Por Guillermo Cherashny.-

Hay un gran error o ignorancia en los medios escritos sobre la composición de las mayorías en el Consejo de la Magistratura. En efecto, daba la impresión de que Cambiemos podría obtener la mayoría calificada de nueve miembros si el bloque de Argentina Federal en el Senado se dividía como se anunciaba y se convertía en segunda minoría. Pero, pese a esta circunstancia, Alperovich y Mirkin, que abandonaron el bloque de Pichetto, igual lo apoyaron para que Cambiemos no tenga los dos representantes por la mayoría. Así fue que ingresaron Pichetto y Ada Itúrrez de Cappellini, una santiagueña alineada con el gobernador Zamora. Pero la mayor esperanza de Cambiemos estaba en Diputados, donde daba por seguro el octavo miembro sobre 13, ya que tenía a Pablo Tonelli y Mario Negri y pensaba conservarlos. Pero la sorpresiva maniobra de Agustín Rossi y Graciela Camaño, apoyada por Sergio Massa y Juan Schiaretti, dio por tierra con la esperanza oficialista y la decepción de Mario Negri, ahora enojado con Monzó y Frigerio. En el resto del Consejo, el gobierno puede tener como aliados para cuestiones simples al representante de los jueces, el neuquino Alberto Lugones, y al académico de Lomas de Zamora, Diego Molea, pero no los puede contar si los quiere para hacer intentos de dominar la Justicia, como era el plan original de Daniel Angelici, avalado por el presidente Macri.

La gran perdedora fue Elisa Carrió, quien estuvo de viaje por Israel y llegó hace pocos días y sigue enojada porque el oficialismo le quitó el apoyo para ser la presidenta de la Comisión Bicameral de Seguimiento del Ministerio Público, comisión que presidió Graciela Camaño hasta hace poco y que tuvo poco trabajo precisamente por la oposición de Elisa Carrió, quien no pudo asumir en un lugar que obstaculizó durante más de un año. Encima, su exigencia de separar a Daniel Angelici de las cercanías del poder fracasó rotundamente y, si bien el presidente de Boca casi logra la mayoría calificada y fracasó, Elisa Carrió no pudo festejar porque quien le arruinó la fiesta a Angelici fue el peronismo unido, es decir, la peor pesadilla para Lilita Carrió.

En conclusión, Cambiemos tiene mayoría simple y puede sancionar a jueces pero no expulsarlos de la función; puede promover pero tiene que negociar con el peronismo, un juez y un académico, en un verdadero equilibrio de poderes, lo que no querían el PRO y la UCR, que quisieron quedarse con todo y les fue mal.

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