Por Guillermo Tiscornia.-

Distintas personalidades del ámbito político, institucional, académico y abogadil suscribieron una proclama reclamando públicamente por la remoción del señor juez federal doctor Daniel Rafecas, centrando esa petición en su decisión por la cual el citado magistrado desestimó “in límine” una denuncia que a comienzos del año 2015 había promovido el señor fiscal federal doctor Alberto Nisman referida a una hipótesis de encubrimiento que aludía a la actividad desarrollada por funcionarios del Poder Ejecutivo Nacional en relación al caso AMIA con motivo de la firma del recordado Memorando de Entendimiento oportunamente suscripto por las pasadas autoridades gubernamentales con la República Teocrática de Irán.

Vale recordar a esas misma s destacadas personalidades que claman por la destitución del juez federal doctor Daniel Rafecas que su controvertida decisión (encaminada a abortar la denuncia que a su turno formuló el señor fiscal federal doctor Alberto Nisman) fue convalidada por resolución mayoritaria adoptada por una de las Salas de la Cámara Federal porteña.

Luego esa obturación fue rematada por un Fiscal General de la Cámara Federal de Casación Penal que adhirió a ese genuino adefesio denominado eufemísticamente «Justicia Legítima» que convirtió a un poder extra partidario en una suerte de unidad básica; ¿acaso esas mismas destacadas personalidades olvidaron incluir en su clamor a los dos jueces de la Cámara Federal y al Fiscal General de Casación Federal que avalaron la postura del doctor Rafecas?

Permítaseme proponer una suerte de excursión por el túnel del tiempo hacia el pasado: “Yo no amenazo; si Parino va preso el que va a tener un juicio político será el juez Tiscornia” (Domingo F. Cavallo, Revista Noticias 30/11/96); “¿Hola? ¿Anzorreguy?, habla Domingo Cavallo, decile a Menem que si el lunes no liberan a Parino salgo a hablar y volteo al gobierno” (diario Clarín, 22/12/96, cronista Julio Blanck); “ Con esta condena a 10 años de prisión sobre el ex Administrador Nacional de Aduanas Juan C. Delconte el juez Tiscornia sobre actúa y busca evitar el juicio político” (Diputados Nacionales Melchor Cruchaga -UCR- y Guillermo Francos -AR-, diario La Nación, 8/07/98); “La Aduana debería ser fugmigada” (declaraciones radiales del juez en lo Penal Económico doctor Julio E. Cruciani- (22/08/05). “El juez Tiscornia busca extorsionar al gobierno en un año electoral; la Ministra de Defensa Nilda Garré no tiene ninguna responsabilidad en la exportación de fusiles FAL a los Estados Unidos; Tiscornia no va ser ni juez ni camarista ni nada; lo vamos a echar” (Diputada Nacional Diana Conti -FPV-, diario Clarín, 20/07/07)”.

Este racconto histórico marca la genuina configuración de mas que alevosas presiones de todo tipo y color; no veo entonces porque el doctor Rafecas debería sorprenderse de la embestida de la que viene siendo objeto; se trata de la misma historia de ayer, de hoy y de siempre. En una palabra mas de lo mismo.

Y desde hace rato ya que en la República Argentina las ordalías populares vienen funcionado a pleno contra los jueces; así por caso en el transcurso del año 2006 las usinas kirchneristas pedían públicamente la remoción del honorable juez doctor Alfredo Bisordi quien fue empujado a la renuncia; es más, el propio Néstor Kirchner con el altavoz de la cadena oficial destituyó públicamente a la Corte Federal en su anterior composición a la actual. Y así podríamos seguir hasta el infinito.

“La incomprensión del presente nace fatalmente de la ignorancia o de la deliberada negación del pasado” (Marc Bloch).

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