Por Carlos Vilchez Navamuel.-

La verdad es que todos los que estamos preocupados por la situación venezolana podemos esperar cualquier cosa de estos malandros que están instalados en el Palacio de Miraflores y sus dependencias, los últimos acontecimientos son una cortina de humo.

Estamos claros que podemos pensar muchas cosas sobre la última decisión tomada en el Tribunal Supremo de Justicia al suprimir las sentencias que violaban el orden constitucional, muchos podrán opinar que esta decisión de retractarse es el resultado de la presión internacional, otros que al gobierno le dio miedo la situación que se estaba presentando, sin embargo, para nosotros todo esto ha sido preparado desde Miraflores como respuesta a lo sucedido la última semana en la OEA y sus consecuentes reacciones en el ámbito internacional en contra del gobierno de Maduro, el motivo, presentase ante el mundo como un gobierno democrático donde todos los poderes funcionan y no como aparece en el informe del Secretario General de la OEA, Luis Almagro.

Veamos, todos los hechos ocurrieron en solo unas horas:

Desde el Tribunal Supremo se emiten unas sentencias que anulan las competencias de la Asamblea Nacional venezolana, y las traspasa al Tribunal Supremo de Justicia. (Golpe de Estado).

Horas después, la Fiscal General de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, conocida chavista sale afirmando que las sentencias del Tribunal Supremo sobre la Asamblea Nacional violan el orden constitucional. (La Fiscal hace una declaración pública, pero no actúa como le corresponde, debió acusar y apresar a los magistrados que emitieron esas sentencias).

Aparece el presidente Maduro por televisión negando que conocía las sentencias del Tribunal Supremo de Justicia y que desconocía las declaraciones de la Fiscal General, Luisa Ortega y cuestionó a todos aquellos que afirman que en Venezuela hay una dictadura: “Hoy, como producto de una sentencia del TSJ, surgió una discrepancia entre órganos del Poder Público (…) debe ser que yo le escribí el discurso a la fiscal y la sentencia al TSJ”. Dicho esto, Maduro convocó al Consejo de Seguridad de la Nación por sentencia del TSJ y activó el artículo 323 de la Constitución para resolver las discrepancias entre el Ministerio Público y el Poder Judicial. (¿Quién le cree a mentira fresca?).

El Tribunal Supremo de Venezuela rectifica y devuelve las competencias a la Asamblea Nacional y renuncia a asumir las funciones del Parlamento que se otorgó. Esto ocurrió luego que el Consejo de Defensa de la Nación exhortara a revisar y aclarar los contenidos de las sentencias 155 y 156.

En este contexto podemos ver que el gobierno de Maduro lanzó esta cortina de humo para presentarse ante la opinión internacional como un gobierno democrático, cosa que no podemos aceptar porque como se sabe, no es la primera vez que este gobierno chavista, en contubernio con el TSJ ha roto el orden constitucional, lo han hecho varias veces quitándole poderes a la AN que es mayoría opositora al gobierno y han violado constantemente la Carta Democrática.

Ante todos estos hechos, y ante la decisión del TSJ de revertir sus sentencias, cabe preguntarse lo siguiente: ¿Tendrá la Asamblea Nacional la libertad de ejercer el papel que le corresponde de ahora en adelante como poder público que es? ¿Acatará el gobierno de Maduro lo que la AN le indique por ley? ¿Acusará la Fiscal General a los Magistrados involucrados en el golpe de Estado? ¿Se sustituirán estos magistrados que firmaron las sentencias del golpe? ¿Qué sigue en esta historia que cambia cada 24 horas?

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