Por Carlos Pissolito.-

“Por eso digo: Conoce a tu enemigo, conócete a ti mismo y tu victoria nunca se verá amenazada. Conoce el terreno, conoce las condiciones meteorológicas y tu victoria será total.” Sun Tsu, El Arte de la Guerra.

En artículos anteriores nos hemos referido a la necesidad de una estrategia para enfrentar al flagelo del narcotráfico. Y tal como lo sostiene la famosa frase del no menos famoso Sun Tsu y que encabeza este artículo, toda estrategia versa de tres elementos principales; a saber: nuestro enemigo, nosotros mismos y el terreno en el que se librarán las batallas y los combates.

Ya hemos hablado, creo que en forma suficiente, sobre nosotros, también algo hemos dicho sobre nuestros enemigos, pero casi nada sobre el terreno. De allí el título de este artículo.

Empecemos diciendo que, en concordancia con su significado etimológico, a la Geopolítica, le ha sido atribuido como objeto de estudio el impacto de la geografía sobre la política, y viceversa.

Específicamente y en relación con el tema que nos ocupa, la emplearemos para el diseño de estrategias vinculadas al posicionamiento, al desplazamiento y al empleo de fuerzas del narcotráfico, en relación a las masas terrestres y a los espacios marítimos circundantes, y a su mutua interacción.

A los mapas, primero

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Un querido profesor en la materia me enseñó que sin mapas no hay Geopolítica posible. Vamos a ellos. En el primer mapa podemos observar los principales centros de producción de droga del mundo y sus respectivas líneas de comunicación hacia los centros de consumo. Particularmente, hay dos centros que nos interesan a nosotros. El «verde claro» de la cocaína, ubicado en los países andinos de Colombia, Perú y Bolivia y el «verde oscuro» de la marihuana ubicado, casi mayormente, en el Paraguay.

En azul, también, vemos las líneas de comunicaciones que unen a estos centros con sus respectivos mercados. Siendo los más importantes, en orden decreciente: EEUU, Europa, Asia y Oceanía.

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Por su parte, el segundo mapa nos permite visualizar nuestra situación nacional. Vemos como la Argentina se ha convertido en el destinatario e intermedio de las producciones de coca y marihuana que ingresan por 3 rutas principales; a saber: la ruta nacional 34, la hidrovía Paraná/Paraguay y los vuelos clandestinos que ingresan por nuestra frontera norte. Por su parte, la ruta nacional 7 es fundamental a la hora de sacar la cocaína y la marihuana hacia la Cuenca de Pacífico que da acceso a Asia y a Oceanía.

Parafraseando a Halford John Mackinder, uno de los padres de la Geopolítica, se puede concluir que la zona comprendida por ROSARIO-BUENOS AIRES-CÓRDOBA-MENDOZA se conforma como un «área de pivote» para el narcotráfico nacional; pues en ella se concentran varias vías de comunicación, tanto de ingreso como de egreso de drogas. Así como una gran cantidad de facilidades vinculadas con el narcotráfico como laboratorios, «cocinas», mercados, lugares de residencia de los jefes, etc.

Obviamente, que la droga como substancia ilícita es solo un producto y aún más importante que ella son los flujos financieros que su comercialización y su diversificación producen. Pero, en este sentido, no podemos olvidar que toda maniobra estratégica conlleva un movimiento físico. Por lo tanto, no está de más estudiarlos, ya que ellos son la base de aquellos.

Con los mapas a la vista, antes de pasar a las conclusiones que su interpretación nos permite, es el momento de un breve paréntesis teórico.

Un paréntesis teórico

Como en toda ciencia que se precia de tal, en la Estrategia hay varias escuelas que se disputan su correcta interpretación. Para hacer breve una larga explicación, baste decir que solo nos interesan dos de ellas por su trascendencia histórica y conceptual.

La primera, es la encarnada por el general prusiano, Carl von Clausewitz. Es la más difundida, ya que se encuentra en el núcleo del pensamiento militar oficial occidental. Como tal propugna lo que se denomina como la estrategia del «fuerte contra el fuerte». En este sentido, privilegia el empleo de los medios duros (militares) dirigidos contra el centro de gravedad (poder) de nuestro enemigo, mediante una maniobra directa que busque derrotarlo en forma decisiva.

La segunda fue iniciada por el filósofo chino de nuestra cita inicial y continuada, entre otros, por el capitán británico, Basil Liddell Hart. A diferencia de la anterior, privilegia lo que denomina como «la aproximación indirecta». Vale decir, el uso de nuestras fortalezas contra las debilidades de nuestros adversarios. Para ello apela a la lógica paradójica y al uso de las avenidas de aproximación menos esperadas.

Volviendo al tema que nos ocupa, cual es el del narcotráfico, en relación a las dos posturas señaladas, vemos lo siguiente.

La postura clausewitziana, por ejemplo, se inclinaría por un ataque directo a los centros de producción. A los que pretendería destruir, principalmente, mediante el uso de medios físicos. En otras palabras, esta es la estrategia de los EE.UU. para combatir al narcotráfico en el mundo. Una postura muy conveniente para ellos, pues les evita librar ese combate en sus ciudades que son los principales centros de consumo. Pero, a la par, no muy beneficiosa para con nuestros intereses.

Por su parte, la postura indirecta buscará afectar a las vías de comunicación entre los centros de producción y los de consumo, pues son la parte débil del sistema del narcotráfico, lo que se conoce como su logística. Es más, lo hará no solo apelando a lo físico, que es lo evidente atacando el movimiento de la substancia; también, lo debe hacer apelando a lo paradójico, mediante la interdicción sus flujos financieros, entre otras cosas.

Las maniobras concretas

Obviamente, que nuestro elección es por la postura indirecta. En este sentido y particularizándola para el tema que nos ocupa, la misma debería orientarse hacia un combate en profundidad e integral materializado en varias maniobras simultaneas y concurrentes, a saber:

Maniobra para evitar el ingreso/egreso:

• Efectivo control de nuestras fronteras mediante el establecimiento de un sistema de vigilancia (terrestre, aérea, fluvial y marítima) que Incluya la radarización de todo el territorio nacional.

• Relevamiento y neutralización de pistas de aterrizaje clandestinas.

• Control del ingreso y egreso de extranjeros, refugiados y desplazados.

• Mejora en los controles aduaneros.

Maniobra para evitar la circulación:

• Creación de una agencia federal específica de lucha contra el narcotráfico, autárquica y federal.

• Transformación de la Policía Federal en una policía judicial de investigaciones con foco en la inteligencia criminal.

• Combate a la corrupción política, judicial y policial y en otros ámbitos conexos como el del futbol, la trata de personas y la violencia de género.

• Protección a los funcionarios involucrados en la lucha.

Maniobra para evitar la comercialización:

• Registro y control de los laboratorios farmacéuticos y a la comercialización de medicamentos.

• Registro efectivo del tránsito de los precursores químicos.

• Efectivización del control de actividades vinculadas con el lavado de dinero. Especial atención: a la industria del juego, la hotelería y los negocios inmobiliarios y bursátiles, etc.

Maniobra destinada a evitar el consumo:

• Educación basada en los valores.

• Concientización de los peligros de la drogodependencia mediante campañas de difusión.

• Rehabilitación y reinserción de los adictos.

• Apoyo efectivo a las ONGs que luchan contra las adicciones.

• Disponibilidad de estadísticas confiables y actualizadas.

Para terminar

Obviamente que las maniobras señaladas son sólo un ejemplo de todo lo que se puede y se debería hacer. Igualmente, cada una de ellas puede ser desmenuzada en los factores del conflicto (físico, mental y moral) e implementada en los tres niveles (político, estratégico y táctico) que los articulan y como ya fuera explicado en otros artículos. Pero, eso, querido lector, será temas de otras entregas.

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