Por Juan Manuel Otero.-

La justicia, ya sin venda, a un corrupto le hace un guiño…
Y acomoda el desaliño, del poder y del favor
En un loco todo vale, un caniche acicalado
morfa más que un jubilado que no llega a fin de mes…
Y en la cruda indiferencia, entre el cólera y el curro
hay un juez que se hace el burro y también
hay un burro que hacen juez.

“Argentina Primer Mundo” (fragmento) Eladia Blázquez.

Resulta aburrido y reiterativo manifestar que la justicia en nuestra República está en crisis terminal. Es lo que hace más de una década repiten especialistas del tema, disfrutan los funcionarios corruptos y sufrimos los ciudadanos de a pie.

Y se ha llegado a un estado tan calamitoso que, al igual que los que sueñan con la pinta de Carlos Gardel, hoy “cualquier cacatúa” puede enumerar sin temor a equivocarse, verdaderos dislates judiciales protagonizados por funcionarios que, sin ponerse colorados, anteponen sus propios intereses a cualquier decisión honorable y legítima.

La pobre Diosa Themis parece que no sólo es ciega, manca y renga, “hoy es una pobre mendiga harapienta…”

Podemos hablar, por ejemplo, del tiempo de duración de las causas.

Tenemos por un lado jueces que, según las circunstancias claro… son capaces de cocinar un expediente en diez minutos y mandarlo al archivo para complacencia de imputados y fastidio de acusadores. Supongo que no hará falta siquiera mencionar a un tal Oyarbide, o un Rafecas, o un Casanello, menos aún a un tal Canicoba Corral… ¿Les suenan? Todos los conocemos. Sin siquiera dejar secar la tinta de la firma del denunciante, sin leer una palabra, sin escuchar una grabación, sin permitir ni analizar peritaje de parte, todo a la basura….. se trate de enriquecimientos ilícitos, traición a la Patria, vaciamiento de tesoros públicos, desaparición de bienes fiscales o adquisiciones fraudulentas a precio vil, etc. etc. Le ponen el pecho a lo que sea estos jueces, si el imputado ostenta determinada camiseta el sobreseimiento express saltará como resorte.

También están las causas que se extienden morosamente en el tempoespacio por años y años, permitiendo así vergonzantes prescripciones o lamentables olvidos, sin vencedores ni vencidos… claro que si bien los jueces vuelven a ser aquellos émulos de Usaín Bolt, en estos conflictos muestran su faz contemplativa y murmurando alguna letanía y entonando el clásico OOOOHMMMMM!!! se echan una siesta y dejan el tiempo pasar… y el resultado es el mismo, valijas venezolanas, coimas de Skanska, Alberto Kohan y Carlos Menem absueltos por prescripción de sus delitos de enriquecimiento ilícito, el policía Carlos Salmo quien en 2001 baleó y dejó en silla de ruedas a Carla Lacorte y fue encarcelado en 2014…

Es que todo está dado vuelta, imaginemos por un momento lo que debería ser la Procuración General de la Nación. Es el paraninfo de los fiscales… Y ¿Qué función cumplen los fiscales? Desde el inicio de los tiempos, firme e invariablemente el fiscal es el Señor Representante de la Vindicta Pública. Es decir NUESTRO REPRESENTANTE. Grandes juristas ocuparon el honroso sitial. La memoria de Carlos Tejedor, Eduardo Costa, Sebastián Soler debería ser el faro que guíe la acción del Procurador.

¿Justicia legítima? En este reino del revés, una fanática politizada adherente al kirchnerismo, no sólo ha creado un colectivo llamado “JUSTICIA LEGÍTIMA” sino que la siguen cual perritos falderos decenas de fiscales bizcos que interpretan la función y su accionar conforme quién acusa y conforme quién es imputado. Parece que la venda cayó definitivamente y nos quieren hacer creer   que “ahora sí” hay justicia en nuestra República, vivimos dos siglos con una justicia ilegítima, pero finalmente llegó Gils Carbó para purificarla con las aguas del Jordán…

Esta funcionaria, claramente sometida por afinidad y voluntad propia al partido gobernante en la década perdida, carece de la ética, moral, honestidad y equilibrio que requiere tan importante cargo, pero en cambio le sobra caradurismo como para seguir aferrada a su sillón pese a las múltiples acusaciones y probadas irregularidades en el ejercicio de su lamentable función.

La falta de justicia en cualquier estado, desde los primitivos pueblos hasta las modernas sociedades, es un cáncer generador del derrumbe republicano. Resulta muy triste intentar enumerar las falencias, apetitos personales, corruptelas tarifadas, expedientes maltratados, reparaciones alteradas, etc. etc. y todo eso lo estamos viendo en nuestra querida Patria desde hace unas décadas, con agravamientos constantes hasta llegar a este latrocinio judicial cometido por el gobierno anterior.

Cierro con un caso desgarrador que nos muestra a qué punto puede llegar nuestra injusticia: La jueza en lo Contencioso Administrativo Federal María Cecilia G. de Negre, ha dictado finalmente sentencia ordenando al Estado Nacional, al Gobierno de la Ciudad y a los músicos de Callejeros indemnizar a N.N. por el daño físico y psíquico sufrido el 30 de diciembre de 2004!!!! Cuando Cromagnón. ¿La suma? Acá va: $ 20.000 por daño psicológico, $ 25.000 por daño moral y $ 14.400 para costear gastos de tratamiento psicológico…

12 AÑOS DESPUÉS… TOTAL: $ 59.400

Y ojo al piojo, el fallo es de primera instancia, por lo tanto el Estado Nacional, el Gobierno de la Ciudad o los mismísimos Callejeros pueden … y tal vez lo hagan… apelar el fallo, la Cámara y luego la Corte esperan sus expresiones de agravios. Y finalmente, algún día, los nietos del damnificado tal vez puedan comprar unos chupetines con la indemnización.

¿SERÁ JUSTICIA?

…hay un juez que se hace el burro y también

hay un burro que hacen juez…

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