Por Carlos Tórtora.-

Esta semana comenzará a tratarse en la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado el proyecto de ley kirchnerista para ampliar la Corte Suprema de 5 a 9 miembros. El artículo 99, inciso 4, de la Constitución Nacional establece que la designación de los ministros de la Corte la debe hacer el Poder Ejecutivo con el acuerdo de los dos tercios de los miembros presentes del Senado. Así las cosas, un primer análisis indicaría que el proyecto está destinado al fracaso, ya que el Frente de Todos no cuenta con un número suficiente de senadores. El tratamiento del proyecto se convertirá entonces en un gesto de impotencia de Cristina Kirchner, gesto que terminaría fortaleciendo a la actual Corte y que se volvería como un búmerang contra el gobierno.

Vacantes

Sin embargo, el tema es más complejo. Para empezar, en la eventual ampliación de la Corte no se sumarían 4 integrantes sino 5, porque se debe llenar la vacante correspondiente a la renunciada Helena Highton de Nolasco. Estamos entonces ante cinco designaciones y el kirchnerismo estaría dispuesto a cederle a Juntos por el Cambio dos cargos en la Corte, quedándose con tres. Para defenestrar a su archienemigo Horacio Rosatti, este número sería suficiente si, por ejemplo, el gobierno negocia con Ricardo Lorenzetti, siempre abierto a un acuerdo.

No habría dudas de que acceder a dos vacantes en la Corte es una perspectiva que entusiasma a buena parte de la dirigencia opositora. El problema es cómo presentarle a la opinión publica un acuerdo con el gobierno y sobre todo en un tema tan delicado como es la justicia.

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