Por Carlos Tórtora.-

La última denuncia de Elisa Carrió contra Ricardo Lorenzetti consistió en anunciar que le pediría el juicio político por haber montado una “SIDE paralela” en la dirección que, dependiendo de la Corte, tiene a su cargo la realización de las escuchas oficiales.

En caso de haber avalado semejante planteo, Mauricio Macri hubiera iniciado un conflicto de poderes entre el Ejecutivo y el Judicial. Asi que el presidente se limitó a decir que no había hablado con Carrió del tema y ésta, a su vez, sostuvo que denunciaba a Lorenzetti a título personal. O sea que en el gobierno de una alianza (Cambiemos) la jefa de uno de sus partidos denuncia a la Corte y otro de los partidos miembros se desentiende.

El caso es que la Dirección de Captación de Comunicaciones creada por acordada de la Corte transformó así el Departamento de Captación e Intercepción de Comunicaciones (DICOM) que dependía de la Procuración General de la Nación. A cargo del nuevo ente quedaron los jueces Martín Irurzun y Javier Leal de Ibarra. La difusión de las escuchas a Cristina Kirchner entre otros, le dio pie a Carrió para embestir otra vez contra la Corte. Lorenzetti y sus pares habrían, por su parte, tomado conciencia del error que cometieron al hacerse cargo de un tema tan espinoso. Como consecuencia de esto, estaría negociándose el retorno de la polémica dirección de escuchas a la Procuración General de la Nación. De concretarse esto y conseguir Macri que el pliego Inés Weinberg de Roca sea aprobado por el Senado, las valiosas escuchas serían dirigidas por una funcionaria de la más estrecha confianza del presidente.

Todo acordado

En otras palabras, que la nueva ofensiva de Carrió contra Lorenzetti tendría un saldo altamente positivo para Macri. Una razón más para interpretar que las operaciones de aquella casi siempre coinciden con los objetivos del presidente. Esto aunque a veces parezca lo contrario y aunque Carrió haya pedido ahora al Ejecutivo aclaraciones por los aumentos tarifarios, simulando que apoya las crecientes críticas de la dirigencia radical a la política económica del PRO.

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