Por Carlos Tórtora.-

La Corte Suprema de Justicia de la Nación dejó el jueves pasado sin efecto todos los sorteos en los que haya sido seleccionado el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 9, cuya habilitación no fue aceptada. Las causas que hubiesen sido asignadas a dicho tribunal, entre las que se encuentra la denuncia contra Cristina Fernández de Kirchner por presunta traición a la patria, debieron sortearse nuevamente. Así lo dispusieron los cinco ministros del máximo tribunal -Ricardo Lorenzetti, Carlos Maqueda, Elena Highton de Nolasco, Horacio Rosatti y Carlos Rosenkratz- en la acordada 4/2018.

En el texto, la Corte exhorta “enfáticamente” a la Cámara Federal de Casación Penal a que “en lo sucesivo, se abstenga de realizar actos que excedan su ámbito de competencia, en especial aquellos que puedan afectar la debida prestación del servicio de justicia como, en el caso, sortear causas a tribunales que no cuenten con la previa habilitación de esta Corte Suprema de Justicia de la Nación”.

Finalmente, ayer, la Cámara Federal de Casación Penal dispuso por sorteo que la causa por lavado de dinero en la que está preso el empresario Lázaro Báez sea juzgada por el Tribunal Oral 4, en tanto que el presunto encubrimiento de Irán por el atentado a la AMIA en la que está procesada Cristina Fernández de Kirchner quedó a cargo del Tribunal 8.

La acordada de la Corte fue interpretada por Mauricio Macri como una agresión. Es que todas las causas, incluida aquella otra de fraude en la obra pública que antes estaba en el Tribunal 2, se habían acumulado en el reciente federalizado Tribunal Oral Federal 9. Éste fue uno de los que, por una ley enviada por el Gobierno y aprobada por el Congreso, se dispuso que cinco tribunales orales penales ordinarios pasen a ser federales.

Las críticas de Macri a la justicia se extendieron recientemente a los jueces de la Sala II de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal Jorge Ballestero y Eduardo Farah, que recalificaron el expediente por el cual estaba preso Cristóbal López por defraudación al estado como una simple evasión tributaria, lo que permitió su liberación.

Lo que se insinúa

Anoche, en el Consejo de la Magistratura no había noticias de que el gobierno uniera a sus dichos el hecho de una denuncia por mal desempeño de los magistrados citados ante este organismo. Sí se sabe que antes del largo feriado de Semana Santa, el Consejo de la Magistratura trataría especialmente la acordada de la Corte que invalidó al Tribunal Oral 9 y que se pronunciaría contra el máximo tribunal.

A todo esto, el Ministro de Justicia Oscar Garavano quedó doblemente descolocado ante la maniobra de la Corte y la liberación del zar del juego y se encuentra debilitado en la interna del gobierno, pero no sería relevado por razones obvias: parecería que lo volteó Ricardo Lorenzetti.

Daría la impresión de que el gobierno está tratando de victimizarse ante una justicia que, a su juicio, estaría actuando irresponsablemente. Pero las quejas de Macri sobre la Corte, Farah y Ballestero ponen en evidencia que el PRO en poco se diferencia del kirchnerismo, en cuanto a su escaso sentido republicano, que lo lleva a objetar políticamente la actuación de los jueces, lo que sugiere una presión sobre la supuesta independencia de los mismos.

Esta victimización, con su mensaje indirecto de “no me dejan gobernar”, incluiría dentro de poco el proyecto oficialista de despenalización del aborto que empiezan a tratar cuatro comisiones del Congreso. Es sabido que aun cuando se alcance la media sanción en diputados, no habría ley porque en el Senado prevalecería el número de la bancada del PJ, donde pesa y mucho la influencia de los obispos locales en las provincias del NOA y el NEA.

El gobierno difunde sin cesar encuestas que muestran que la opinión mayoritaria está con la despenalización preparando el camino para señalar al peronismo “retrógrado” como culpable de bloquear la ley.

En fin, el escenario de la victimización se está montando para demostrar que las corporaciones tanto judicial como política, para no hablar de la sindical, le cierran el paso a las transformaciones que impulsa Cambiemos. De avanzar Macri en este sentido, sólo estaría emulando el relato usado hasta el cansancio por los Kirchner contra las corporaciones que presuntamente impedirían el progreso del país.

Share