El diputado nacional Sergio Massa presentaría un escrito para solicitar que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) intervenga y ponga fin a la aplicación del “2×1” a los condenados por delitos de lesa humanidad.
Asimismo, el massismo impulsará en el Congreso una condena de la cámara baja a la decisión de la Corte Suprema de beneficiar a represores.
El Frente Renovador había condenado la aplicación del beneficio a represores en un duro comunicado. “Rechazamos el 2×1 en todos los casos y fundamentalmente en los de lesa humanidad. Es un mensaje pésimo para una sociedad que reclama mejor justicia y que los delincuentes de lesa humanidad cumplan su pena completa”, señalaba el texto.
El fallo que despertó la polémica
El miércoles pasado, la Corte Suprema aceptó la aplicación del cómputo de la pena conocido como ‘dos por uno‘ en un caso de condena por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura.
El tribunal, por mayoría, aplicó el criterio en un caso en el que fueron condenados represores por la desaparición de trabajadores del Hospital Posadas. A favor de la aplicación del ‘dos por uno‘ votaron los jueces Elena Highton de Nolasco, Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti, en tanto que Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda lo hicieron en disidencia.
La sentencia fue dictada en el caso de Luis Muiña, quien en 2013 fue condenado a 13 años de prisión por ser “coautor del delito de privación ilegal de la libertad” e “imposición de tormentos” en cinco casos. (BPT)
08/05/2017 a las 2:21 PM
POR CADA AÑO QUE SE TARDE EN METER PRESA A KRETINA, HAY QUE MULTIPLICAR POR 2 LA PENA.
08/05/2017 a las 4:45 PM
Y si de paso investigamos del otro lado??? Bonasso, Bettini, Verbisky, etc, etc
08/05/2017 a las 4:53 PM
Rechazo al fallo de la Corte Suprema
Voces judías contra el 2×1
Nueva Sión convocó a referentes de la comunidad judía reconocidos en distintos ámbitos del quehacer nacional para que compartan su testimonio respecto al fallo de la Corte Suprema que avala el cómputo de «2×1» en un caso de delitos de lesa humanidad.
Dany Goldman (rabino)
Me siento absolutamente amargado e indignado por este fallo que habilita el 2×1 a los genocidas de la dictadura. Mi concepción sobre la Santidad de la vida siempre me ha colocado en la vereda opuesta a estos personajes nefastos y criminales. Esta decisión representa un gran retroceso.
Daniel Tarnopolsky (hijo y hermano de desaparecidos)
El fallo de la Corte nos retrotrae a los años más oscuros del reino de la masacre y la impunidad en la Argentina. A nosotros, víctimas y familiares de víctimas de los años de plomo, nos reenvía a la sensación de quedar nuevamente excluidos y despreciados por el poder, en un intento por reinstalar la teoría de los dos demonios y disculpar a los perpetradores de los peores crímenes que se hayan realizado en nuestro suelo.
No puedo imaginar a Acosta, Astiz, Rádice… todos los asesinos de mis propios padres y hermanos y de tantos otros miles de desaparecidos, caminando libremente por las calles de las ciudades argentinas. Sería demoledor, repugnante y la peor enseñanza que podríamos dejarles como sociedad a nuestros hijos y nietos.
La dirigencia comunitaria judía continúa, como en esos años, sin estar a la altura de las circunstancias, quedando cómplice de los hechos, las palabras y las sentencias de algunos. Me gustaría escucharlos…
Diego Golombek (científico)
Más allá de sutilezas jurídicas, lo que aquí está en juego es nuestra dignidad como sociedad que ha decidido democráticamente las penas judiciales que corresponden por delitos de lesa humanidad. Insisto: no cualquier delito, sino de delitos contra la humanidad entera. Eso no se negocia, no se reduce, no se conmuta, no se indulta, no se dosporunea. Retroceder en estas decisiones implica no poder mirarnos al espejo, no poder contar la Historia a nuestros hijos, cargar con la vergüenza de no haber cuidado lo conseguido (aunque aún falte mucho). Exijamos entonces la revisión de este fallo y, mientras tanto, su rechazo en otros juzgados y fiscalías, para poder seguir siendo libres y justos. Nunca más dictaduras, nunca más desaparecidos, nunca más genocidas sueltos.
Alejandro Dujovne (historiador)
Escandaloso, peligroso, un retroceso, estos y otros términos que escuchamos y repetimos en los últimos días describen el significado del paso que decidió dar la Corte Suprema. El límite que se animó a cruzar. Pero igual de escandaloso y peligroso es el hecho de que aún haya fuerzas sociales y políticas que actuaron y actúan para empujar esa y otras decisiones, para llevarnos a un pasado que, pensábamos, habíamos superado.
Rosa Roisimblit (Abuela de Plaza de Mayo)
Creo que el dos x uno es una afrenta no solo a los organismos de los Derechos Humanos sino a todo el pueblo argentino, es una bofetada para las abuelas que de lo único que nos ocupamos es de encontrar a nuestros nietos, que tienen su identidad alterada. Espero que la Corte Suprema se dé cuenta de nuestro esfuerzo y nuestra lucha y de lo que esto significa. El primero que presentó para disfrutar el 2×1 fue Magnacco, el mismo médico que atendió el parto de mi hija, y afortunadamente la Corte se lo negó.
Memoria Activa
Desde MA, rechazamos la impunidad a los genocidas, acusados de crímenes de lesa humanidad. La decisión de la Corte Suprema de beneficiar con el 2×1 nos parece vergonzante. Y escuchar a los distintos funcionarios, como Abruj, ministro de Derechos Humanos cuestionar tibiamente esta resolución es inconcebible.
Rudy (humorista)
Este fallo, más que a la reflexión, me lleva a la tristeza, y al miedo. Yo lo veo como una señal del Poder Judicial, que coincide con otras señales del Poder Ejecutivo, y ciertos silencios y permisos del Poder Legislativo, y de los poderes en general. Y es una señal de impunidad. Podría ser una señal de olvido, pero no lo es. Es una terrible señal de memoria. Es una señal de “sí, nos acordamos, sí sabemos qué pasó; sí, fue terrible, pero no los vamos a condenar por eso, los vamos a dejar libres igual”. Esa es la señal que lleva al miedo, porque esa señal de impunidad da una especie de luz, no digo verde pero sí amarilla, y no roja como debería, respecto de otros hechos aberrantes que puedan ocurrir en el presente y en el futuro.
Sara Rus: (sobreviviente de la Shoá – Madre de Plaza de Mayo)
Como sobreviviente de los nazis y como madre a la que le desapareció un hijo, rechazo totalmente el 2 x1, porque se opone a la memoria y a la justicia. Los genocidas deben pagar íntegramente por lo que han hecho.
Roberto Moldavsky (Humorista)
Como judío he crecido con la idea de “Justicia, justicia perseguirás”. Y también he crecido sabiendo que la ecuación del 2×1 siempre debe dar 2. Por eso me indigna la decisión de la Corte y el silencio de algunos hermanos que reclamaban cosas parecidas y que hoy callan.
Diana Malamud (Memoria Activa)
Estoy convencida de que los delitos de lesa humanidad son premeditados y las víctimas siempre están sometidas a los aparatos que hoy favorecen a los perpetradores. Si en las sentencias en los juicios de Nuremberg a los condenados les hubiesen aplicado el 2×1, ello hubiese sido un escándalo mundial, y seguramente la DAIA se hubiese rasgado las vestiduras. Hoy me avergüenzo que la DAIA se arrogue la representatividad de la comunidad judía argentina.
Sebastian Wainraich (humorista)
Simplemente quiero decirles que estoy en desacuerdo, con los 2 por uno en los casos de lesa humanidad, y que repudio la decisión de la Corte Suprema.
08/05/2017 a las 4:54 PM
Bien por Sergio.
08/05/2017 a las 5:00 PM
*) MASITA & STOLBIZER (M&S) ESTAN EN LA LONA:
*) RANDAZO & EL MANCO DEL ESPANTO, NO LLEGAN NI AL CORDÓN DE LA VEREDA.-
*) EL RESTO NO EXISTE, KRI-STALIN NO ESTARA NI A PLACÉ.
Esta semana, Margarita Stolbizer dijo en TV que la grieta que divide a los argentinos es el relato o la ficción de dos extremos que antagonizan.
Osea ni una cosa ni la otra , sino todo los contrario
CUALQUIER PELLOTTUDEZ.-
Masita y la “Stol”, M&S, + LAVAGNA + LAVAGNITA,
Re-descubrieron que los ¿¿SUBSIDIOS??, son la solución con los “BAJAR LOS PRECIOS”, y no que hay que desenmarañar las redes comerciales intermediarias, bajar el precio “LA LOGÍSTICA MOYANO”, con sueldos en camineros como de súper técnicos de la NASA.-
¿SI ES TAANN FANTÁSTICA ESTA IDEA X´Q NO LA HICIERON CUANDO ERAN GOBIERNO??
M&S siguen con el populismo, …. Y AHORA con el Totem toxico alergénico de los DD.HH..-
MASITA-VENTAJITA, irá a “Las Cortes Internacionales”, para luchar contra los “Dragones del Mal”, de los GENOCIDAS (que no fueron X´Q para que sean genocidio lo de los terrorista debían ser por lo menos 30.000 que NUNCA fueron).
… y Hebe, seguirá pidiendo la aparición de los 30.000 (que nunca fueron) Y CON VIDA (que se sabe o que murieron o que están en con otro nombre en el exterior).
TA´GUENO ASÍ PIDIENDO Y ENARBOLANDO IMPOSIBLES Y OFERTAS DE GÓNDOLA,
….. QUIZÁS TODAVÍA ENGAÑEN A ALGUIEN ?????
P´A CONSEGUIR PODER Y DESPUÉS HACER LO QUE SE LES CANTE
A LOS ARGENTINOS NOS TRATAN DE OLIGOFRÉNICOS.-
Con 2 X 1, hay un coro de ¿notables? que solo hablan de los Genocidas Represores y que son 278 componentes de la FF.AA, Y SS, los que se beneficiarían con la decisión de la C.S.J.-
1) No hubo genocidio, X´Q tendrían que ser los 30.000, y como esa fue la mentira armada p´a q´ le den $$$ a Hebe, NO fueron 30.000 y no hubo genocidio.-
2) Quienes eran las víctimas, y a que se dedicaban, p´a q´ salieran a matarlos, NO está aclarado, …. Y ¡ NADIE HABLA NI EXPLICA !
¡¡¡ CUIDADO !!
….. ¡A VER SI NOS DAMOS POR ENTERADOS QUE PASABA ALGO MÁS, EN LOS ´70 !!!!
¡¡¡ MUY IMPORTANTE !!!
Ahora ya empezaron con las acciones judiciales a los integrantes de las FF.AA. y de SS. que actuaron en “La Guerra del operativo Independencia”, declarada por decreto de Presidencia de la Nación, ISABEL PERÓN PRESIDENTE CONSTITUCIONAL
Decreto 261/75 del 5 de febrero de 1975 y 2770/75, para actuar en la Guerra en Tucumán.-
¿ Esos decretos de Guerra, contra qué, quiénes y porqué ????
*) Por lo programas de TV, se pasean, los héroes que pusieron presos a los “Genocidas Represores, Torturadores, Violadores”
¿Quienes eran esos seres? Paracaidistas Checos? Espécimes extraterrestres?
*) Sería bueno que Masita, Gil Lavedra, Stolbizer, La Conti, Kunkel, nos lo aclaran X´Q hay una juventud de los menores de 50 años que no la vivieron y SON EL 50 % DEL PAÍS
08/05/2017 a las 10:17 PM
Hasta ahora pensaba votar a Massa, pero ahora ya no, mientras los asesinos, violadores a los 8 0 9 años salian libres no se preocupo en ir ante la Corte Interamericana por el fallo del 2×1 , ahora si, aproposito el suegro de Massa ¿no fue guerrillero…?
11/05/2017 a las 1:46 PM
Entre los años 1810 y 1813 comenzó a gestarse la guerra civil que concluyó, en parte, el 3 de febrero de 1852. Las persecuciones, los degüellos, enchalecamientos, torturas se dispensaban de un bando a otro, unitarios y federales. En una sola batalla, Arroyo Grande, en alrededor de 5 o 6 horas de combate quedaban mas de 4.000 muertos en el campo, 700 habían sido degollados. Los campos eran incendiados, las haciendas saqueadas, las mujeres violadas, en la boca de los cañones se ataban los y, a los ojos de sus familiares, se disparaban los cañones. Ello se extendió a lo largo de 40 años, uno de los sectores inclusive se había aliado a potencias extranjeras que aportaban metálico y armamento.
¿Los muertos? Superaban largamente la cifra de 10.000, fuera en la tortura del cepo, del enchalecamiento, el cepo colombiano o en campo de batalla. Se peleó con bravura, con odio, con coraje, a veces se respetó la vida del vencido y a veces no. Se guerreaba para imponer una organización jurídico-política al país según proyectos contrapuestos. El objetivo era la organización nacional para dar a la patria un futuro venturoso.
Todos ellos, habían nacido y vivido en el país por el cual luchaban, pertenecían a familias que llevaban varias generaciones instaladas en tierras americanas. No tenían empacho en derramar la propia sangre en aras de esa organización que daría paz, libertad, cultura, progreso a sus descendientes.
Concluida esa larga contienda civil, el jefe vencedor pronunció la frase “en las luchas civiles no hay vencedores ni vencidos, sólo es la patria la que pierde”. A fin de lograr la paz y unión nacional a partir del 3 de febrero de 1852 se implantó una política de conciliación nacional, el nuevo gobierno lo conformaron hombres provenientes de los bandos en pugna. Habían depuesto sus odios en aras de la construcción de una nación, con generosidad y auténtico espíritu argentino. Los gobernantes y quienes los rodeaban daban sus vidas y sus patrimonios para la fundación de escuelas, de hospitales, construcción de ferrocarriles, puertos, servicios de transporte, etc. Muchos se empobrecieron en la función pública. Sacrificaron hasta sus familias para dar nacimiento a una nación que imaginaban estaría poblada por hombres de paz, de progreso, una nación poderosa.
Claro, habían derramado mucha sangre alentados por amor a la patria en que habían nacido sus abuelos, sus padres, y que deseaban legar a sus hijos ya encaminada. Sus hijos continuaron con los objetivos de sus padres, los Avellaneda, los Sáenz Peña, los Roca, los Sarmiento, los Urquiza, los hombres del Paraná, los hombres de la generación del 80. Quien no había integrado los ejércitos libertadores de América, había formado parte de los ejércitos federales o unitario, ellos o sus padres. Sabían lo que significaba el odio, los campos arrasados, las mujeres violadas, el exilio, el dolor en la carne y en el alma.
Muchos años después la Argentina se pobló con extranjeros que llegaban a sembrar en una tierra abonada con la sangre de los que le habían dado libertad y organización republicana y democrática. Muchos de los recién llegados traían ideas perturbadoras asimiladas en naciones viejas, otros adquirieron una nueva patria y trabajaron en paz y orden, y no faltaron los que bajaron de la bodega de los barcos para “hacerse la américa”, enriquecerse sin escrúpulos, sin otras miras que el interés personal.
En todo país hay posturas políticas contrapuestas, pero aliarse al extranjero para derrocar gobiernos legítimos utilizando el terror, el asesinato traidor, la violencia ilimitada, cobarde, eso era desconocido en el Río de la Plata, y todo ello para instalar una tiranía alentada por ideas foráneas y cargada de odio y resentimientos. Los gobiernos debieron utilizar la fuerza contra contra violentos impulsados por el resentimiento y el odio, que llegaban con ideologías extrañas y habían sido pertrechados e instruidos en países donde reinaba el terror y el genocidio.
Los gobiernos debieron recurrir al uso de la fuerza para lograr vencer a los violentos para evitar el avasallamiento de las libertades y el establecimiento de un gobierno tiránico que fusilaría a un millón de argentinos para consolidarse en el poder. Nuevamente los bandos en pugna fueron inclementes, sabían que en toda contienda vencía quien se apartaba de las normas morales y de la consideración al ser humano. Sabían que el triunfo pendía de la fiereza ejercida en la lucha. Para cada uno de los bandos la lucha era mortal.
Terminadas las acciones, el bando vencido continuó la guerra que había iniciado recurriendo a países y organización extranjeras para lograr sus objetivos por otros medios, desmantelar la cultura netamente nacional, destruir las instituciones republicanas y democráticas para reemplazarlas por la tiranía que anhelaban montar en la Argentina.
A diferencia de aquellos hombres que dieron libertad y organización política a la patria deponiendo odios, deponiendo rencores y divisiones para construir una gran nación, los de ahora continuaron sembrando el odio, la división, el rencor, sin perdón, sin justicia, siguieron su camino hacia su meta totalitaria, fundamentalista, sectaria, cambiando al extranjero territorio nacional por apoyo político, recorriendo otros pueblos denigrando a los gobiernos argentinos para impedir que estos lograron sacar a la Argentina del estancamiento y la decadencia provocada por los odios, los resentimientos, los asesinatos. En su inescrupulosidad en los medios violaron el orden jurídico, utilizaron reprochables métodos propios de las más abyectas tiranías, implantaron la anomia y el desprecio por el bien común y el odio y la división entre los compatriotas. La deslealtad, la mendacidad, el enriquecimiento mediante el empobrecimiento y la postergación del pueblo, la estafa, y mucho más utilizaron para la toma del poder, pero sobre todo, sin importar la destrucción nacional que ello implicaba convirtiendo a la Argentina en un país marginal.
La comparación con los hombres del pasado señala que los hombres públicos contemporáneos carecen de patriotismo, de sentido de pertenencia a la Argentina, de lealtad, de generosidad, de la altura moral requerida para deponer odios, rencores para dar lugar a la unión del pueblo, necesaria a los fines de un futuro promisorio. Primó en estos una cultura ajena al sentir argentina, a mezquindad del recién llegado y llegado para satisfacer los odios y resentimientos traídos por sus padres y abuelos arribados a nuestra Argentina desde un continente viejo, cargado de miserias, de problemas que nos son ajenos. No pudieron desprenderse de esos odios ancestrales y los plantaron en nuestro país. No asimilaron la hidalguía ni la nobleza del criollo de pura cepa, siguieron siendo extranjeros, de allí la carga de odios, la maldad, la venganza, la ausencia de sentido patriótico, el desconocimiento de la historia y tradiciones argentinas, y por eso a sabiendas fueron funcionales a guerras ajenas de potencias que buscaban su recíproca destrucción.
“No hay vencedores ni vencidos”, política de conciliación nacional, unión de partidos y provincias, generosidad, lealtad, sentido patriótico, objetivos cargados de nobleza para beneficio de los argentinos y de todos los hombres de buena voluntad, de buena voluntad. Sólo así, con estas virtudes, aquellos hombres que amaban a su patria porque la habían regado generosamente con su sangre, deponiendo enemistades para unirse en pos de un proyecto de nación, pudo Argentina llegar a ser la potencia que fue hace un siglo. A partir de entonces, comenzó la decadencia, con la participación en la vida pública de los recién llegados y su descendencia, de los ignorantes, de los haraganes, de los hombres de mala fe, de los sirvientes del extranjero sea del lado que sea, de los que llegaron para “hacerse la américa”.
Con esta clase de hombres la Argentina carece de futuro, sólo recuperando la idiosincrasia propiamente argentina, nacida en la conquista y colonización de América, mediante una política de conciliación nacional, podrá nuestra patria salir de la decadencia en que la ha sumido la mezquindad, rapacidad y egoísmo de los que no son patriotas y que carecen de espíritu argentino.