Por Guillermo Cherashny.-

El G20 nació en 1998 como una reunión de ministros de economía y presidentes de bancos centrales y el entonces canciller argentino Di Tella convenció a los Estados Unidos y a Europa de que Argentina podría incorporar la voz de la América hispana del Sur, porque México ya estaba incluido. Esas reuniones tuvieron como objetivo coordinar las salidas de las crisis financieras del sudeste asiático y Rusia y de la devaluación brasileña de ese año y sólo en el 2008, con la crisis subprime, se incorporaron los presidentes de 19 países y el presidente de la Unión Europea, de ahí el nombre de G20. En esta oportunidad le tocaba a la Argentina por orden alfabético y con la curiosidad de que se podría decir que hay algunos antiglobalización como miembros de esta reunión y no afuera, como pasó en Hamburgo, y se trata de Donald Trump, Vladimir Putin, Theresa May, impulsora de la separación de Europa, y Giuseppe Conti, el Presidente del Consejo de Ministros de Italia, donde gobierna una coalición antiglobalización. Trump ya avisó que no se reunirá con Putin por el conflicto reciente y vigente con Ucrania, que pone de mal humor a los europeos que tiene otra rara coincidencia con Trump cual es ponerle un freno al «libre proteccionismo» de Xi Jinping, el presidente chino, que quiere colocar productos industriales a todo el mundo con un tipo de cambio alto y comprar sólo materias primas.

Hablando de Donald Trump y Xi Jinping, será la reunión clave de este G20 y a lo sumo se puede esperar una pequeña moderación de la guerra comercial que se ha desatado entre las dos potencias y donde Trump está muy acompañado en esa ofensiva por el complejo militar estadounidense liderado por el vicepresidente Mike Pence.

En cuanto a nuestro país, el presidente Macri tuvo su primer fracaso con el presidente Macron de Francia, porque, pese a la calidez con que se trataron ambas parejas, cuando se intentó concretar el acuerdo Mercosur-Unión Europea el presidente Macron alegó que seguramente hay que consultar al nuevo presidente Jair Bolsonaro, una forma de tirar la pelota afuera y negarse a ese acuerdo como le exigen los productores agrícola de Francia.

La reunión de Macri con Trump será sólo de agradecimiento por los favores que le hizo con el FMI y algunas inversiones americanas para iniciar los PPP con una constructora americana.

La otra reunión importante de Macri será con el presidente chino para ampliar el swap de monedas a 18.700 millones de dólares y el tema más espinoso, ya que China exige la construcción de una central nuclear Atucha 3 a cambio del swap pero que fue muy criticada por los 7 ex secretarios de energía, que la consideran carísima -es más de 5 veces superior a cualquier otro proyecto energético.

Share