La Diabla Colorada
Por Luis Américo Illuminati.-
Resentida, grosera, multiladrona, falsa abogada, enemiga de la Justicia, mitómana, conspiradora, se fue como lo que es. Impresentable e ilícita por donde se la mire, al igual que los que la siguen. Y se vistió de rojo furioso en honor a Mefistófeles. El gesto de «fuck you» que «la señora» hace con el dedo medio derecho al entrar al Congreso, emerge de su inconsciente como un signo y un anticipo del oscuro futuro que le aguarda, la cárcel, donde seguirá haciendo la misma seña. Uno se pregunta cómo la recordará la Historia dentro de 50 años. No cabe duda que será recordada como la mujer que alcanzó los más altos niveles de grosería, ridiculez, malos modos, corrupción, soberbia e ignorancia supina. O tal vez su comportamiento y su personalidad sea simplemente comparada con la reina Jezabel, quien adoraba al dios pagano Baal y corrompió a su marido el rey Acab e influyó para que toda la nación de Israel hiciera lo mismo (1 Reyes 16:31).
Esta mujer es una rata, un cachivache psiquiátrico ambulante que lamentablemente nunca irá PRESA (cumplimiento efectivo) con suerte, una tobillera domiciliaria la acompañará en su tramo final de resentimiento y olvido.-
Dicen las malas lenguas que no hay tobilleras de suficiente diámetro para semejantes macetas. Habrá que fabricarlas.
¡NO HAY PLATA LOCO!
¿CÓMO SE TE OCURRE SEMEJANTE DISPARATE? AGARRÁS UN TRONZADOR Y LE SERRUCHAS LAS PATAS A LA ALTURA DE LA PELVIS Y LISTO.
LA METÉS ES UN CANASTO Y PASA A SER UN BICHO CANASTO.
BASTA DE DESPILFARRO.
Ni siquiera eso sabe hacer bien porque el gesto debe acompañarse con un eructo y un pedo sordo bien oloroso.
Para ser ordinaria en serio le falta práctica, digamos que es una ordinaria sin título.
Es evidente : el versadísimo cofrade Illuminati escribe «desde la bronca».
En la universidad de periodismo suele sermonearse : «nunca escribir
desde la bronca; dejar que un artículo escancíe suficientemente, y luego
retocar, ya sin bronca».
Inventariemos (sustentados en la Tanguería) : la cucaracha del Calafate
«nació en un barrio con malvón y luna por donde el hambre suele hacer
gambetas». Hija natural de «una madre de moral reñida con el ser
nacional», la piba de la Whileim «fue criada en casa con inodoro sin tapa y
heladera en el living». La adoptó un colectivero de quien ella renegaba por
ese oficio minimalista del pobre Fernández. «De pebeta soñaba con
grandezas»; se hizo rebanar la nariz aguileña de su etnia y se anotó para
modelar, que era su sueño idílico, mas en la academia fueron lacónicos :
» . . . Salamanca non presta». Intentó un Doctorado en Leyes, pero los
neuronas se le mostraron esquivas. Después la enamoró un rubgier que
nunca pudo lograr que la aceptaran en su club de élite por su ausencia
de prosapia. Luego advino un impensado embarazo que alumbró una
piba anormal que enclaustrada hoy en un hospicio por sus carencias,
donde aun reside.
Y el broche de oro fue su salto a la política; su encumbramiento en el
Senado y sus posteriores noches salvajes con uno de sus pares, el
congresista «choclo» Allassino. Y finalmente el ascenso al cenit, el sillón
Rivadaviano y el inicio de una ardua tarea : el latrocinio desmesurado
para resarcirse — como el poeta Celedonio Flores — «de haber visto el
desfile de las inclemencias en la triste pieza de mis pobres viejos donde
cantaba la pobreza su canción de amor».
En el cierre de la semblanza, el interrogante : ¿ merece el lacerante
anatema una sufrida chiruza a quien le tocó transitar este mundo con
tal carga de desgracias, desesperanzada y con nada de bonanzas ?.
En resumidas cuentas : la evaluación pergeñada por el compañero
Illuminati debió ser más contemporizadora y conmiserativa, al modo
del Nazarenao que agonizando en su cruz clamaba : «perdónalos Señor,
no saben lo que hacen».
Colofón : ¿podríase exigirle a nuestra «Dama de las camelias» autóctona
que se desplazace ante nuestros ojos desplegando la gracia, el encanto,
el donaire y la sonrisa deslumbrante que desbordaba la Carmen Sevilla
cuando filmó aquella inolvidable «Violetas Imperiales» ?.
Todo muy bien Caburé pero hay dos detalles de su relato que no se ajustan en un todo a la realidad a saber:
1 no fue criada en una casa con un inodoro sin tapa porque vivía en una tapera donde no había inodoro; la familia desocupaba el vientre en un tacho de pintura de 20 litros con arena y yuyos en el fondo.
Cuando se colmaba revolvían el contenido con un palo hasta lograr una masa firme. Luego lo arrastraban hasta el arroyo para descargarlo.
y
2 – Carmen Sevilla – la novia de España- era una mujer hermosa proporcionada, elegante, con una nariz natural envidiable, unos glúteos perfectos, piernas hermosas ojos enigmáticos, boca perfecta. Nada que ver con la bruja autóctona que se destaca por su culo gordo sus piernas porcinas y su boca de lagartija.
¡Cómo vamos a exigirle que se comporte como Carmen Sevilla! Sería algo así como pedirle a un cerdo que coma como un ser humano.