Por Guillermo Cherashny.-

Desde hace meses se nota en Twitter y Facebook que los militantes del PRO y de Carrió cuestionan de todas formas al periodismo, porque le reclaman que se ponga la camiseta amarilla del macrismo como contraprestación tal vez a la generosa pauta publicitaria del Gobierno de la Ciudad, casi equivalente a la publicidad naranja. Esto lo sufrió Martín Lousteau, quien fue víctima de una fuerte campaña mediática de dos semanas después de la primera vuelta con la intención de bajarlo de su candidatura y después para atacarlo con o sin razón. Obviamente, las criticas a su diseño de la resolución 125 son muy atendibles. Para más ejemplos, hasta se hizo moralina con los anteriores romances de Lousteau, es decir, todo vale para CAMBIEMOS en las redes sociales, con el argumento que este gobierno es muy autoritario- cosa que es verdad- y que no apoyar al que esta mas cerca de ganarle a Scioli es funcional al gobierno nacional.

Nada es suficiente

Esta claro que esta no es la función del periodismo, aunque la mayoría coincida conque hay severas restricciones a la libertad de expresión y que el gobierno utiliza la cadena nacional para agredir a todos los que se le oponen, incluido el periodismo, cuyo deber es criticar Pero de ahí a equipararlo con el kirchnercristinismo es mucho. Así es que Elisa Carrió dijo el domingo pasado a la noche que TN y Radio Mitre transformaron los resultados de Scioli en un gran triunfo en una curiosa interpretación de la realidad. Y Marcelo Longobardi y Nelson Castro son las principales víctimas de estas agresiones verbales en las redes, aunque también Alfredo Leuco y Jorge Lanata reciben lo suyo si no elogian todo lo que digan Macri o Carrió. No hay duda que en las redes sociales CAMBIEMOS ganó la elección pero la realidad es que lo mismo no ocurre en el escrutinio. Y así como los encuestadores en su mayoría pronosticaron que CAMBIEMOS obtendría el 33% y que sólo obtuvo el 30%, con una gran performance en la Provincia de Buenos Aires pero bastante discreto en el resto del país. Y la desilusión por el 38,4% de Scioli fue tan grande que las agresiones al periodismo se multiplicaron. Pero el inoportuno viaje del gobernador hizo que los periodistas lo criticaron duramente. Sin embargo, a los militantes de CAMBIEMOS les pareció poco y quieren mucho más. Otra víctima de estas campañas desde hace tiempo es Sergio Massa a quien se lo acusa también de ser funcional a los K, porque fue jefe de gabinete de CFK, olvidándose que fue también quien impidió la re-re de ella. Sin embargo, en esta estrecha visión esa actitud no vale nada. También esta la predica constante contra el PJ diciendo que es populismo y que no hay que votarlo mas, haciéndolo responsable de todos los males que tuvo el país. Esto sufrió un severo choque con la realidad porque el domingo pasado el PJ en sus tres variantes obtuvo el 62% lo que provocó una desazón importante en los activistas de CAMBIEMOS, de la cual no se pueden recuperar. Entonces siguen agrediendo.

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