Por Jorge Azar Gómez.-

Acostumbrados a colocar nuestros productos en los importantísimos mercados de Argentina y Brasil, poco nos hemos ocupado de extender contactos hacia otras latitudes donde también pagan con divisas fuertes.

Ahora que nuevas perspectivas y posibilidades tocan a la puerta en Uruguay como consecuencia de las trabas que nos viene poniendo Argentina en forma permanente y escalonada, la incertidumbre nos invade y nos obliga a volver el rostro hacia otros mercados, y más teniendo en cuenta que el MERCOSUR, es un organismo paralizado, inflexible, está anestesiado y se ha convertido en un simple centro de meditación y de pelea de gallos.

Yo le sugiero al Canciller Bustillo, que no transmita con tanto optimismo su entusiasmo por flexibilizar el Mercosur, porque pese a su estrecha amistad con el presidente argentino Alberto Fernández, mientras gobierne Argentina la mafia kirchnerista, eso va a ser imposible concretar.

Uruguay tiene que aumentar sus exportaciones a otras áreas del planeta sin descuidar en nada el mercado regional.

Debemos entusiasmar e incentivar a que las empresas nacionales participen en diversas ferias de Europa, Sudáfrica, el Caribe y otras regiones de importancia comercial, ofertando sus productos y haciendo contactos en busca de contratos. Misiones conjuntas de negociadores, industriales, hombres de negocios y funcionarios del gobierno deben ejecutar acciones de plena ofensiva por los diversos continentes tratando de colocar toda clase de productos nacionales “Made in Uruguay”.

Otras misiones deberían viajar para concretar contactos destinados a realizar un foro sobre exportaciones de Uruguay a los países bajos, escandinavos y del norte de Europa.

Equipos de negociadores y exportadores nacionales deberán poner todos sus esfuerzos para preparar una «ofensiva caribeña» que debe comprender varias ferias comerciales en puntos importantes de la región. Para ello se deben concretar y agendar eventos en Jamaica, Surinam, Santa Lucía, y en todos las islas que se están independizando y necesitan de nuestros productos así como en otros países de influencia en el área caribeña, tan necesitada y tan ignorada por nuestros exportadores.

Debemos poner en marcha trabajos para concretar «foros de promoción de exportaciones uruguayas» en el Caribe y Centroamérica. Debemos elaborar proyectos y coordinar factores.

Sería oportuno que el primer Foro para El Caribe se realizara en República Dominicana, un país donde existe gran interés por comprar e intercambiar productos uruguayos.

El Foro para Centroamérica podría desarrollarse en Costa Rica o Guatemala, naciones ambas que siempre han visto con buenos ojos los productos uruguayos.

Dentro del dinámico empuje que se le debe dar al esfuerzo exportador ampliando horizonte hacia Europa, el Caribe, Centroamérica, Sudáfrica y los países de la ex Unión Soviética, también se presentan oportunidades que requieren cuidadosas deliberaciones y hábiles negociaciones.

Estas oportunidades se nos están presentando en Estados Unidos y en la ONU, donde debemos negociar y reclamar una cuota de productos uruguayos para abastecer las fuerzas instaladas en diversos puntos del planeta, así como los campos de refugiados de la ONU y las diversas unidades de paz instaladas por este organismo, tal como lo analizó también el ex presidente Lacalle Herrera.

En ambos casos, es necesaria la presencia de negociadores que conozcan el medio, pudiendo de manera rápida colocar entre otros productos agua mineral, raciones para ejércitos de paz de ONU, alimentos no perecederos para los refugiados, así como mantas, abrigos, medicamentos, calzados, etc.

La Organización de las Naciones Unidas es una de las instituciones compradoras más importantes del mundo. Con más de 40 agencias especializadas, programas, fondos y oficinas de su Secretaría, representa un mercado global de aproximadamente 3,000 millones de dólares por año, con la seguridad de que cuando hace el concurso de precios, ya tiene disponible y confirmado el pago de la compra.

Quienes conocemos los movimientos dentro de la ONU y los contactos que se deben llevar a cabo dentro del gobierno de Estados Unidos, sabemos que esto es posible y sugiero, que el presidente Lacalle Pou, pasados los inconvenientes y limitaciones de la pandemia, pueda concretar urgente una política de abrir mercados fuera de la región, por lo que sería más que necesario que concrete un viaje a Estados Unidos y lo acompañen negociadores que actúen simultáneamente en New York y Washington, a efectos de negociar, con la fuerza que da la presencia del presidente en el lugar, las cuotas de productos uruguayos en ONU y Estados Unidos.

El Gobierno uruguayo debe poner, a disposición de nuestros exportadores, toda su infraestructura para asesorarlos a efectos de que puedan concretar su inscripción como proveedores de las diversas dependencias de Naciones Unidas e ingresar al Sistema de Compras de O.N.U.

Las empresas uruguayas deben ingresar porque el Sistema de Compras de las Naciones Unidas es una excelente puerta de entrada para introducir sus bienes o servicios a nuevos mercados, disminuyendo los riesgos a su mínima expresión dadas las seguridades que ofrecen las instituciones más sólidas del mundo.

Así mismo, Uruguay debe tener preparado un equipo de negociadores, prontos para viajar y actuar ante cualquier situación que se dé en el planeta y que requiera el urgente abastecimiento de agua, víveres o ropas, esas misiones podrían estar encabezadas por el ex presidente Luis Lacalle Herrera, por su experiencia y conocimiento del tema.

Lógicamente que esto no se puede llevar a cabo con voluntariosos o curiosos, pues la crisis nos golpea la puerta por lo que el gobierno y los exportadores uruguayos deberán moverse, con expertos, en toda la geografía en busca de «los mercados olvidados» que mejore nuestros ingresos en divisas y genere todas las actividades colaterales que el comercio exterior promete.

Share