Por Guillermo Cherashny.-

La propuesta del presidente de nominar a la Dra. Weinberg de Roca como reemplazante de Gils Carbó es un intento de seguir juzgando a los K que se lo tienen merecido y otorgar impunidad a los funcionarios cuestionados del macrismo como Arribas, Triaca y Calcaterra. Especialmente el primo presidencial, vinculado a los sobornos de Odebrecht que recientemente provocaron la caída del PKK, el presidente del Perú.

En efecto, la obra pública más cuestionada, como el soterramiento del Sarmiento, si se investiga a fondo, seguramente implicará a Julio de Vido y demás funcionarios K, a los cuales una mancha más al tigre no les hace nada; pero la familia presidencial, como el primo Angelo Calcaterra, fue la gran beneficiaria, porque pudo vender por un precio alto su compañía IECSA a Marcelo Mindlin, otro amigo del presidente a quien se lo llama «el Lázaro Báez de Macri», y a la italiana Ghella, que ya tenía el 30% y le «compró» el 40% a Odebrecht y se quedó con el 70%. Y Ghella fue socia en varias obras de IECSA, la compañía que Franco Macri le «vendió» a su sobrino Angelo y su hermano Fabio Calcaterra.

Es decir, si el juez federal Martínez de Giorgi no dio curso al embargo que propuso el fiscal Zoni de 50 millones a Calcaterra y, como este fiscal fue puesto por Gils Carbó, es posible que lo remuevan y lo mismo a Gabriela Boquín, la fiscal de la Cámara Comercial que cuestiona la deuda del correo que tiene la familia presidencial.

En conclusión, que una amiga del presidente, aunque tenga un currículum importante, ocupe la procuración general es un grave error y una mala propuesta.

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