos empresas auditoras, Neotec y Ethical Hackers. La auditoría se contrató a pedido de la OEA. Bolivia cumplió con un requisito de transparencia que la Argentina, por ejemplo, no cumplió con Smartmatic. El número del 5% y la interpretación de ese universo está en discusión. Y la estadística improbable es discutida por estadigrafos de todo el mundo desde el primer día.
  • Llenado de actas por una sola persona. Peritos calígrafos analizaron una selección de 4.692 actas con evaluación de escritura a mano y otros métodos para determinar si habían sido manipulados. El análisis identificó 226 actas donde una misma persona había llenado dos o más hojas en un mismo centro de votación. La Auditoría tomó estos datos como «manipulación intencional». Pero el planteo también es engañoso. Un Acta es un papel con el resultado de la elección en una mesa. Tiene número de habilitados, votantes y votos de partidos. También un espacio destinado a autoridades de mesa y fiscales identificados de tres maneras: nombre y apellido, firma autógrafa y huella digital. El peritaje comparó nombres. Halló sólo una firma falsa. Pero no tomó en cuenta las huellas digitales.

Este apartado también omite el contexto. No explica que en localidades con alto grado de analfabetismo, una misma persona escribe los nombres. Y presenta como sospecha las actas con números absolutos a favor de Morales sin tomar en cuenta que en poblaciones indígenas el voto es comunitario.

Icaza añadió otro dato. La famosa última parte de la cuenta: 5% de actas ingresaron directo al cómputo oficial sin pasar por el TREP. De ese 5%, 56% tuvieron observaciones. El porcentaje es significativamente más alto que el promedio de la elección (37%). Para Icaza es indicio de irregularidad. Sin embargo eso es normal.

Las Actas no pueden ser tachadas. Tiene un espacio destinado a Observaciones. El recuadro permite corregir datos de cuentas o anotaciones. Entonces, si se pudiera aceptar que justamente ese 5% de actas que ingresaron al final del cómputo, corresponde a un grupo especial de personas (analfabeto, rural, indígena, pobre) no debería llamar la atención que tengan que hacer más observaciones para corregir errores. Tampoco que sea un voto mayoritario para el MAS. Tampoco que haya sido computado más tarde porque el cotejo demora más. Y tampoco que las actas hayan sido llenadas por la persona más capaz en la escritura.

Finalmente, el Informe impugna actas con diferencias entre el número de electores y de votos. Pero no menciona dos cosas. La primera es que se trata de un error común en todos los procesos electorales, y de hecho el procedimiento de Bolivia contempla qué hacer en estos casos como la destrucción de votos sobrantes elegidos al azar. La segunda es que no se encontraron más votos que electores en todos los casos. Hubo actas en que se observó lo inverso, y no mencionarlo es malicioso.

Si todo esto cae, ¿qué encontró la OEA?

Los hallazgos

La Auditoría comenzó el 1° de noviembre con una primera reunión con el pleno del Tribunal Superior Electoral (TSE), representantes de los Tribunales Electorales Departamentales y miembros de áreas técnicas del órgano electoral. Los vocales y representantes de los Tribunales expresaron su gratitud a la OEA, señalaron que muchos habían sido víctimas de violencia y permanecían en condiciones de clandestinidad o refugiados en el Tribunal. Al hablar del trabajo, les pidieron tener en cuenta una de las características centrales del mapa social de Bolivia: la existencia de zonas muy pobres con centros poblados donde todos o la mayor parte de los habitantes no saben leer ni escribir y no hablan castellano. El Tribunal sabía que esa podía ser una de las vulnerabilidades para la mirada de los auditores internacionales. ¿Es posible pensar que esa charla, y no un hallazgo fortuito, haya alertado a los técnicos acerca de qué debían mirar?

Ante la tarea pendiente, la Auditoría tomó algunas decisiones. Primero, qué mirar.

Bolivia tiene dos plataformas de datos. Una con el TREP rápido. Y otra con el cómputo definitivo. Cuando concluye cualquier elección, las autoridades de mesa cuentan votos, vuelcan los datos en una Acta Certificada, colocan observaciones si es necesario. Primero sacan una foto del acta y la envían al TREP. Y luego guardan el acta en un bolsín con otros dos documentos: papeles de trabajo con borradores de las cuentas y el padrón o lista índice. Cada bolsín viaja al Tribunal Electoral Departamental. Se abre ante fiscales de todos los partidos. Luego se escanea y se trasmite al centro de cómputos. Cuando existen dudas sobre números en las actas, se recurre al bolsín para reconstruirlos con los papeles de trabajo y el padrón. Por la cantidad de documentos este es considerado uno de los modelos electorales más transparentes. Bolivia no guarda boletas. Guarda las actas. Pero el escaneo de las actas equivale a una validación legal del papel.

El equipo de auditoría volvió a ingresar los datos de las 34.555 actas electorales de las elecciones del 20 de octubre, a partir de las imágenes que son públicas: actas y resultados del CÓMPUTO electoral o actas y resultados del TREP.

En estas plataformas se puede acceder de forma rápida a los resultados electorales de cada una de las mesas de votación en formato Excel. Es uno de los pocos países de Latinoamérica en la que se puede acceder a los resultados con esa facilidad. Las bases de datos se fueron actualizando en tiempo real y se podían ir descargando en cada momento desde el inicio de la transmisión, tanto para los resultados del TREP como del CÓMPUTO. Con estos elementos pudieron reconstruir el proceso de carga de los resultados electorales a lo largo del tiempo.

Al comienzo iban a analizar una muestra. Luego decidieron cargar las 34.555 actas. Contrataron a unos 20 digitadores bolivianos que trabajaron 8 horas por día durante una semana por 100 dólares al día y contrato de confidencialidad. Y a una empresa que proveyó computadoras y equipos instalados en un salón del hotel Casa Grande. Cada acta fue bajada del sistema y controlada por dos personas. Al terminar, 99,8 por ciento de las Actas coincidían con el conteo oficial.

El Informe de la OEA da cuenta del hallazgo en la página 80. Pese a la inversión de dinero y tiempo señaló que el cotejo no era confiable por la falla informática y los peritajes de escritura.

Con las actas de papel pasó lo mismo. Cuando fue posible, se constataron imágenes escaneadas contra actas en papel (muestra estadística). Esto no pudo realizarse en los departamentos donde se incendiaron los tribunales electorales o donde había fuerte violencia política. En todos los casos en que se pudo hallar las actas de papel, coincidían con las imágenes. Esto no se menciona en el Informe Final de OEA.

Hubo 5 Departamentos donde no pudo hacerse la constatación de papel porque habían sido destruidos en las protestas o por la situación de violencia. La OEA le otorgó valor a ese impedimento, pero es relativo. A la hora de los incendios gran parte de las actas habían sido escaneadas, otra parte se escaneó en una institución alternativa y sólo hubo 130 actas destruidas las cuales fueron reemplazadas con la imagen JPG del conteo rápido. La OEA menciona la incorporación de las imágenes JPG al cómputo oficial como una irregularidad pero no explica el motivo.

El mensaje de Camacho

Los días de la Auditoría fueron tensos. Las manifestaciones de la oposición crecían afuera del Hotel Casa Grande, con protestas contra la OEA. Para entonces, Camacho lideraba los bloqueos en todo el país con marchas en Santa Cruz de un millón y medio de personas. Este medio ya dijo que él mantuvo una reunión en Santa Cruz con el cónsul argentino y el cónsul español cuyo contenido quedó volcado en un cable diplomático. Lo que esta nave supo ahora es que Camacho no sólo anticipó el golpe sino que exigió como condición de pacificación (sic) una revisión del protocolo de la Auditoría de la OEA que ya estaba en La Paz.

El encuentro ocurrió el lunes 4 en la residencia del consulado argentino en Santa Cruz de la Sierra. Faltaba casi una semana para el domingo 10. Los diplomáticos querían verlo para obtener información de primera mano de lo que ocurría. Camacho les dijo que contaba con apoyo de la Policía y una parte de las Fuerzas Armadas. Los diplomáticos entendieron que estaba planteado un escenario de guerra civil, y en ese contexto intentaron abrir una ventana de diálogo. Camacho agregó dos cosas. Una conocida en Bolivia. Que no confiaba en Almagro desde que lo había visto bailar con un collar de hojas de coca durante el mes de mayo en el Chapare. La otra no es conocida: tampoco creía en la Auditoría porque los términos no habían sido consensuados con la oposición.

Hoy se sabe que el punto más crítico de la Auditoría fue que se haya planteado como vinculante. Nunca antes la OEA había incluido esa cláusula en una Misión. Y según fuentes de la OEA, la cláusula la impuso el propio Almagro a Bolivia como condición.

Si las fuentes dicen lo cierto, Camacho estaba convencido que la OEA iba a jugar a favor de Evo Morales. Los diplomáticos dieron cuenta de la situación. El argentino informó a Buenos Aires, a la embajada de La Paz y también existieron conversaciones con el gobierno de Evo. ¿Almagro no supo nada en ese momento?

Finalmente, nadie habilitó una revisión del procedimiento. Los diplomáticos creen que el gobierno de Bolivia aún no tenía dimensión de la escala de la protesta. Dos días más tarde, el miércoles 6, Camacho anunció vía twitter que se encaminaba a La Paz con biblia, rosario y una carta con la renuncia de Evo Morales. El viernes 8, pidió a través de otra persona, eventual asilo a la Argentina. El consulado no podía otorgar el asilo que correspondía a la embajada en La Paz.

En el medio, el día 6, el cívico hizo sentir terror también entre los técnicos de la OEA. Según supo este medio, él mismo entró al hotel Casa Grande donde estaba el Centro de Cómputos para alojarse. Alrededor del hotel seguían las protestas, pero ese día el clima de tensión obligó a los observadores a no salir de las habitaciones. Camacho se instaló en una habitación de un edificio del hotel ubicado a dos cuadras y sus hombres se alojaron en el piso de abajo del lugar donde se hacía la auditoría. Y mantuvieron guardias montadas en los ingresos durante el resto del procedimiento.

Nada de esto apareció en el Informe final.

El resto es historia conocida. El domingo 10 Almagro anticipó el resultado de la auditoría sin concluir, obligando al país a convocar a nuevas elecciones. Y empujando a Evo Morales al abismo. Habló de fraude en un twit. Y lo mismo repitió el jueves. Comenzó su alocución como Poncio Pilatos, con una definición encicoplédica de la palabra fraude sin mínima autocrítica. Lo coronó esta semana con el bautismo democrático al líder golpista.

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