Por Hugo López Carribero.-

Los paros y las huelgas gremiales, en el marco de la Administración de Justicia bonaerense vienen pegando duro y parejo a los abogados que pretendemos ejercer diariamente nuestra profesión.

Hay quienes sostienen que todo se resume en la larga e inagotable problemática salarial. En este punto, los aumentos de haberes ofrecidos por la Gobernación no alcanzarían a solventar siquiera un tercio de las expectativas inflacionarias.

Otro sector judicial, en especial de mayor presencia en los tribunales de La Matanza, Morón, San Martín y Lomas de Zamora, sostiene muy abiertamente que el enfrentamiento no se agota en el aspecto económico, sino que más bien se trata de un conflicto político y fundamentalmente ideológico. A estos últimos dirigentes judiciales no les es posible digerir la presencia de un partido político que no sea el Justicialismo en el ámbito de la provincia más importante del país.

En el medio de ello, estamos los abogados que, con sumo asombro, vemos amenazada nuestra fuente de trabajo sin tener un interlocutor gubernamental válido a quien presentar nuestras inquietudes.

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