Por Rodolfo Patricio Florido.-

Ésa es la consigna de este pseudo especialista en seguridad transformado en una suerte de clon combinado entre Clint Eastwood y Rambo del subdesarrollo por algunos periodistas y varios políticos que confunden el pelo engominado, la pose militar y el tono de voz alto y de mando con coeficiente intelectual y sapiencia. Es como una imagen remodelada de Aldo Rico en versión K.

En la desesperación de que sólo el triunfo les dará estabilidad laboral y algún destino distinto a aquellos que se aseguraron alguna banca de Concejal, Diputado o Senador, el inefable Sergio Berni ahora relacionó drogas con poder adquisitivo. Afirmó en el Canal América: «El juego, la prostitución y la droga existen donde hay poder adquisitivo»… El consumo de drogas aumentó porque hubo «crecimiento económico»… «Cuando hay un crecimiento económico hay consecuencias negativas y esas consecuencias tienen que ver obviamente con el abuso de algunas drogas. No tenga ninguna duda».

Una manera de poner el relato y su verticalidad por sobre todas las cosas, a la espera de que, si ganan Scioli y Aníbal Fernández, le den algún destino que supere la transitoriedad de una Interpol que se olvidará de él en cuanto el poder que hoy detenta se esfume.

Por otra parte, su supuesta eficiencia se desvanece en el crecimiento de los asesinatos, robos, tráfico de drogas y hasta muertes políticas como la del Fiscal Nisman con un fuerte tufillo a asesinato… y todo esto durante su gestión. Pero eso sí, colgado y asomándose desde un helicóptero, como si en su función se filmara Apocalipsis Now. Sólo le faltaba que los helicópteros pasaran la “Cabalgata de las Valkirias” de Wagner mientras él se acercaba a peligrosísimos piquetes con trabajadores armados con misiles stinger y blow pipes.

Uno de los problemas de esta afirmación berniana que le asigna al consumo de drogas la pertenencia a crecientes y muy buenos salarios es que, además de ser una falacia tan obvia que ni siquiera tiene sentido perder tiempo, papel y tinta en explicarla, es que ni siquiera se afirma sobre lo escrito hace menos de 48 horas por su propio Gobierno en el área más específica como es la SEDRONAR.

Ahora bien, sigamos por lo menos por unas líneas más con la berniana afirmación sobre el crecimiento de las drogas durante las bonanzas económicas. En esa misma nota, Sergio Berni afirmó: «El problema de la droga» en la Argentina «viene de los años setenta». O sea, por carácter transitivo, desde los años ‘70, incluyendo a Isabel Perón, la Dictadura, Alfonsín, Menem y De la Rúa, la Argentina no para de crecer, porque, si crecieron las drogas y su consumo, es porque creció la economía. Nunca mejor aplicada aquella frase que decía “el hombre es esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios”. Claro que a Berni los silencios no le caen muy bien.

Volviendo a qué es lo que afirmó hace 48 horas la SEDRONAR, o sea, la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico del Gobierno Nacional, dijo la SEDRONAR: “Los estudiantes ya casi fuman tanta marihuana como tabaco”. Entonces, siguiendo la lógica berniana, lo que debería estar sucediendo es que los padres de esos niños y adolescentes deben estar tan holgados económicamente que les dan dinero a los chicos para que se fumen algunos porritos.

“Del 2011 a 2014, el consumo de cigarrillos de esa droga aumentó un 46,7% entre los alumnos de colegios secundarios”. O sea, la recesión nunca existió sino que la economía siguió expandiéndose porque el consumo de marihuana creció.

“La evolución del consumo de esas dos sustancias (tabaco y marihuana) tiende a que en el próximo informe la marihuana supere al tabaco entre los estudiantes secundarios porteños”. ¡Qué bueno, la economía continuará creciendo! Es más, en marzo pasado, el Observatorio de Políticas Sociales en Adicciones del gobierno de Buenos Aires había establecido un incremento del consumo de marihuana en ese mismo período del 75 por ciento.

Además, el consumo es equitativo y no discrimina género. Según la Sedronar entre el 2011 y 2014, las mujeres estudiantes duplicaron su consumo de marihuana. Ellas ahora fuman cannabis sativa casi en igual proporción que los varones. Otra buena noticia no hay discriminación y todos crecen por igual independientemente del género sexual. Es más, según el informe “fuman marihuana de manera cotidiana tres de cada diez estudiantes del último año de nivel medio”.

Asimismo, los especialistas sospechan que la situación es peor entre aquellos que ni estudian ni trabajan. El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica había advertido en mayo que sus sondeos indicaban la venta de drogas en la mitad de los barrios argentinos, con un sostenido crecimiento de los puestos de distribución minoristas de estupefacientes. O sea, una nueva muestra del poder adquisitivo creciente de aquellos que no tienen ingresos.

Más allá de todas las ironías, deberían pensar siquiera un poquito antes de hacer afirmaciones como las que se hicieron. Sobre todo cuando un candidato a gobernar la Provincia de Buenos Aires afirma que si llega al poder despenalizará el consumo de drogas. Quizás quieran ponerle IVA a las drogas. ¡Upss, se me escapó otra ironía!

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