Por Claudio Izaguirre.-

Hace una semana publicamos la inhumana manera de atender a un enfermo psiquiátrico en la guardia del Hospital Torcuato de Alvear a manos del psiquiatra Lomolino Burgos. Esto desató una serie de comentarios corporativos de algunos integrantes del cuerpo médico del nosocomio, incluyendo al abogado defensor de la médica a la que expuse en forma descarnada.

Como ustedes sabrán, desde 2010 venimos advirtiendo que la ley de Salud Mental impide la internación compulsiva del adicto en crisis, exigiendo la caratula de secuestrador para el médico que interne a un enfermo psiquiátrico contra su consentimiento llevándolo a un proceso penal con condenas de 8 a 15 años de cárcel y la anulación de su título de médico, propone para 2020 la desaparición de todos los espacios de atención para el drogadependiente y requiere para llegar a una internación compulsiva la firma de un psiquiatra, un psicólogo, una asistente social y un juez de familia.

El Lic. Alberto Trimboli que no es médico, que se autodenomina presidente de la Federación Mundial de Salud Mental y que en el Hospital Torcuato de Alvear dirige grupos de autoayuda tratando de imitar, sin éxito, a los legendarios grupos de AA, varias veces se ha dirigido al público intentando denostarme y tratando de imponer su postura ligada a las supuestas bondades de la ley 26.657 que sigue matando gente. El psicólogo se llamó a silencio en ésta oportunidad cuando decidí hacer público el accionar de los médicos del nosocomio en la atención del adicto en crisis.

Sin embargo, el médico psiquiatra Dr. Arturo Suarez Navas en una misiva dirigida a mi persona, no solo defendió a la colega cuestionada por mí, sino que además mostrando su supuesta superioridad me aclaró que el Hospital Alvear pertenece a la Ciudad de Buenos Aires y no al Gobierno Nacional, poniendo entonces como máximo responsable del accionar del Hospital al Gobernador de CABA Horacio Rodríguez Larreta, dado que venimos exigiendo la intervención de Macri en la derogación del Art. 4 de la Ley de Salud Mental.

La frutilla de la torta la puso el abogado Adrián Rolón, Tomo 23 Folio 225, quien me llamó y se presentó como abogado de la Dra. Maricel Lomolino Burgos, quien me aclaró que en lo personal a la Ley de Salud Mental la calificaba de aberrante, pero que se contactaba conmigo para aclararme que Lomolino no había participado en la atención de una paciente psiquiátrica en pleno brote, que desde la guardia del Alvear dejaron volver a su casa con la medicación a cargo de su marido y al día siguiente, ésta mujer, degolló a su hija de 9 años en plena vía pública en el barrio de Flores, abandonando el cadáver de la niña entre dos autos estacionados para volver a su casa como si nada hubiera sucedido.

Aclarado el punto, debo hacer notar que desde el Hospital Torcuato de Alvear retienen celosamente el nombre del médico psiquiatra que atendió a la después homicida, impidiéndole acceder a la contención imprescindible y la cobertura médica correspondiente para protegerla de sí misma y a terceros.

El foco central de estas idas y vueltas resultaron de la acción de Lomolino Burgos respecto de un paciente adicto con un brote psicótico que yo llevé a ese nosocomio, que ella atendió y decidió dejarlo ir no sin antes darle a la paseadora de perros que lo acompañaba medicación psiquiátrica para que ésta se la suministre y que oportunamente publicamos en detalle.

Como el lector notará, a los profesionales que intervinieron en este debate creado desde la Asociación Antidrogas de la República Argentina, no les interesa la suerte que corran los pacientes o ensayar supuestas explicaciones para justificar ésta locura.

Sólo desean esquivar los temas centrales y mirar con desdén a quienes mostramos su falta de humanidad.

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