Por Guillermo Cherashny.-

Ayer fue un día de suspenso, porque el juez Carzoglio, de la ciudad de Avellaneda, decidiría la detención de Pablo Moyano pedida por el fiscal Sebastián Scalera de Lomas de Zamora. El magistrado de garantías de Avellaneda no hizo lugar al pedido de la fiscalía, por considerar que el hijo del dirigente camionero no es el líder ni integra la asociación ilícita conocida como la barra brava de Independiente junto a Pablo «Bebote» Álvarez, el líder histórico de la hinchada de Independiente desde hace más de 15 años, cuando la familia Moyano sólo seguía al Club Independiente por televisión o yendo a la cancha esporádicamente. Es decir que, para el fiscal Scalera, Pablo Moyano, al asumir en la comisión directiva, desplazó a «Bebote» Álvarez y se convirtió en el nuevo líder convirtiéndose de dirigente de fútbol en la cabeza organizativa de la hinchada de Independiente. Además el magistrado decidió que faltan algunas pericias informáticas para tomar una decisión definitiva.

El escándalo se desató más tarde, cuando el juez Carzoglio denunció a Julio Conte Grand, el procurador general de la provincia, de difundir datos personales que fueron difundidos por los matutinos La Nación y Clarín; además criticó a los periodistas Majul, Adrián Ventura de TN y Jorge Lanata de descalificarlo personalmente y que las amenazas se produjeron después que emitiera la resolución suspendiendo la detención de Pablo Moyano e indirectamente acusó al gobierno provincial y nacional de todos los aprietes que sufre.

En notas anteriores señalamos nuestra información de que ésta era una causa «armada» por la ministra Patricia Bullrich, su jefe gabinete Gerardo Millman y la flamante asesora Florencia Arietto, ex jefa de seguridad del Club Independiente en la fracasada gestión de José Cantero, que llevó a los rojos a la B.

Las graves acusaciones del juez Carzoglio se suman a las del camarista de casación Violini, quien le dijo públicamente a Conte Grand: «la provincia de Buenos Aires no es Comodoro Py».

Sorprende la coincidencia del juez Carzoglio con Lilita Carrió; es asombrosa pero parecida, en el sentido de que ambos denuncian presiones de personas vinculadas al gobierno nacional como Angelici, Rodríguez Simón y Conte Grand sobre fiscales y jueces para que fallen a favor del gobierno.

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