Por Carlos Pissolito.-

Lo hemos sostenido siempre, la Estrategia depende arquitectónicamente de la Política. Le corresponde a la primera fijar el fin, los límites y las condiciones de empleo de la segunda. Por su parte, esta última, es la responsable de seleccionar los medios conducentes para obtener el fin impuesto por la Política. También, en el proceso previo que lleve a estas decisiones, puede ella asesorar a la Política sobre la mejor forma de hacerlo.

Es muy probable que tarde o temprano los decisores políticos argentinos le ordenen a sus FFAA emplear sus medios de combate para contener el avance del narcotráfico. Llegado a este punto hay varios temas que necesitan ser clarificados antes de que se tomen las decisiones políticas pertinentes y se inicien las operaciones. Los que van desde el marco legal hasta el adiestramiento y el equipamiento que esas fuerzas necesitarían.

Temas que ya hemos tratado en otros artículos. Nos interesa, ahora, como reza el título del presente, aconsejar que no es conveniente seguir la estrategia norteamericana en este tema.

Para empezar, podemos decir que las Naciones desarrollan a lo largo de su historia una determinada personalidad. Llevado ésta al campo de la Estrategia vemos que los EEUU tienen una muy particular, dada su larga trayectoria bélica.

Cada vez que ese país debió enfrentarse a insurrecciones armadas de carácter asimétrico apeló a lo que ellos denominan como la estrategia del descabezamiento. Una destinada a la captura o a la eliminación física de la conducción o de los “kingpins” de los grupos insurreccionales.

En épocas tan lejanas como la Guerra Filipino-Norteamericana, a fines del siglo XIX, la conducción estratégica norteamericana se empeñó en capturar a Emiliano Aguinaldo, el líder de la rebelión filipina contra la ocupación norteamericana.

Más recientemente, la misma estrategia se empleó contra Osama bin Laden y la conducción de la red terrorista al’Qaeda, entre otras tantas.

Procediendo de esta manera, los estrategas norteamericanos rinden culto a sus creencias en Carl von Clausewitz y su favoritismo por la destrucción física de sus adversarios. Lamentablemente, al hacerlo incurren en varios errores derivados de aplicar una teoría estratégica -la de Clausewitz- a una forma de conflicto de naturaleza distinta al previsto por este pensador.

Ya lo hemos dicho antes y lo repetimos: los conflictos modernos, especialmente los asimétricos, exigen que se tengan en cuenta los factores psicológicos y, especialmente, los morales que los afectan.

No hacerlo, no solo es desconocer su naturaleza, es condenar a las operaciones militares destinadas a contenerlos a un fracaso anticipado.

Específicamente, la estrategia norteamericana aplicada a la lucha contra el narcotráfico se la puede ver materializada en la que siguen las fuerzas armadas mexicanas que reciben sus consejos.

Hasta donde sabemos, es el gobierno del Presidente Felipe Calderón cuando México adopta la metodología de capturar o matar a los “kingpins”, los líderes de los poderosos carteles de la droga. Una metodología que ha sido seguida y aumentada por el actual presidente, Enrique Peña Nieto.

Pero, como señala acertadamente un estudio dirigido por la investigadora Beatriz Magaloni de la Universidad de Stanford: «Con este modelo, se ha derivado en el aumento y recrudecimiento y recrudecimiento de la guerra inter-cártel e intra-cártel, y la fragmentación de las organizaciones en células.»

Llegado a este punto, solo resta señalar cuál debería ser una estrategia acorde con la finalidad de contener al narcotráfico.

Ya lo hemos dicho y lo repetimos. Para hacerlo no necesitamos apelar a ninguna doctrina extranjera sino a nuestra propia experiencia operacional. Me refiero a la obtenida por nuestras fuerzas de paz en el difícil entorno de la MINUSTAH (Haití).

No nos vamos a reiterar. Para aquellos interesados en conocer esta experiencia lo remitimos a nuestro libro: «Las FFAA en otras operaciones diferentes a la guerra» y disponible en la Internet a través de este vínculo: https://drive.google.com/file/d/0B4_Oajmq32tteElNaG1fUjE3RmM/edit

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