Por Jorge Azar Gómez.-

Otra manera de potenciar la corrupción progresista

El mundo aún no ha salido de su asombro frente al gran fraude del siglo, que fue el polémico y corrupto convenio “petróleo por alimentos” entre O.N.U. e Irak, que sirvió para financiar el terrorismo internacional y aumentar el monto de las cuentas bancarias de altos jerarcas de Naciones Unidas, algunos de ellos aún presos, cuando nos enteramos que Uruguay intenta potenciar el canje de petróleo por alimentos para cobrar la deuda que Venezuela tiene con las empresas uruguayas.

Llama la atención que dos países que pueden disponer libremente de sus productos tanto renovables (alimentos) como no renovables (petróleo), concreten a través del trueque, que se sabe que es una de las formas más corruptas del negocio internacional, el abastecimiento de sus necesidades.

La inmoralidad comenzó cuando Venezuela, por medio de la empresa petrolera estatal venezolana PDVSA (Petróleos de Venezuela), llegó a Uruguay no a vender petróleo, sino que llegó para comprar alimentos y solicitó a las empresas uruguayas, que suban sus cotizaciones en mas de un 30%, que ellos se lo llevarían en «negro», para llenar sus «cajas» personales, coima que ahora debe «cubrir» también el pueblo uruguayo.

Por un lado es inmoral, porque si en Venezuela no producen lo que comen se hunden, por mas que su dictador diga que hay reservas de petróleo para 100 años o más, y si Uruguay queda de rehén del petróleo de Venezuela, será su súbdito por los mismos años, dejando comprometido a los próximos gobiernos, situación también inmoral.

Es inmoral, para los venezolanos, que su gobierno este pagando con petróleo la factura de la comida importada, es una inmoralidad que Venezuela esté liquidando un activo fijo, un pedazo de la tierra venezolana que se saca del subsuelo y que se llama petróleo y que no regresa nunca más, un recurso no renovable, para pagar con eso comida, que es un recurso renovable.

Venezuela, bien gobernada, sin corrupción, no solamente debe exportar petróleo, debe también exportar comida y no debiera importarla, sino lo que no pueden producir ellos, como es el caso del trigo. Pero hay cosas, que por su clima y por su infraestructura las puede producir (leche, carne, aceite, etc.) y por lo tanto es inmoral que la esté trocando e importando.

Maduro, en lugar de fomentar la guerrilla en América Latina, de financiar células de ISIS en EEUU y perseguir a su pueblo, debería crear en su país un Estado mayor de guerra para estudiar y elevar la producción agrícola en determinados rubros específicos (maíz, oleaginosas, leche, carne, etc.), pues esas cosas sí las puede producir y reitero es inmoral importarlas en cualquier parte del mundo.

Lógicamente que el convenio “petróleo por alimentos” le sirve a los dos gobiernos, pues esto sustituye la “línea” Antonini hoy hundida en el fracaso y que ya fue tema para abogados y tribunales.

Sirvan estas líneas, para alertar a la oposición, al gobierno y al pueblo uruguayo, pues este sistema de trueque lo esta aplicando el dictador caribeño con varios países de Centro y Sud América, como método de dependencia energética, pues al fallarle la militar desde Bolivia sólo le queda enjaular a los gobiernos en su trampa del petróleo barato a través del antiguo y corrupto sistema del trueque.

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