Por Oscar Dufour.-

El periodista Osvaldo Villares, víctima del feudo de los Rodríguez Saá

Hace tiempo venía escuchando comentarios del accionar a veces violento que tienen algunos integrantes de la Policía de San Luis, del armado de causas cuando había mal proceder policial y por otro lado, del crecimiento de hechos delictivos, y del incremento exponencial del tráfico y consumo de drogas en la Provincia.

Lo que en realidad estaba sucediendo, es que estos integrantes, hacen parecer a la Policía puntana cada vez más, a la fuerza de seguridad provincial bonaerense que supo conseguir el ex Presidente Eduardo Duhalde en los ‘90, LA MALDITA POLICÍA.

Y el tiempo real llegó para corroborarlo; un amigo y colega periodista, OSVALDO VILLARES, que además es empresario en el rubro turismo, y un dato no menor, Secretario General de la Agrupación Nacional de la Reconquista Peronista; pudo comprobar como un grupo de uniformados de las fuerzas de seguridad se comportan en la Provincia de San Luis, 1) su accionar violento y maltrato exagerado, 2) el robo de pertenencias de detenidos, 3) su inoperancia y/o inutilidad al momento de tener que discernir qué tan amplio debe ser un operativo, 4) de la destrucción de pruebas, correr y/o amenazar testigos de las escenas de los hechos, 5) inventar pruebas y/o hechos falsos a su favor y 6) de su pensamiento sobre lo que es un detenido y los derechos humanos.

1) POLICÍA CORRUPTA DE LOS ‘70 EN SAN LUIS HOY: Lo que comenzó como una discusión de tránsito, en un cruce de rutas descampado como son la 3 y la 7 en San Luis Capital el pasado miércoles 15 de julio del 2015, teniéndolo como protagonista y víctima al periodista Osvaldo Villares, terminó con una fuerte y desmedida golpiza por parte de aproximadamente 10 efectivos, propinándole patadas en todas partes del cuerpo y haciéndole padecer momentos de asfixia, (VILLARES, sufre problemas pulmonares y del corazón), él en ningún momento respondió la agresión, aun así, fue esposado de forma brutal dejando marcas en sus muñecas, y hasta el viernes 17 de julio, entre otras dolencias constatadas, calambres en las manos, un derrame en el ojo y pómulo izquierdo, como ilustra el testimonio fotográfico. Después de la brutal paliza, comenzó a ahogarse suplicando agua, la que le fue negada hasta dos horas después del incidente, en el que permaneció tirado boca abajo sobre el asfalto, descalzo por imposición, expuesto a las inclemencias poco propicias del clima, dado que es una zona descampada, fría y ventosa. Ya en sede policial y según pudo saberse, lo mantuvieron incomunicado y “desaparecido” por varias horas. Siguió siendo intimidado, brutalmente golpeado, maltratado, física y psíquicamente y amenazado con expresiones como “hoy a la noche la vas a pasar en el penal, a ver cómo te defendés de los degenerados que están ahí adentro” mientras, la golpiza continuaba. A los circunstanciales testigos, “los corrieron”, y hasta llegaron a detener momentáneamente a uno que quiso en el lugar del hecho, interceder ante semejante barbarie.

ojo-Osvaldo Villares

2) ROBO DE DINERO A OSVALDO VILLARES: Durante la “paliza”, la víctima pudo escuchar como un efectivo decía “revísenle los bolsillos a ver que tiene”, buscaban el celular con el que había podido grabar los primeros hechos, que a posteriori borraron. Fueron 5 o 6 policías, los que se arrojaron sobre su cuerpo, y ya en la requisa con testigos, no estaban unos tres mil pesos que él llevaba, como hace habitualmente, cada vez que por razones laborales, sale de viaje desde su residencia en la ciudad de Merlo San Luis hacia distintos puntos del País. La resultante de la requisa fue el declarado de 1130 pesos. El resto solo Dios sabe y el funcionario policial que lo robó, porque esa es la expresión correcta y no otra.

3) ABUSO DE AUTORIDAD: Por una supuesta contravención de orden menor, como fue lo que le pasó en la ruta mencionada al periodista Osvaldo Villares, observada por un agente policial que pretendió retener indebidamente su camioneta, aduciendo mora en el seguro; intervinieron más de 9 móviles policiales, 22 efectivos, varios con armas largas, mientras Villares, quien se encontraba solo en su vehículo, les acreditaba el comprobante de pago del seguro de su dominio, causal del suceso.

4) EL GRUPO POLICIAL ARMÓ LA ESCENA: Como comentaba, circulan historias de que la Policía puntana destruye pruebas, el periodista Villares lo vivió en carne propia de manera al momento inexplicable, también le sacaron su celular, donde había grabado parte del caso, y la consecuente evidencia documental del abuso de autoridad. Corroboró luego, que habían sido borradas todas las filmaciones de los últimos dos días. Además, el grupo policíaco interviniente, “sacó” de la escena real de los hechos al único testigo. Fue golpeado, esposado, y retirado detrás de la casilla que actuaba según la Policía de Destacamento, en un claro accionar intimidatorio que hace veraz las acusaciones que pesan sobre esa fuerza de seguridad provincial.

5) PRETENDIERON PLANTAR TESTIGOS: Respecto al tema de inventar testigos, hubo otra persona detenida junto al periodista OSVALDO VILLARES, por el solo hecho de presenciar circunstancialmente la eventualidad. Este testigo, manifestó haber oído cuando miembros policiales trataban de convencer a dos personas, que digan que Villares los había amenazado. También este grupo pretendió justificar su accionar, alegando falsamente que el supuesto “infractor” había llevado por delante a un funcionario policial.

6) LESIONARON DERECHOS Y GARANTÍAS: En este contexto, sería extenso el relato minucioso de los hechos donde el grupo policial puntano, vulneró los derechos y garantías no sólo del periodista Villares, sino de cuanto ciudadano se les cruzase. Un nombre, de los tantos que participaron de la comisión policial, producto de la investigación que a posteriori se está realizando de este brutal incidente, Rolando Jofre, expresó a la víctima: “SI YO HUBIERA ESTADO EN TU DETENCIÓN, AHORA ESTARÍAS EN EL HOSPITAL EN TERAPIA INTENSIVA, Y SIN QUE TENGAS UNA SOLA MARCA, ASÍ QUE CALLATE LA BOCA SI NO QUERÉS QUE TE LA ROMPA DE UN GOLPE”.

EN CONCLUSIÓN: En un Estado de Derecho democrático el único organismo público que se encuentra facultado, en circunstancias excepcionales, para requerir coactivamente de los ciudadanos una determinada conducta, son las fuerzas de seguridad.

También en un Estado de Derecho, se deben respetar los derechos y garantías; y una Institución policial como la de la Provincia de San Luis, debería exonerar a sus integrantes corruptos, ya que unos pocos, ensucian el honesto trabajo de todo un cuerpo empeñado en servir. Todo ello es responsabilidad de su Gobernador Claudio Javier Poggi, a quien el periodista Osvaldo Villares, responsabiliza junto a los “Patrones” del feudo, Adolfo Rodríguez Saá y su hermano Alberto, por cualquier incidente futuro que pudiera ocurrirle a él, o alguno de sus familiares, al testigo del hecho, a su abogado defensor Héctor Zabala y familia. El doctor Zabala fue quien se atrevió a patrocinarlo, en una Provincia en que la ciudadanía no se encuentra satisfecha con el desempeño de la Institución policial que está llamada a garantizar su seguridad. Siente que existen problemas de gravedad diversa, de fuertes excesos, y de sospechas de corrupción, que no están recibiendo, como deberían la atención de las máximas autoridades.

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