Quillermo González, bloguero cubano.

El mensaje es bien claro: aquellos que intenten molestar a la dictadura durante la estancia del ilustre visitante serán sometidos a todo género de maltrato físico, vejámenes y amenazas.

(Guillermo González | Diario Las Américas).- Ya todo está listo en Cuba para dar la bienvenida al Sumo Pontífice, hasta la represión para garantizar la buena apariencia durante la visita papal.

El Cardenal Jaime Ortega, que como todos sabemos ya es plantilla del Departamento de Orientación Revolucionaria (DOR) del Comité Central del Partido Comunista, se reunió hace unos días con el dictador para ultimar detalles de tan importante acontecimiento y el dictador le ordenó que hiciera una petición de excarcelación de presos con una lista confeccionada seguramente en Villa Marista (Sede de la Policía Política), y el Cardenal raudo y veloz dejó caer la noticia en una entrevista concedida a la televisión dictatorial.

Está claro que la lista de posibles excarcelados la componen en su mayoría personas condenadas por delitos comunes (en su mayoría delitos económicos) y en menor escala, estarán los presos políticos. Estas actitudes resultan en estrategias muy bien estudiadas por la dictadura para dar una imagen más humana que compense el salvajismo que practican reprimiendo todo aquello que vaya en contra de sus caprichos e intereses.

Como todos sabemos en el pasado mes de agosto la dictadura batió record de arrestos a disidentes y en estos días previos a la visita papal comenzarán a desaparecer de las calles como por arte de magia muchos disidentes que serán encarcelados hasta que concluya la visita de Francisco. El mensaje es bien claro, aquellos que intenten molestar a la dictadura durante la estancia del ilustre visitante, serán sometidos a todo género de maltrato físico, vejámenes y amenazas.

Aunque sea por la fuerza bruta y desmedida, el régimen dictatorial mantendrá la disciplina a toda costa porque el Papa tiene que llevarse una imagen de unanimidad y disciplina hacia la dictadura y su crápula gobernante.

Mientras, la oposición hará lo humanamente posible con sus limitados recursos y pocas opciones, lo que les dejen hacer la Policía política y sus bandas de matones (conocidas como brigadas de respuesta rápida), en realidad estamos a la espera de que ocurra sabe Dios qué.

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