Por Hugo López Carribero.-

La mega causa judicial que se lleva adelante en el marco de la lucha contra el narcotráfico en Rosario ha tenido, esta semana, un giro de trascendental importancia por su calidad y su caudal de resolución. Se trata del expediente caratulado “Cantero, Ariel Máximo y otros s/infracción ley 23.737”, legajo 23772.

El juez federal de esta ciudad a cargo del Juzgado Nro. 4, Marcelo Bailaque, dispuso el procesamiento con prisión preventiva de 23 acusados de integrar una banda dedicada a la comercialización ilícita de material estupefaciente. Esta causa incluye la investigación a la organización delictiva llamada “Los Monos”.

En este marco, el juez entendió que existen pruebas de razonable convicción para entender que los 23 acusados habrían actuado de manera organizada, distribuyéndose cada uno se ellos un rol determinado para perfeccionar el comercio de la droga en ciudad.

Por ello se imputó a los detenidos haber integrado una organización dedicada al tráfico ilícito de estupefacientes, que funcionó al menos desde el mes de noviembre de 2014 y en la cual distintas personas cumplieron roles asignados.

Entre las personas acusadas de narcotráfico a gran escala se encuentran, entre otros, Ariel Máximo Cantero, Jesica Ayelén Lloan, Jorge Emanuel Chamorro, Vanesa Jaquelina Barrios, y Diego Fabián Cuello.

La organización se dedicaba a la venta de material estupefaciente en distintos sectores de Rosario, en especial en el puesto de venta ubicado en Laprida y Chávez.

Así las cosas, la investigación judicial pudo determinar que la provisión de la droga era suministrada desde la región norte de nuestro país.

Juntamente con el Juzgado Federal, trabajaron los efectivos de la Sección Rosario de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal Argentina.

Los procedimientos también llegaron a extenderse hasta la localidad de María Sylvina (Pcia. De Chaco), donde se procedió al secuestro de 399 envoltorios, tipo panes, con droga lista para ser trasladada a Rosario, para su comercialización.

Curiosamente, en el caso de Ariel Máximo Cantero, que se encontraba detenido por otra causa judicial, esta vez se la atribuyó ser el organizador de la asociación ilícita, tarea que llevaban a cabo desde el mismo lugar de su detención, esto es la Unidad XI de Piñero del Servicio Penitenciario Provincial. Desde allí se comunicaba varias veces por día para dar precisas órdenes e indicaciones sobre la actividad del narcotráfico a su pareja, Vanesa Barrios. La causa judicial continúa en vías investigativas, aún con los 23 acusados en prisión.

De la misma forma, el juez deberá investigar a la cúpula de los empleados carcelarios, a los efectos de establecer de qué manera los teléfonos celulares ingresaron el lugar de alojamiento del recluso Cartero.

Esta pesquisa judicial tiene directa relación con los 255 asesinatos que se registraron durante el años 2015, en torno a la luchas de bandas desplegadas en el ciudad con la intención de apoderarse del territorio narco.

Todos los acusados quedaron bajo el régimen de prisión preventiva, es decir que deberán esperar el juicio oral en la cárcel. Esta decisión fue tomada por el juez toda vez que existen motivos atendibles para sospechar que si fueran puestos en liberad burlarían la acción de la justicia y estarían en situación de rebeldía, además de amenazar o atentar contra a vida de los testigos.

De todas las muertes que provoca el narcotráfico en Rosario, 3 de cada 10 víctimas no están relacionadas con el comercio de las drogas, pero se las mata como señal de fortaleza y advertencia sobre el poder de las bandas.

Es un elemento disuasivo para que los futuros testigos se abstengan de declarar.

Sin embargo, las bajas también están del lado de los narcotraficantes, y de la familia Cantero. En mayo de 2013, Claudio “El Pájaro” Cantero, por entonces jefe de la banda fue asesinado a quemarropa en la puerta de una discoteca en la localidad de Villa Gobernador Gálvez, y esa muerte desató de manera inmediata una escalada de homicidios de forma constante y uniforme, que en la actualidad adquiere la mayor virulencia.

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