Por Carlos E. Viana.-

“El principio de la República es la virtud”, Montesquieu.

Un gran interrogante

Su Santidad, ha denunciado que en Argentina, desde hace unos 30 años, el narcotráfico hizo primero a nuestra Nación, una zona de paso, después de consumo y ahora también de producción.

Los últimos treinta años corresponden aproximadamente, al periodo que se ha denominado como la democracia. Aclaremos que existe consenso académico, que la virtud es la base de un gobierno democrático, es decir que las naciones democráticas, evolucionan sobre una base moral, que fortifica la relación entre los integrantes de una sociedad de hombres libres, porque se tiene en estima la libertad y derecho propio, pero también de los demás. La libertad sin moral nos transforma en múltiples bandas o individualidades de delincuentes.

Sin embargo, en Argentina, la moral ha decrecido aceleradamente en los últimos treinta años. Este contrasentido, nos lleva a dos preguntas claves:

1°: ¿Qué pasó?

2°: ¿Hemos vivido en una democracia?

¿Qué pasó?

Electo democráticamente Raúl Alfonsín, su gobierno abrió las fronteras, especialmente la noroeste. El tráfico de estupefacientes se incrementó notablemente. El Ministro del Interior Trocoli, calificó a los denunciantes como desastabilizadores, pero inexplicablemente, dejó abiertas las fronteras por donde se filtraban la cocaína y con ella la inmoralidad.

Una de las provincias más afectadas fue Santa Fe, su ciudad más grande, Rosario, en cuyos puertos desembocan la ruta 34, desde Bolivia y la hidrovía del Paraná, que desde Paraguay sirve para transportar marihuana y triangula cocaína desde Bolivia. Las pistas de aterrizaje clandestinas en los alrededores de Rosario se multiplicaron y empresas de correo privado, crecieron exponencialmente con la protección del gobierno de Alfonsín.

Durante el Gobierno provincial del Frejuli (1.973 -1.976), en los años setenta, de acuerdo a fuentes policiales, se habría organizado la recaudación de actividades ilegales, como el juego, la prostitución. La recaudación básica habría sido elevada al gobierno provincial. La Policía se habría transformado en la principal fuente de recaudación ilegal de la Provincia de Santa Fe. Todos los gobiernos sucesivos habrían mantenido esta recaudación, pero el problema se agravó en 1984, cuando se incluyó en ella la del narcotráfico, con dos grandes responsables los gobiernos Nacional y Provincial.

Esta institucionalización del delito continuó constantemente hasta el presente, agravándose durante los gobiernos justicialistas de Obeid, pro especialmente durante los gobiernos socialistas.

Por ejemplo, inexplicablemente, la banda de los Monos había estado en acción desde hace más de quince años, el Juez Federal Carlos Vera Barros, ya en marzo de 2014, tuvo informaciones de los Monos, sobre el planeamiento de un asesinato, pero salvo avisarlo a los amenazados, no hizo nada. El Juez Marcelo Bailaque recién pidió su prisión la prisión de trece miembros de esta banda, unos días después de haber asumido Macri.

Notamos una inacción de la Justicia Federal, de los sucesivos gobiernos provinciales y nacionales anteriores. ¿Cómo interpretarlo?

La inseguridad

El narcotráfico y la drogadicción produce criminales. Esto es lo que se vive en toda la República, pero especialmente en Rosario, donde no tengo conocido al que no hayan asaltado a él o a algún familiar. Yo mismo rechace con decisión un intento de asalto y el delincuente huyó.

La crisis moral que vive Argentina desde hace mucho se ha agravado progresivamente en los últimos treinta años. ¿Por esto los llaman progre?

¿Hemos vivido una democracia?

Toda mi vida he defendido las libertades individuales y de prensa, desde 1.953 cuando en la escuela secundaria, vi caer a mis compañeros de 15 años presos, porque pegaban una oblea que decía sencillamente libertad. En aquel entonces, los peronistas me tildaban de comunista, ahora por defender lo mismo me llaman fascista. Como dijo genialmente Jorge Luis Borges, “decir que todos los que no son comunistas son fascistas, es lo mismo que afirmar que todos los que no son católicos son protestantes”.

Pericles, Aristóteles y Montesquieu afirmaron que la base de la república es la libertad y la moral. Todas las grandes democracias del mundo tienen un grado de moral importante, que esta estrechamente vinculada a la valoración de la libertad de uno y del otro.

Esto no parece haber sucedido en Argentina desde1.983. La “Democracia de Origen”, es la elegida en elecciones libres, debe completarse con la “Democracia de Ejercicio”, es decir el respeto a los valores y las instituciones prescriptas por la Constitución.

A la “Democracia de Ejercicio”, no la respetaron ni Alfonsín, ni Menem, ni Kirchner y si creció a niveles exponenciales el narcotráfico y la drogadicción, como lo ha denunciado el Papa, nos preguntarnos: ¿Hubo democracia en Argentina, en estos últimos treinta años?

Crisis e inmoralidad

Hubo más de 30.000 asesinatos de ciudadanos por la inseguridad creciente, en los últimos treinta años: El abolicionismo de los jueces, los mitos y antimitos que ocultan los verdaderos valores de la democracia, en especial la moral, nos hacen ver que hemos sufrido un tipo de régimen, que deberíamos ponerle otro nombre, pero que no fue una democracia.

Ahora con el Presidente Macri se respeta más la Constitución, pero hay democracia porque el Presidente la quiere y no porque los valores culturales y las instituciones de la República o la oposición se lo impidan.

Veo que ahora el gobierno ha emprendido una guerra contra el narcotráfico, pero más allá de ello las palabras de Su Santidad, no son meras declaraciones, porque ponen en claro que la crisis Argentina, tienen profundas bases inmorales.

En el país que ostenta el título de principal productor de alimentos del mundo en base al número de habitantes, que haya gente con hambre y más 30% de pobres, es el producto de la inmoralidad y especialmente de estos últimos treinta años.

Share