Se trata de una banda de cuatro sujetos. Al menos dos serían policías de la Delegación de Drogas Ilícitas de La Plata. Se dedicarían a robar a dealers con falsos allanamientos. La denuncia ya habría llegado a la Dirección de Asuntos Internos, pero los acusados solo recibieron un reto. Los posibles vínculos de Pablo Bressi con la recaudación ilegal.

En momentos en que el Jefe de la Policía Bonaerense, Pablo Bressi, está en la mira por sus presuntos vínculos con el narcotráfico, la Justicia platense investiga si policías de la Delegación de Drogas Ilícitas local protagonizaron un violento asalto a un dealer en el barrio Altos de San Lorenzo, al que le robaron dinero y estupefacientes.

El hecho sería un escándalo ya que en lugar de combatir a los “mercaderes de la muerte”, que tanto perjuicio generan a la comunidad, desde sectores de la Policía se los “mejicanea” (apropiarse de botín de otros delincuentes) y no se los sometería a los procesos judiciales correspondientes.

El episodio de “inseguridad”, para calificarlo de algún modo, según confiaron fuentes oficiales a Hoy, sucedió el mes pasado en la zona de 24 y 87 cuando cuatro sujetos rompieron con un ariete (elemento contundente que usan las fuerzas de seguridad para romper puertas en los allanamientos) el acceso de una vivienda y redujeron a su propietario.

De acuerdo a las calificadas fuentes, los intrusos, dos de ellos vestidos con uniformes policiales y a cara descubierta, simularon realizar una orden de registro y encañonaron al dueño de la casa, y tras revisar el inmueble se alzaron con drogas y una importante cantidad de dinero. Con el botín en su poder, los sujetos corrieron hasta la calle y escaparon en un auto marca Renault Megane. Todo parece indicar que se trata de una forma comúnmente utilizada por la fuerza para recaudar en forma ilegal, en el marco de la presión que reciben de los jefes para obtener dinero “sucio”.

En este caso específico, la denuncia, compleja por cierto, habría llegado a la Dirección General de Asuntos Internos a través del abogado de la víctima, el que contaría en su poder con fotos y filmaciones esclarecedoras.

Según la fuente, los poliladrones utilizaron para cometer el asalto uno de los autos oficiales de la Delegación de Drogas Ilícitas con sede en Ensenada: un Megane gris, lo que indicaría una falta de control absoluta o connivencia de los funcionarios que comandan esa dependencia.

Los voceros consultados afirman que dos de los policías que actuaron en el asalto al dealer fueron identificados, pero a pesar de eso siguen cumpliendo funciones. “Hasta ahora hubo solo un reto por parte de las autoridades”, explicó una de las fuentes.

Ahora se investiga si esta banda es la que cometió una serie de robos similares en la región y si ese accionar cuenta con el aval de los jefes de la Delegación de Narcotráfico local.

Un circuito vicioso macabro

Como se recordará, nuestro diario informó en forma reiterada la polémica designación de Pablo Bressi como titular de la Bonaerense por parte del gobierno de María Eugenia Vidal. Es que fue durante el último año y medio de la administración de Daniel Scioli el Superintendente de Drogas Ilícitas, periodo en el cual proliferó el tráfico de estupefacientes en el territorio bonaerense.

Es más, Bressi enfrenta en la Justicia Federal una denuncia en la que se lo acusa de encabezar una asociación ilícita. De acuerdo a la presentación judicial, el actual Nº 1 de la fuerza, recibía todos los lunes un sobre con dinero que le llevaban los encargados de las 18 delegaciones de Drogas Ilícitas y que provenía del cobro de cánones a narcotraficantes a cambio de zonas liberadas para que comercialicen sustancias prohibidas.

También se le critica al gobierno de Vidal haber designado en la cúpula policial al comisario general Claudio Fuentes como superintendente de Drogas Ilícitas. Es que Fuentes está en la mira por haber sido uno de los “valijeros” de Bressi.

Desde Hoy nos comunicamos con el Ministerio de Seguridad que conduce Cristian Ritondo para consultar por la grave denuncia pero no hubo respuestas.

Detalles de un entramado mafioso que sigue impune

El entramado entre narcos con policías e integrantes del poder judicial y político es un modelo que se reitera en las zonas calientes del conurbano. A mediados del año pasado la Justicia Federal intervino en la provincia de Buenos Aires y desbarató una banda de narcopolicías en la localidad de San Martín.

Al analizar los detalles de la causa iniciada bajo Nº de expediente 14.294/14 y llevada adelante por el Juzgado Federal Nº 2 de San Martín, a cargo de Alicia Vence, se detectó la punta de un iceberg que explica cómo autoridades policiales y aún judiciales del ámbito bonaerense consideran nada a la vida.

Todo ocurrió en las villas La Cárcova, La Rana y Corea. A través de incontables horas de escuchas telefónicas y secuestro de agendas se pudo develar los vínculos de la Policía Bonaerense con narcotraficantes.

Con dramatismo atroz se pudo apreciar cómo jefes policiales pactaron con bandas de narcos para dejar zonas liberadas para que vendan estupefacientes a cambio de varios retornos. Los dealers debieron abonar cuotas semanales a la comisaría, a la DDI y a la delegación de Drogas Ilícitas, de un valor estimado mensual de 160 mil pesos.

Pero el negocio para los representantes del Estado no queda ahí. Se pudo comprobar que los policías le vendían a una banda lo que le secuestraban en allanamientos a la otra.

El servicio policial también ofrecía juntar elementos para que fiscales ordenen allanamientos de narcos que compiten con los que ya arreglaron con los integrantes de la fuerza, proveer de armas de fuego y permitir tiroteos y asesinatos sin detenciones. O jefes de calle que amedrentaron a vecinos por denunciar a dealers.

Como advierte la Iglesia, la red de narcotraficantes ya está instalada en la Provincia y se necesita una firme decisión política para combatirla. (Hoy)

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