Por Carlos Tórtora.-

El juez federal Claudio Bonadío, en medio de los procesos judiciales trascendentes que instruye, en los cuales la ahora senadora Kirchner es una de las imputadas, pidió su jubilación.

«No es de los jueces a los que peor le fue en la auditoría interna, así que no creemos que sea por eso», dijo un vocero.

Una opción un poco más relacionada a su futuro es que, quizás, la decisión de jubilarse esté vinculada con la posibilidad de perder algún privilegio con la reforma previsional que el Ejecutivo envió al Congreso.

El eje de la actividad judicial de Bonadío tiene nombre y apellido: Cristina Kirchner, a la que tiene procesada en dos causas: los Sauces y Dólar Futuro y a punto de hacerlo en una tercera, la causa del memorándum con Irán.

No se sabe cuánto tardará el trámite jubilatorio del juez pero sin duda será bastante más rápido que el trámite de las causas contra CFK que le espera al juez con expedientes de docenas de cuerpos, múltiples testigos y pericias harto complejas.

La realidad es que las investigaciones judiciales más importantes contra la corrupción, porque además involucran a la ex jefa de estado en cuestiones de enorme trascendencia institucional están a punto de quedarse sin juez o mejor dicho a cambiar de juez. El sugestivo tramite jubilatorio de Bonadío trae a la memoria de algunos analistas de los temas judiciales lo ocurrido con el célebre caso Skanska. Vale la pena reproducir parcialmente la nota de Clarín del 29 de septiembre del 2009 “Montenegro se va con Macri y deja el caso Skanska por la mitad”.

El juez federal Guillermo Montenegro presentó ayer la renuncia a su cargo y abandonó la causa Skanska -el expediente judicial que más preocupa al Gobierno- para asumir en diciembre como ministro de Seguridad de Mauricio Macri.

Montenegro firmó la nota con su renuncia en su despacho a la mañana, delante de sus empleados, como en una ceremonia, y al mediodía se la llevó al ministro de Justicia, Alberto Iribarne. Esta decisión había sido anticipada por Clarín un mes atrás.

Designado por Néstor Kirchner en 2004, Montenegro -44 años, ex fiscal- se irá de Tribunales sin resolver la situación procesal de dos ex funcionarios a los que ya indagó. Por los próximos días lo reemplazará Sergio Torres.

En lo formal, Montenegro pidió una licencia hasta el miércoles, mientras el Poder Ejecutivo acepta su dimisión. Aunque se supo del enojo de algunos funcionarios de la Casa Rosada por su sorpresivo pase al Gobierno de la Ciudad, nada indica que ahora le vayan a trabar el camino.

Una de sus actividades en el futuro cargo será discutir con la Nación el traspaso de la Policía Federal. La suerte de su gestión estaría en buena parte atada a esto, en lo que Macri y el Gobierno no vienen acordando.

La Cámara Federal porteña tiene una tradición: que los jueces que se van de Comodoro Py sin escándalo puedan elegir quién los sucede. Montenegro pidió por Ariel Lijo y Ariel Ercolini, máximo favorito a heredar el caso Skanska. Montenegro ayer estuvo con los camaristas para anunciarles en persona su ida.

La causa se va a paralizar de hecho. El nuevo juez tendrá que ponerse al tanto del expediente -que lleva 20 cuerpos, 4 mil fojas- y, además, Montenegro planea llevarse a la Ciudad a sus tres secretarios, incluyendo la que lleva este sumario.

En el caso Skanska se investigan dos cosas: por un lado, el pago de coimas que esta constructora sueca admitió haber realizado en la ampliación de dos gasoductos; por otro, los grandes sobreprecios que habrían pagado en esas obras no sólo Skanska, sino los demás ganadores de un sospechado concurso privado de precios (BTU, Contreras Hermanos y la brasileña Odebrecht)”.

Pero también el Fiscal de Skanska, Carlos Stornelli, renunció en este caso para pasar a jurar como Ministro de Seguridad de Buenos Aires con Daniel Scioli como gobernador. Y ambos , Montenegro y Stornelli, se sumaron a la dirigencia de Boca, Pagina 12 lo explicó así: “Dos hombres clave en las investigaciones del caso Skanska trabajarán ad honorem para el Boca de Mauricio Macri. Se trata de Guillermo Montenegro y Carlos Stornelli, juez y fiscal del caso de corrupción que desvela por estas horas al Gobierno. La dupla y otros hombres de trayectoria en la Justicia -todos ellos fanáticos xeneixes- integrarán una comisión asesora en seguridad deportiva, lo que seguramente generará especulaciones. “Cualquier conspiración cierra. Pero yo esto lo hago por Boca, no por Macri”, aclaró Montenegro al ser consultado anoche por Página/12.” (https://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-85458-2007-05-24.html).

Entre las muchas empresas de primer nivel involucradas en el caso Skanska se encuentra IECSA, que por entonces presidia el primo de Mauricio Macri Angelo Calcaterra y, por supuesto, muchas otras firmas ligadas a negocios con el entonces Ministro de Planificación Julio de Vido.

10 años no es nada

El caso es que fue el ex juez Norberto Oyarbide el encargado de llevar adelante la causa que tardó 4 años en generar un fallo Y este fue unánime de la Sala I de la Cámara Federal (noviembre del 2011), que sobreseyó y revocó procesamientos de los funcionarios implicados, los ejecutivos bajo sospecha y una larga lista de personas vinculadas con sociedades proveedoras de facturas apócrifas. Los sobreseimientos beneficiaron al secretario de Energía, Daniel Cameron, al ex titular del Enargas (ente regulador del gas) Fulvio Madaro y un grupo de funcionarios de ese organismo, igual que a miembros de TGS y TGN, las gerenciadoras de los proyectos encomendados por el Estado para construir tramos de gasoductos que elaboraron los presupuestos iniciales. A su vez, la Cámara resolvió revocar el procesamiento de Néstor Ulloa, que era el titular del fideicomiso del Banco Nación creado para financiar las obras; a ocho ejecutivos de Skanska; un contador, Alfredo Greco, quien habría oficiado de nexo para que esa firma consiguiera facturas truchas, y una veintena de personas vinculadas con “usinas” proveedores de esas facturas. Pero la causa siguió adelante, lo que es solo una expresión, y en Un fallo unánime de la Sala I de la Cámara Federal (Noviembre del 2011), sobreseyó y revocó procesamientos de los funcionarios implicados, los ejecutivos bajo sospecha y una larga lista de personas vinculadas con sociedades proveedoras de facturas apócrifas. Los sobreseimientos beneficiaron al secretario de Energía, Daniel Cameron, al ex titular del Enargas (ente regulador del gas) Fulvio Madaro y un grupo de funcionarios de ese organismo, igual que a miembros de TGS y TGN, las gerenciadoras de los proyectos encomendados por el Estado para construir tramos de gasoductos que elaboraron los presupuestos iniciales. A su vez, la Cámara resolvió revocar el procesamiento de Néstor Ulloa, que era el titular del fideicomiso del Banco Nación creado para financiar las obras; a ocho ejecutivos de Skanska; un contador, Alfredo Greco, quien habría oficiado de nexo para que esa firma consiguiera facturas truchas, y una veintena de personas vinculadas con “usinas” proveedores de esas facturas.

Pero la causa siguió adelante, lo que es sólo una expresión. Recién el 3 de noviembre pasado el juez Sebastián Casanello procesó a los ex funcionarios Julio De Vido, José López y al ex gerente de Fideicomisos del Banco Nación, Néstor Ulloa, por los delitos de administración fraudulenta y cohecho en tanto procesó a ex directivos de Skanska”.

O sea que las oportunas renuncias de Montenegro y Stornelli produjeron un cajoneo de la causa -Oyarbide mediante- que estiró las cosas hasta hoy. Es decir 10 años de Skanska y el caso apenas esta a mitad de camino.

La pregunta que se abre ahora, con obvia suspicacia, es si la sorpresiva renuncia de Bonadío puede implicar el cajoneo de las causas contra CFK por un tiempo prudencial. ¿Sería conveniente para la Casa Rosada que la ex presidente se vea aliviada del acoso judicial y se reposicione entonces políticamente como la partenaire de Macri para que este sea reelecto en el 2019?

Nadie puede negarle a Bonadío su derecho a jubilarse, pero no es menos obvio que las circunstancias son especialmente significativas.

Lo previsible era el avance de los procesos que alcanzan a CFK, aun cuando esta no podrá ser detenida debido a sus fueros legislativos. Lo imprevisible es lo que puede estar empezando a ocurrir: que las causas que acorralan a la ex presidente terminen repitiendo la siesta de la mega causa de Skanska.

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