Cualquiera que haya estado siguiendo la carrera presidencial estadounidense se lo anticipaba, pero ahora es oficial: Donald Trump será el candidato del Partido Republicano en 2016.

Después de liderar las elecciones primarias durante los últimos meses, Trump finalmente ha acumulado los 1.237 delegados que hacen imposible que otro candidato lo supere. Más bien, cuenta con suficientes delegados para evitar que la Convención Nacional Republicana del próximo 18 de julio lo ignore y busque a otro candidato.

A pesar de ello, quedan varios estados como California, Nueva Jersey y Nuevo México que celebrarán sus primarias republicanas durante el mes de junio.

Trump ya está apuntando a las elecciones generales, donde con seguridad se enfrentará a Hillary Clinton, quien lidera la carrera por la nominación del Partido Demócrata. Ella aún no ha conseguido los delegados para derrotar a Bernie Sanders, pero tiene suficiente tiempo hasta la convención de su partido el 25 de julio.

“Aquí estoy observando la contienda de Hillary y ella todavía no lo logra”, presumió Trump el jueves 26 de mayo luego de descubrir que había superado la barrera de los 1.237 delegados.

Pero Trump no debería alardear aún, ya que debe enfrentar el considerable desafío que representa Clinton, la candidata favorita de la carrera presidencial. Una encuesta de Huffington Post muestra que los estadounidenses votarían por Hillary en 43% de los casos contra 39% por Trump; otra encuesta de Reuters da a Hillary como ganadora por 41% versus 36%.

Trump aseguró que su foco a partir de ahora será aquellos estados con márgenes estrechos de diferencia entre él y Clinton.

Esto lo podría lograr más fácilmente si consigue el apoyo de líderes del Partido Republicano que aún no han respaldado a Trump, como el presidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan.

Trump recibió el apoyo de mala gana de su anterior contrincante, el senador por la Florida Marco Rubio, quien retiró su candidatura luego de una tirada de insultos.

“Mis diferencias con Donald acerca de políticas públicas y mis reservas acerca de su campaña han sido bien establecidas y me reafirmo en ellas”, aseguró Rubio. “Dicho esto, no me veo como el tipo que durante los próximos seis meses se pasará atacando [a Trump]… él es el virtual candidato y lo acepto”.

El mundo asiste nervioso el ascenso de Trump

El Partido Republicano se tambalea con el éxito completamente abrumador e inesperado de Trump, hasta el punto de que sus miembros han iniciado conversaciones para transformar el proceso de las elecciones primarias para garantizar que algo así no vuelva a ocurrir, informó el New York Times.

Esta reforma puede incluir posponer las elecciones en algunos estados. Otros miembros partidarios proponen introducir reglamentos que impidan que un gran número de personas voten en las primarias, tales como impedir la participación de votantes independientes o no registrados.

Mientras tanto, Obama ha expresado sus preocupaciones sobre la ahora inevitable nominación de Trump, argumentando que las elecciones de Estados Unidos son muy importantes para la política exterior, porque todo el mundo está prestando atención.

“Estados Unidos está en el corazón del orden internacional”, dijo Obama. “Incluso aquellos países que nos critican saben que las cosas en última instancia no marchan bien si Estados Unidos no toma las decisiones correctas, y cuentan con nosotros para proporcionar estabilidad a la hora de tomar decisiones globales”.

Trump respondió a los comentarios de Obama y afirmó que se alegra que los líderes mundiales estén preocupados.

Las elecciones generales de noviembre se acercan rápido, donde Trump tendrá muchas oportunidades para seguir preocupando al mundo. (Maxwell Radwin | PanAm Post)

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